viernes, 30 de diciembre de 2016

Me jode la espera de la música...



Esto es una putada, otros lo verán como algo que no es para tanto…y bueno, con perspectiva adecuada es así, no es para tanto. Mi pedido de amazon con dos discos y una correa para guitarra se retrasa. Tenía que haber llegado ayer y resulta que me llegará la semana que viene. Amazon, como es costumbre, manda un correo avisando y disculpándose por las molestias. Me vale para no mosquearme con la gigantesca compañía, su trato al cliente es perfecto.

Pero me jode…llevo varios días esperando escuchar en mi equipo HiFi –¿se sigue diciendo así?- “El Último Hombre en la Tierra” y “La Peor Banda del Mundo” y tendré que seguir esperando.

Me hacen gracia los títulos, ambos son parecidos, uno es Coque Malla y otro Sidonie. Apuesta por la música de este país tan vilipendiado por los paisanos. Mientras la inmensa mayoría de la gente huye de comprar música, yo sigo gastando dinero en discos, estoy de la olla.

Ya he comentado otras veces cómo abandonamos la música según crecemos, nos deja de parecer algo interesante. Total, ya no estamos ligando porque o tenemos pareja o pasamos de la ceremonia del cortejo. Total ya no somos rebeldes porque o tenemos trabajo estable o tememos cualquier movimiento que nos perturbe. Y el sexo y la rebeldía son factores que te llevan a la música cuando tienes apenas veinte años.

Con esos veinte años la evasión mental rebelde la adornas con música, para enfrentarte armado con canciones a los que no entienden el porqué de tu odio al mundo. El guion de esa rebeldía puede ser El Lobo Estepario y la banda sonora The Doors. Eso si eres alguien que no se deja llevar por la radio fórmula. Si eres de radio fórmula, olvídate, no eres rebelde. Te gusta la música porque lo mismo follas a través de un concierto o una noche de baile.

Luego creces y lo olvidas…ya no sabes lo que se oye. Ni siquiera escuchas lo que escuchabas. Te dedicas a oír y ver tertulias de política o el programa de griterío  de Telecinco. O un masterchef que de pronto causa sensación entre personas que no sabían lo que era un fogón. La fórmula gran hermano aplicada a cualquier profesión o actividad. Y te acercas a la música si acaso por programas como operación triunfo o similares.

Pero yo sigo gastando dinero…vamos que soy un patán. Si además podría descargarla. Lo dicho, un tonto del haba.

Y más tonto aún cuando me quedo jodido porque mis discos no llegan a tiempo. Confirmado, estoy de la olla. Eso iba pensando cuando estaba tocando Take It Easy de los Eagles con mi guitarra acústica…perdiendo el tiempo. Porque… ¿A quién le interesa Take It Easy?

jueves, 29 de diciembre de 2016

...Pues George Michael...any problem???



No hay nada que entienda nada. Es el poder del sinsentido y el horror que nos empuja a no saber que hay que hacer. No hay nada.
Llegaba de una salida nocturna con amigos de los antiguos, de los de Fitzgerald, amigos que buscan flipar y se quedaron en el flipper, amigos que quieren saber lo que hay detrás del George Michael que ahora aprecian como yo. Amigos, unos de un color y otros verdes. Amigos al fin y al cabo.

Buscaba los que cantaran o los que callaran,
los que en su traje de remiendos buscaran un sentido
los que bailaran la mierda de baile desguarnecido,
buscaba los que solo en su instinto lagrimaran

Si apenas soy capaz de dormir en tu antesala
Qué cojones quieres que vista ropas de un ungido
Si no soy nadie, apenas un mendigo sin sentido
Un fulano, un donnadie, una espina de las malas.

Qué soy más que lo sincero del revés
Quien por estar sin bocado no te deja comer
Un saludo perdido en la nube de internet

Un conde, ministro, duque o un sumiller
Nadie ni nadie, que esta broma es un par diez
Y por mis plumas de Flandes, hora es de resolver.

Y ahora vas y que se quejen…

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Escribiendo con Miel de Tupelo...



Bueno, pues avanzan los días de las fiestas de otro año, milenio de 16 años de edad en occidente. No todos miden igual el tiempo.

Leo cosas de política, mentiras de unos y otros, los puros mintiendo como los impuros, los cátaros pecando como los clericales. Si algo tiene la política es que es muy igualitaria. Todos, más tarde o más temprano, caen en los mismos vicios. Bueno, todos quizás no, simplemente la mayoría. Y, la verdad, casi prefiero un imperfecto que un perfecto, porque este último se vuelve radical y va quemando Migueles de Servet. El calvinismo es peligroso cuando lo ejerce Calvino.

El imperfecto que ve su imperfección, sus vicios, como algo a evitar, al menos es consciente de lo bueno y lo malo y puede investigar con cierta comprensión donde mejorar. Dudo que Stalin, Hitler, Lenin, Mussolini, Pol Pot, Franco, Fidel o Pinochet, se vieran con defectos. Todos ellos se creían puros o al menos por encima de la masa que tenían que gobernar, educar, dirigir, comandar, conducir, todo por el bien de la masa.

Dicho esto…prefiero escuchar a Van Morrison y su Tupelo Honey que tanta tontería teñida de comprensión o de buenismo o de abrumadora soberbia que yo me paso, la verdad, por el forro de los cojones. Esta expresión, la de “el forro de los cojones”, me hace gracia. Curioso eufemismo.

Sigo con Van Morrison, tengo el Moondance en vinilo, me parece a mí que lo voy a tener que pillar en CD, lo mismo que el Hotel California…son discos que se merecen los formatos que sean necesarios para poder oírlos cuando te salga del…¡forro de los cojones!

Mis discos de Navidad ya son dos…seguimos mirando el armario para ver cuál es el siguiente.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Y llega la Navidad.



Hoy es víspera de Navidad y en estas fechas la gente va escuchando villancicos, canciones de paz y amor. Canciones que no se escuchan nunca más hasta pasados los 365 días de rigor que nos traen de nuevo estas fechas. La gente se reúne, discute y ríe y manda mensajes de esperanza, cargados de palabras tan usadas que, para mí, dejaron de tener sentido. Es un caramelo tantas veces lamido que el azúcar del mismo ya despareció, el sabor dessabido de saborearlo, el olor inodoro de tanto olerlo. Palabras de un mundo que contemplo desde la colina del loco.

Yo me levanto hoy y con una taza caliente de infusión y me coloco el maravilloso The Trials of Van Occupanther, precioso disco de Midlake, del cual creo que ya he puesto algo por aquí pero no recuerdo. Una auténtica maravilla que todos los que no lo tengan se han perdido, y no sé por qué me parece que encaja perfecto para la Navidad. Cada uno de sus cortes son bellos y obedecen a una construcción perfecta. Un castillo con las piezas justas, adornos contenidos sin caer en un barroquismo pomposo, melodías perfectas, conjunto sin fisuras que te acaricia cuando lo escuchas. Tengo algún otro disco de Midlake pero no llega ni por asomo a esta obra maestra.

Y suena acorde tras acorde como un traje a medida para mi Navidad, que no es la de otros. Cada uno se toma estas fiestas como mejor –o peor- cree, y es decisión de uno mismo reír, llorar, gritar, sufrir, amar, perdonar, odiar, abrazar, dar la espalda, pensar, dormir o mirar el horizonte como si hubiera una playa invernal al otro lado del asfalto.

El lado amargo siempre puede caminar a nuestra espalda, por uno de los lados de la vereda que forman nuestros pasos. Puedes felicitar como antes o como ahora. Puedes copiar y pegar otros mensajes por sms, whatsapp, por email, twitter, Facebook, linkedin, Instagram, o puedes rememorar el pasado mandando “krismas” (curiosa acepción la del castellano para la tarjeta navideña). Puedes inflarte de abrazos con los cercanos y con algún lejano tipo cuñado “Fernando” que se acopla y que tienes que soportar porque es Navidad. O ser más liviano y persistente, o pesado y aséptico. Escoge la mejor aproximación…como la del Gordo.

Yo siempre me he tomado un poco mal lo de las felicitaciones. De pronto te llegaba una llamada de alguien para decirte Feliz Navidad, un alguien del que llevabas meses sin saber de él, del orden de 12 meses, y de pronto te asaltaba para decirte “te llamo para desearte unas felices fiestas”. Y yo me cagaba en su padre. "¿Qué pasa, que el resto del año no tienes que lavar tu conciencia y no necesitas hablarme?"...pues eso, a tomar por culo. Hoy estoy tan abrumado por tanto desconocido que me felicita que si tuviera que cagarme en todos debería dedicarme todo el mes de diciembre a inflarme con contundentes platos de fabada y posiblemente no daría abasto. Así que en un ejercicio deslumbrante de onanismo intelectual, tomo la decisión masturbatoria de ser exquisito y exigente a la hora de elegir en quien me cago. Todo porque hay un gran ganado dispuesto a recibir mis excrementos sintácticos y semánticos a tenor de la insistencia en felicitarme.

Entretanto, leo asuntos de coherencias, algo muy recomendable, la coherencia. Y las mujeres del desierto abandonan la arena por las aceras de la gran ciudad en estos tiempos de paz, amor y felicidad, buscando el motivo de la Navidad. Buscando unos magos que tornasen el blanco por el negro, magos que por Madrid te esconden el as de oros en la carta que menos esperas…brindo por ello.

Resumiendo, no me parece nada raro escuchar Midlake y que The Trials of Van Occupanther sea mi disco de la Navidad.

martes, 20 de diciembre de 2016

Small para una noche que espera el invierno...


Escuchar a los Small Faces es como sumergirte en lo que eran los sesenta con un grupo agresivo, tremandamente mod, con blues blanco, una maravilla con Mr. Marriott haciendo de las suyas. Poco hay como los Small...un prodigio de música directa que suplantaron a los Stones en su asalto británico al sonido negro americano. Los Stones luego lo volvieron a tomar con liderazgo comercial y compositivo pero, pese a todo, Mr. Jagger no gana a Marriott en la interpretación, con todo lo genio que es Jagger, Marriott era un dardo mientras que Jagger era un juguete inteligente. Formas distintas de llegar a lo sublime.
Los Small Faces no eran bellos, eran energía, música a flor de piel, un torrente de sonido vital, una ola de placer energético, píldoras de rythm & blues.

Brindo por ellos.

¿Pondrán a los small en Fuencarral?

jueves, 8 de diciembre de 2016

Un detalle


Perdido en mi habitación sin saber qué hacer, se me pasa el tiempo...

la verdad es que la letra me encanta...

The Reflectors sacan disco.



Sacamos disco, sí, sacamos disco. Concierto de inauguración en la boda del guitarrista. Ensayamos regular, pero tenemos disco. La hostia, hoy volvemos al ensayo, a ver qué sale, estamos con pocas ganas por el trabajo que nos machaca. Pero sacamos disco.
IT’S ALWAYS THE SAME WHEN WE PLAY IN A BOAT.


No será conocido pero es nuestro disco. El mejor.

Sin conteo sin pensarlo...




Pasando de contar sílabas...


Entre los lazos del satén que nunca olí
Camino por tu cuerpo sin pensar en mis manzanas
Sin pensar que no está tu cuerpo de marrana
Mientras amo tus desidias en burbuja de alhelí.

Mis manzanas me alimentan sin sentir
No les pido que me cuenten tu mañana
Solo muerdo a un buen ritmo de gimkana
Cada gajo que mis dientes desgajan hasta mil

Ni tu ni yo en compañía y en un juego de cien naipes
Ganariamos en la partida de los locos
Bailarías toda la noche cien mi bailes
Y podrían saberme a miel o quizás a poco
Que estarías enfadada y con desaire
Por mi devaneo con quien sabe de tu coco.



Amores, enamoramientos y locuras


El enamoramiento es muy falso, por lo inmediato. El querer satisfacer tu deseo te lleva a sublimar al mismo. Y una vez colmado, con el salón desnudo y el olor del sudor y los flujos del deseo expandidos por el ambiente, entra la razón a observar el desastre ocasionado. Y entonces va y llega y dice…”pues no sé si merece la pena”

Y entonces hay un abandono, y el que tanto quería ya no quiere tanto y resulta que todo es otra escena más del teatro de las vanidades.

Dicho esto, el enamoramiento te vuelve loco, dejas de percibir lo real y solo percibes lo que alimenta tu deseo. Es algo tremendamente especial, puede que tomar decisiones en este estado sea un error, pero creo que la humanidad ha tomado muchas bajo el influjo de la sinrazón del enamorado o enamorada. No sé lo que es bueno o malo. Sé lo que me gusta.

Bienvenidos chicos.

domingo, 27 de noviembre de 2016

música...



Perdido, así sin más. Perdido en mí…no hacia fuera. La gente no lo ve, casi nadie. Pero así ando, perdido. Estoy en hace 25 años…escuchando wasted time de Eagles. Así ando, sin la mente clara, perdido y con estupideces que consumen mi tiempo de ocio. Lo mejor que tengo es lo que no es mi ocio, y eso es un error. Mi ocio siempre ha sido un paraíso y ahora lo malgasto. Sin escribir, sin escuchar música, sin tocar la guitarra…perdido, perdido, sin cosas reales que llenen el espacio de mis minutos libres. 
Escucho Wasted Time, la leo. Y noto que es de lo mejor que he hecho delante del ordenador en los últimos días. Cojo un cigarro, sin tiempo para una pipa.
La banda de Frey y Henley me han devuelto parte de eso que era. Sus canciones me llenaban del todo en mis veinte. Especialmente dos canciones, ninguna de ellas eran las grandes Hotel California o Take it easy…sino Wasted Time y Desperado. Wasted Time fue el nombre de mi primera banda…y ahora pienso si aquello era tiempo perdido y sé que no. And the shadows come to stay…horror. Llueve y me encanta, el cigarro se apura. Wasted time habla de amor…no importa, tiene una melodía tan absolutamente brutal, tan grande, que puede hablar de cualquier cosa, a mi me trae sensaciones de melancolía arrasadora. 
Pasan las horas como minutos… 

domingo, 20 de noviembre de 2016

Y?

Las amistades peligrosas, mis canciones no escritas, acordes escondidos en la guitarra, manos que investigar, desiertos de beduinas, blogs cerrados, letras, no sé, no sé, mierda…me cuesta escribir. No sé.


domingo, 13 de noviembre de 2016

Nineando

Mi concepto del trabajo y la satisfacción del mismo siembre ha ido en función del tiempo que me dejaba para llegar a casa a valorar si leer un libro, escuchar un disco o hacerme una buena paja. Estas tres actividades han sido lo que iba decidiendo si mi día a día carecía o no de sentido, si no tenía tiempo para ninguna de esas tres cosas había sido un mal día. Eso había sido así, sin más remedio, salvo los momentos en que tenía relaciones con mujeres. Cuando eso pasaba me solía importar un comino, o una mierda, el escuchar el último disco de Bowie, la última revelación del pop británico o la maravillosa novela inentendible que Julian Marías acababa de editar.
Y con esas premisas iba todos los días a trabajar, esperando el momento de salir. Deseando que no hubiera un marrón de última hora que me dejara postrado ante el ordenador hasta más allá de las ocho de la tarde. Dicho esto, no soy un trabajador que mire la hora. Lo que miro son los minutos que puedo tener de ocio. De hecho echaba horas como un auténtico galeote, con la sensación de que había cosas que o las hacía yo o mejor no esperar un resultado que me agradara. Esto, dicho así, es una tremenda declaración de soberbia…sí, lo es. Pero es que no veía otras formas de resolver ciertos asuntos de la rutina diaria.
Mi conciencia proletaria me hace ver el trabajo como un contrato en el que me dan pasta a cambio de mi esfuerzo, y me obligo a ser honrado en el intercambio. Así que no podía dejar cosas a medias si veía que era importante terminarlas. Eso y una atracción absoluta por la vagancia hacían que mis horas en el curro fueran a veces interminables. ¡Un momento!, alguien podrá preguntarse qué demonios tiene que ver la vagancia con echar horas. La respuesta siempre ha sido fácil, mis horas eran para automatizas al máximo mi trabajo, de tal forma que la próxima vez pudiera hacer lo que el jefe demandara en la décima parte del tiempo.
Error…cuando haces eso entonces el jefe te manda diez cosas más…y yo vuelvo a intentar automatizarlas, con lo cual es un camino sin remedio a la esclavitud. Así que la forma de saltárselo es comprar CDs para escuchar en casa, nuevas películas o nuevas fantasías sexuales. O la mejor alternativa, la grande, la maravillosa, tener novia. Pero esto no dependía de mí porque, si dependiera de mí, tendría como unas cuatrocientas novias, por aquello de no cansarme. O de no casarme, ¿alguno se ha dado cuenta de que entre estar cansado y estar casado solo hay una letra de diferencia?


Ahora con el embrollo en el que andaba necesitaba mucho tiempo, pero mi jefe quería que adaptara una aplicación de cálculo de disponibilidades a un nuevo entorno de uso…una mierda. Lo cual era fácil, pero requería tiempo…y yo solo pensaba en follar con Elena, estar con Silvia, escuchar Unbelieveble Truth (un grupo absolutamente desconocido británico) y volver a ver El Padrino por novena vez.

Ladrar y ladrar...



Adoro algunas cosas de Gerswhin...ladremos.

Años escuchando a Gershwin sin escucharlo, simplemente lo escucho porque está en mi cabeza. No hay nada raro en ello, es solo un pianista genial, un tipo que mola. Mucho, un popero indecente de la música clásica. Indecente musical, en la indecencia moral Cole Porter ya se había ganado su sitio. Maravilloso Gerswhin con su concierto en Fa. Maravillosa su rapsodia y luego el tío hizo cosas para que Janice interpretara el dolor del sur.


LADRIDOS

Ladramos como locos en el remanso del río
El río que no existe, no hay caudal, solo lodo
El lodo que tanto recuerdo y me encadena
El loco calcinado que por el tiempo se ha perdío
Ladramos, entre mantas que nos cubren de este frío
Por debajo, con los pies abrazados ya no hay lodo
Ese lodo que encadena mis recuerdos como el nodo
Ese lodo que se seca poco a poco en el estío.
Ladramos, todo el día, y a la noche
A la tarde y en la mañana con la luz
Ladramos sin reparo y con derroche
Con mejilla ensangrentada te lo digo
Ladramos y ya apenas nos reímos, sin los besos

Que por no darlos se los diste a tu mendigo.

martes, 8 de noviembre de 2016

Frases

Entre los dedos tengo las palabras de mil amigos. Entre los amigos corren las mentiras de mil dedos. Entre la gente voy caminando con la mirada en el templo de Debod.

De oca a oca

Y no toca. No tires, no hay balas. No saltes, alguien mira. Baila, baila maldito, mueve tus pies. Deambula por el arco del triunfo de tu puta madre.
Envía vesos con "v" para despistar, enviáselos a aquel que configura tu mapa, tus madelman, tus estatuas, homunculos, mira como te miran. Baila hijodeputa, ¡baila!

Piando

Entrada Pía de Piar

Estando de moda los tuits, y estando de facto vago, creo que un pio sería una alternativa.

A veces creo que todos los días son el mismo. La putada es que demasiadas veces es verdad y no me doy cuenta.

martes, 25 de octubre de 2016

No es


No es bonito, ni agradable, ni tan siquiera pasable. No es nada que quisieras en el pasado, no es un deseo, no es necesario, no es lo que pensabas que sería, no es música ni pintura ni escultura, no es literatura, no es ficción, no es cine, no es lo que uno apostaría, no es nada que mires a los ojos.

No soy yo, o quizás sí. Y si lo soy es un desastre, soy un desastre. Hora de mirar el espejo, hora de observar las madejas del día a día para deshacerlas, hora de montar un rompecabezas distinto, hora de caminar porque ahora no camino, hora de leer, de escuchar, de comprender, hora de huir.


Gracias por los trazos en la arena del desierto…ayudan.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Nino y un finde...

Elena se quedaba sola el fin de semana, y yo estaba solo el fin de semana. Esto último no era nada especial, de hecho todos mis fines de semana los dedicaba a estar solo…como el resto de la semana. Eso hacía que mis planes de sábado siempre pasaran por una comida en casa de mis padres, a veces con mis dos hermanos, a veces con mis tres sobrinos (uno de Juan, dos de Marta) aprovechando la casa de los abuelos para que mis hermanos se fueran de fin de semana. A veces solo con mis padres.
Mis dos hermanos son más familiares que yo, les gusta bastante ir por allí, a mi hermano básicamente para comer la paella de mamá, a Marta porque le encanta ahora hablar con mi madre sobre lo pesados que son los maridos (y eso que su marido era un buen tipo). Esto de criticar a los maridos es algo que cada vez veo más frecuente, todas las esposas de más de cuarenta años lo hacen lo cual me hace pensar que no tiene que ver con que lo piensen sino con un código hereditario que las lleva a buscar otro macho dominante porque el que tienen ahora se deja la cadena del váter sin tirar o por unos ronquidos siniestros o, simplemente, porque ya no le gusta la colonia que usa (si es que usa).
El caso es que la intervención de mi padre en los fines de semana conjuntos es como la que puede hacer una banda de ukeleles en un concierto de The Rolling Stones en Madrid…”vaya con los teloneros de mierda” pensarían los asistentes.
Así que un sábado cualquiera podías encontrarte a mi hermano buscando la paella o a mi hermana diciendo “mamá, es que está tonto, pues no me dice que ha apagado la luz de la cocina y resulta que estaba encendida” en una crítica vil a su marido, demostrando que era digno de ser juzgado por un alto tribunal de derechos humanos. Y yo iba a hablar con papá, “¿nos tomamos un chato papá?”. Un chato, así llama mi padre a los vasos de vino pequeños, un chato que solían ser cinco o seis antes de la hora de comer y que nos centraban a mi padre y a mí, nos ponían en perfecta disposición de sentarnos a la mesa. Mi padre para recibir las críticas de mi madre y yo para empezar con mi somnolencia ante las conversaciones de la mesa.

Nino...

Total, que mi mochila de personalidad estaba repleta de influencias familiares, para un psicoanalista sería como abrir un regalo de navidad lleno de complejos infantiles, atávicos y, por supuesto, sexuales. Así iba yo por el mundo, sintiéndome superior sin serlo, sintiéndome inferior sin serlo, con una ironía malentendida por mis congéneres, o hasta por mí, con una soltería mal llevada y un deseo de libertad con grilletes difícilmente asumible por cualquier persona normal. Ese era, ese soy yo, un perfecto imbécil a punto de recibir un galardón, esperando en el pasillo de los premiados, vestido con la camiseta de la selección jamaicana de curling y furmando un puro habano confeccionado en las Alpujarras. Un desastre.

martes, 18 de octubre de 2016

A la mierda...

Hay una gran cantidad de gente que ha mostrado sus fauces tratando de devorar al fulano este de Minnesota por haber sido nominado como ganador de premio nobel de literatura. Y esta voracidad, este odio u horror inasumimeble,…a qué es debido???

Yo soy un seguidor de Dylan, de este tipo de apellido judío que se puso Dylan por ese escritor de cuestos y poemas. Yo le sigo, yo escucho The Times They’re a chaging’ y me quedo acojonado. Me emociona.

domingo, 9 de octubre de 2016

Seguimos con Nino...



El sentimiento de crítica hacia mis padres fue, poco a poco, buscando cobijo en mis pensamientos. Dicha sensación había sido imposible en mi idea de familia durante mi época adolescente. Mis hermanos –pensaba yo- eran unos desagradecidos, y mis padres unos seres maravillosos, posiblemente etéreos y divinos, que un ser superior había depositado en la tierra para que la felicidad anidara en su familia. Esa estupidez me llevaba a estudiar como loco, y a unos cargos de conciencia brutales dignos de comedia –no podía ser tragedia, era patético- griega.
El sonido del despertador que supuso salir con amigos y pensar en follar y beber me llevó a la conclusión de que todo estaba desajustado. Reordené mis ideas, me dije que la ingeniería la sacaba por mis putos huevos, por mí y por nadie más, que seguiría leyendo porque me enamoraba Scott Fitzgerald, y que escucharía a The Beatles porque lo mismo ellos habían hecho más por mí que mis progenitores. Una vez tomada esta decisión el mundo cambió, mis padres lloraron porque saqué la carrera pero era un descreído y yo lloré porque seguía sin tener una novia con la que follar todos los días. Ese estado era el que se estableció como mi constante desde que terminé la carrera hasta conocer a Silvia. Ese era yo…y ese yo consiguió recuperar a mis hermanos para sentirlos como tal, y me alejó de mis padres en una maniobra helénica de castración mental.
Ese mundo se declaró imbatible, y yo vi que lo era. Ya no podría cambiar, solo matizar, pero vi que había salido del yugo de la familia…mis genes de soberbia –no solo identificado en mis padres, sino en mi apellido- estaban siendo aplacados, mi sentido del humor empezaba a desarrollarse en un sentido irónico, mi formación me proporcionaba placer –música, libros, cine-, y solo quedaba mi mierda de relación con las mujeres…ahí perdía, en ese terreno, sin embargo, gran parte de mi familia había sido digna de las conquistas del gran Alejandro o de un Escipión. A mí me gustaba Anibal pero, al parecer, solo tenía de él lo desagradable que podría parecer un tuerto.

Más de Nino



En cualquier caso a mí me resulta una explicación plausible el hecho que gran parte de cómo soy y me desenvuelvo sea debido a una parte hereditaria que no puedo controlar, pero no puedo negar que hay también mucho debido a mi forma de entender el mundo alejada de componentes genéticos que puedan serme cómodos. Siendo serios, mi familia tampoco es un cúmulo de intelectuales, son más bien de los que leen las cosas que les afianzan en su razón, su credo. Lo cual más que generar superioridad, genera atavismo. Yo por mi parte tengo una componente pesimista que combate seriamente con esa parte de soberbia de la que hablo. No me considero superior, más bien al contrario, y ante eso crecí intentando refugiarme en los libros no como herramienta sino como elemento de placer, de satisfacción y de refugio ante mi poca popularidad y escaso éxito.
Tanta lectura me llevó por un camino tortuoso ya que la literatura de la derrota se fue mezclando con la artística, y de ahí a apasionarme por mis “cosas raras” como dice Rafa, no hubo más que un pequeño paso. Me fui convirtiendo en ese freakie del que he hablado, un tipo que te puede contar cómo Sinatra lloraba por no estar invitado al cumpleaños de Jack, porqué Harrison comenzó a usar el sitar o que el director en la sombra de Spartacus es Kirk Douglas. Todo eso con una concepción moderada de la realidad, que huye del maniqueísmo –eso es común en mi familia, hay buenos y malos, y nosotros somos los buenos…joder, me parto-, y de un existencialismo de barrio seguramente mal entendido.
Mis padres nunca entendían muy bien esto, y mis hermanos tampoco. Dos hermanos mayores, chico y chica, hicieron que fuera el niño bueno de la familia. Y de hecho lo era, mi hermana, la mayor de los tres, tras intentar cuatro o cinco carreras sin éxito, se sacó un curso de secretaria, tuvo demasiados novios bohemios poco centrados, y acabó casada con un enfermero, un buen tipo pero vamos, nada noble para mi familia. Mi hermano no era bohemio, pero iba de que lo era, despreciando mis libros, la universidad y lo que podían ser atisbos de formación reglada. Deambuló de trabajo en trabajo y ahora es encargado de un taller mecánico –siempre se le dio bien eso, y le hicieron encargado justo en el momento en que la electrónica invadió los coches, lo cual le libró de tener que adaptarse a los nuevos tiempo, tuvo mil parejas y terminó viviendo con una peluquera de esas que sigue llevando leggins con 50 años y uñas rojas de varios metros de largas, con las cuales podrías construirte una maqueta del Mayflower a escala 1:1.
Yo, encerrado en mis libros, me saqué una ingeniería porque quería ser historiador. Una vez más un prodigio de coherencia a la hora de la toma de decisiones. No empecé a ser un chico de mi edad hasta los 21 años, entonces empecé a salir sin parar, a emborracharme cada fin de semana, con pena para mis padres que veían en mí al salvador de occidente. El traerá la paz a la fuera, parecían decir con su mirada cuando me impelían a que estudiara más y saliera menos. Pero yo, lejos de hacer caso, pensaba en el próximo sábado de alcohol…y me hacía pajas casi llorando porque no había más que alcohol…las chicas no llegaban.
La ausencia de sexo acompañado y la mitificación del amor romántico gracias a las canciones de los 4 fab (If I fell, Here there and everywhere, Something…) hicieron que mi concepción sobre mí mismo en vez de mejorar, se estancara y volviese de nuevo a las satisfacciones intelectuales. De vuelta al freakismo, podría llamarse la etapa que comenzó tras un año de whiskies de fin de semana. Camus, Fitzgerald y Bukowski se tornaron en el liderazgo de mis escritores favoritos, todos ellos liderados por El guardián entre el centeno como relato insuperable, siendo Holden Caulfield el profeta de esta era.

Historias pendientes...




De dónde viene Nino...


Llegado este punto creo que debería explicar de dónde vengo, quizás así un posible lector se pueda hacer una mejor idea de por qué tengo este punto de imbécil mezclado con soberbia estúpida. Bien, vengo de mi familia. Lo mismo no sorprende este hecho, podría parecer común al 100% de los mortales…pero no, mi familia no es común al resto de los seres que caminan por este planeta con la intención simplemente de vivir. Mi familia es especial, estamos dotados de un olfato asesino para detectar a las personas tranquilas, aquellas que solo dan su opinión sin más interés. Las destrozamos, consideramos simplemente que no están a la altura de nada, mucho menos aún de emitir una opinión.

Y esto, ¿de dónde viene?, posiblemente dentro del holoceno, pues allá por el neolítico. Cuando el homo sapiens desarrolló la agricultura y a fuerza de ver crecer hortalizas algún sector de una tribu empezó a ver como crecían los melones y lo asimiló a lo que ocurría en el resto de la tribu…también crecían los melones, los tipos insulsos que no le daban vueltas a nada. De ahí a empezar a despreciarlos medió un pequeño paso que se asentó como gen en mi familia. Afortunadamente de vez en cuando nos daban una paliza los supuestos melones y nos hacían reconsiderar y suavizar nuestra postura. 
Así durante miles de años hasta que con la llegada de la imprenta nos dedicamos a leer para pensar que, de esa forma, al menos seríamos  más fuertes que los otros en algo…pero además nos sirvió para creernos especiales. Este otro error nos llevó de nuevo a una serie de palizas por parte de los machotes. No sé en qué momento nos llegó la mutación correctora del sentido del humor la cual, creo, es la que nos ha salvado. Al menos somos graciosos. O eso dicen.

viernes, 7 de octubre de 2016

No sé...

El dia de la marmota
El día de marmota que llega y se repite
El día de la marmota que llega, se repite y te quema.
El día de la marmota que llega, se repite, te quema y conoces de memoria.
El día de la marmota que llega, se repinte, te quema, conoces de memoria y no sabes cómo romper.

Peldaños de escaleras silábicas, realidades o tonterías, o mierdas. Muchas mierdas.

El día de la marmota…

Adoro a Bill Murray...adoro los días de la marmota. Siempre los echamos de menos.



viernes, 23 de septiembre de 2016

Es más que probable que no sepa escribir...


Dos más dos o tres, qué cojones importa, da lo mismo. Sales y te empujan, siempre te empujan, el órgano suena y, entretanto, te empujan. Arriba y abajo, te empujan.
El día te espera, allá tú, mejor busca el camino que dejaste ayer abandonado con las huellas que, si esperas lo justo, acabarán borradas.
Me dicen que no  soy un escritor,…joder, claro que no lo soy, soy un árbol sin frutos literarios, soy un monopatín que se da la vuelta, soy una canción sin acordes, soy el poema sin rima ni métrica…evidentemente no soy escritor.
¿Remo o no, leo o no, veo o no?, ¿escucho los ruidos del planeta porque me joden los doors o porque soy guay?
El mundo se esconde cuando bebes un whisky.
Let it roll baby roll…all night long



domingo, 18 de septiembre de 2016

El otoño anda cerca...

Bueno,

Ya se acerca el otoño, el otoño de otro año más. Si pensara en canciones de otoño pensaría en God Only Knows, pero claro, salvo para primavera, God Only Knows es perfecta. Para primavera también, pero quería dejarme una en la manga. Un As que no lo es, una carta que te dice que tienes que volver a jugar. Porque, al fin y al cabo, lo único que nos mantiene vivos es jugar. Tirar dados, o mirar como los tiran deseando hacerlo. Los dados, los retos, lo nuevo.
Un nuevo riff de guitarra o una sonrisa que no has descubierto, la calidez de unos dedos desconocidos o el rumor de una nueva melodía en un nuevo disco. El sonido de la brisa que imaginabas en noches de horror o el olor del sexo de contrabando en un balcón de un hotel francés, el calor de un libro o una nueva sonrisa, el olor de colonias desconocidas o la emoción de una nueva canción, retos distintos que solo se mantienen por la música o por el sexo. Nada sería real sino fuera por la poesía que todos desconocen pero que hace que tengan un aroma distinto y nos atraiga.
Macbeth no sería Macbeth sin poesía, un orgasmo sería aburrido sin versos, los Beatles son puro sexo, amor y música, igual que Fitzgerald. Nada es igual sin un buen polvo. Las marionetas del local cobran vida a cada espasmo, y un acordeón atrona el lugar con acordes menores sin cesar.
Esto es lo que somos, salgamos un rato…


domingo, 11 de septiembre de 2016

Hay veces que no sabes dónde estás, pero estás en un buen sitio. No sé, quizás estoy en una de esas veces, el tema es si saberlo es necesario o no. Tú vas, evolucionas, o no, o pasas los días como un saltamontes de sitio en sitio, lo mismo no eres más que un puto saltamontes. Lo mismo estar bien es otra cosa, lo mismo es  no pensar el camino, pero no pensar es algo que admiro pero que me causa distancia, desprecio, o como se diga.
Hay algo en mi lugar que me mira, y yo paso, pero me mira, me ira otra vez, y yo paso. Acaso tengo que pasar siempre, o no, o tengo que hacer caso a lo que mira, porque lo que me mira no está ahí, está en mi cabeza, no sé si lo entiendes. Esto no es una carta, así que espero que el cartero no te pida acuse de recibo, pero es mi carta. Es mi carta que no se envia, es la epístola que no sale hacia ningún lado, es lo que está en mi cabeza, arriba y abajo, es lo que va y viene, es lo que bailamos en una lluvia incesante, tremenda de gotas de agua divina, es la noche que disfrutamos descalzos, es lo que hacemos pensando que es lo que tenemos que hacer. Quizás es algo que tiene que ver con tu libertad y con la mía.

Viva The Verve.


Talking...joder que es hablando en español...



Si tienes un problema, si estás sentada en la esquina, si quieres correr y los taxis corren más que tú, si quieres besar labios rosas y no sabes el tiempo en el que tienes que hacerlo, si quieres conjugar latín y el dativo se te atraganta, si quieres pensar en dulces Jeans, si el banquero que te mira tiene mala cara o te parece que la tiene, si piensas que nadie quiere tomarse una birra contigo, si no es la verdad quien manda sino la apariencia, si crees que algo tiene que cambiar, si estás aquí a mi lado cogiéndome la mano, si todo es nada o nada es todo o la verdad es parte del todo que quieres ocultar, si tus pasados son tan raros que se confunden con futuros que jamás sucederán y que pasaron sin saber cómo ni porqué, si quieres pestañear pero tus pestañas están hablando con un oso hormiguero, si nada es tanto como algo y algo es tanto como todo así que nada es todo y es todo una locura…déjame saberlo…
Ah, y si alquilas tus labios, prepara una buena cuenta corriente, tus labios son un gran generador de dinero, so, listen to me baby, you’re in the way the one you did not want to be.



No sé...

Pasear es algo que no hacemos. Cuando decimos que vamos a pasear es mentira, lo que queremos es decir que queremos hacer ejercicio. No paseamos, pasear es perder el tiempo de una manera sutil porque si paseas de verdad te dedicas a pensar, a sentir que el de enfrente no piensa por ti, a que tu mente valga para algo. Pasear es algo distinto a caminar, caminar es una cosa y pasear es otra.
Esta estupidez mía tan criticable por aquellos que no pueden mirarse al espejo no es, ni más n menos, que una plasmación de lo que nos pasa y no queremos ver.

Si tienes un rato escucha no surprises de Radiohead con un sentido crítico, pensando que eres tú el origen del problema. Verás como todo empieza a tener mucho más sentido.
Y entretanto...entretanto yo no sé qué escribir aquí...

viernes, 12 de agosto de 2016

no todo...no



No todo va a ser Nino, no todo es una historia, no todo es una palabra que tú digas, no todo es el humo que escondes en tu aliento, no todo es lo que tu cara pierde cuando la veo de cerca, no todo es el rock and roll que dices poseer, no todo es un paraiso, no todo es el infiero que caminas cada día, no todo es comprar refrescos en un seven eleven, no todo es escuchar el ejercicio de tus competidores en el vecindario, no todo es pensar que eres el que tiene que ganar, no todo es encargar tartas de chocolate, no todo es un lamento, no todo es encaramarse a un árbol para decidir qué pasa.

y otro trozo...


Caminamos hacia algún sitio donde tomar una cerveza, mi cabeza sigue dando vueltas al nudo de la cuestión, el desenlace lo veía lejos aún. Observaba que ella hablaba pero por sus gestos debía ser algo banal, yo asentía y perfectamente podía estar diciéndome que había inyectado una aguja con salfumán de efecto retardado en mis venas la última vez que me quedé dormido con ella para que mi muerte fuera digna de una novela pulp de los años treinta, que me había hecho fotos desnudo en posición fetal mientras babeaba y las publicaba en internet, y que había hecho una colecta para que me declararan lerdo mayor del reino…que ni me enteraba. Yo estaba con mis pensamientos y ella con su perorata, en la que de pronto escuche el nombre “Rafa” y puse atención…pero no, era que Rafa volvía al día siguiente de pasar unos días en Santander y que ella no había tenido ni dos días seguidos para salir de Madrid. Al oír esto pensé que a mí me había venido bien porque así había estado con ella, y luego sentí cargo de conciencia porque eso significaba que Rafa era un astado digno del siete de Julio por mi culpa.
Y llegamos a donde teníamos que tomar la cerveza y donde mi mundo desaparecería en un colapso total de realidad. Ahí estaba yo ante mi nueva pareja no deseada y mi vástago, esperando que me dijeran el nombre que tenían pensado para la criatura “Nino, creo que si es niño debería llamarse Cataclismo, y si es niña pues Hecatombe”. Joder, cien bueyes sacrificados era la alternativa al desastre…
Nos sentamos en una mesita de esas que parecen hechas para gnomos, seguro que las conocéis, son mesas que tienen patas de unos cuarenta centímetros de altura, una superficie muy ingenua con caracteres rúnicos y un agujero en el centro que debe ser para poner la hoguera que nos libre de los maleficios de la última bruja que quemamos en la hoguera. Una cervecería étnica, una puta mierda para alguien que siente el ardor paterno en su interior. Ese no era yo pero pensaba en ello sin parar.
-       Bueno tío –ya sentados Elena comenzó a hablar-, te habrá sorprendido mi llamada pidiéndote quedar así.
-       No sé, algo sí, pero bueno, lo mismo quería aprovechar tus minutos de soledad. –el hábil de Nino jugaba al despiste.
-       No, joder, no es eso. Verás... –instantes de silencio, Elena mira al techo, yo miro sus ojos pero pienso en el regalo del primer cumpleaños de la criatura, un DVD de Blade Runner o un chupachups de menta???-.
-       Pues soy todo oídos, de hecho ando en ascuas por saber qué quieres decirme –tremendo, frase sincera, directa, eso es lo que quiero y lo expreso de una forma inédita, pienso es hacerme una estatua, junto a la de mi hijo.
-       A ver Nino, a ver cómo lo digo. Me voy.
-       ¿Te vas? – joder para ser precedido por una duda de cómo decirlo, no podía ser más directo, eso es que no voy a ser padre…¡¡¡no me jodas!!!, ya tenía pensado el nombre, si era niño sería Bruswein (me encanta Batman) y si era niña Leia, no me jodas, ¿¿¿ahora no voy a tener un churumbel???
-       Sí, me voy – la cervecería tornó en paredes negras, con un par de elfos negros caminando por las paredes, con un descendiente de Renfield mirándome, y con un par de dados saltando sin parar entre mi mirada y los ojos de Elena.
-       Pero tía, ¿te vas? ¿cómo que te vas? –gran pregunta la mía, estuve a punto de dar la opción del comodín del público, pero el aforo que había era poco interesante.
-       Me voy, me han ofrecido que a partir de octubre empiece a currar en Santander, Rafa está allí aprovechando con un amigo para mirar pisos. Es un buen trabajo y no suena mal como oportunidad para hacer algo distinto.
¿Algo distinto?, a ver, algo distinto es irse a cazar leones al Serengueti, cazarlos con un tenedor fabricado con papel de aluminio. Eso es algo distinto. O irte al ártico con una maleta llena de memorias usb y bañadores estampados. O aprender suomi con un niño de cuatro años nativo de las alpujarras ejerciendo de profesor. Pero ¿irte a Santander a trabajar y dejar un florete olímpico?
La siguiente reflexión fue…o sea que no soy padre, que me puedo seguir haciendo pajas y que puedo estar enamorado de Silvia. Me dieron ganas de salir a la calle y saludar a todos los viandantes dándoles mi número de teléfono por si necesitaban la ayuda de “Nino El Afortunado”.
-       Pero tía…estás segura de irte de Madrid a Santander así como así –yo en realidad quería que se fuera, o que se quedara, pero que no albergara el estadio de juegos de mis pequeños contenedores de código genético.
-       Creo que sí…pero Rafa lo mismo se viene. Y si se viene, creo que debería hablar con él de dónde y cómo estamos en la relación.
Hala, ya se jodió todo. Ahora resulta que por echar diez polvos hay que desordenar el mundo, ahora no puede callarse. Pero hostia puta, si no dices nada Rafa se irá, tendréis uno, dos, cinco, diez hijos. Seréis felices y nadie tendrá problemas. De dónde ha venido esa idea de que quieres decirle algo.
¡Pero demonios!, si no está embarazada.
¡Pero demonios!, si mi amigo va a saber que le ha puesto los cuernos conmigo
¡Pero demonios! si veo por el cristal que una persona está agitando uno cocker spaniel por una terraza.
¡Pero demonios! si mi problema evoluciona sin que yo tenga ningún control sobre el mismo.
Con tanto demonio circundando mi cabeza decidí montar mi particular circo infernal y me sentí abrumado por mi buena suerte y mi mala suerte. Porque pese a que la suerte se tome como buena, si miras la RAE –yo soy de mirar mucho la RAE y mis pies, a veces más mis pies, a veces más la RAE, va por momentos-, las dos primeras acepciones son de algo casual, fortuito, que puede ser bueno o malo. Pues eso, buena o mala suerte.


jueves, 11 de agosto de 2016

Seguimos con Nino....

Ocho y media de la tarde, el oso de la Puerta del Sol cubría mis espaldas, no sé si algún mamífero más tocho cubría al oso por detrás, pienso que  el oso es de piedra y bronce, eso le da empaque, eso y soportar cada 31 de diciembre de la capital. Yo sin embargo soy de estraza y piel de tomate, lo cual me da una versatilidad ante una pelea física digna de un chicle de menta. Mi mente sin embargo es un prodigio de poderío, una barbaridad tremendamente intricada de premisas, deducciones, tesis, antítesis, dialéctica y condones sin poner. Ese soy yo, un minino con la cabeza de un ciempiés. No entiendo cómo puedo aspirar a Silvia siendo así y tampoco como Elena me folla con mis atractivos. Quizás sea mi habilidad de espadachín,…vamos Nino, sé honesto, ni sabes la diferencia entre un florete y un sable, salvo por la frase de “limpiar el sable”. La verdad que es mucho más elegante “limpiar el florete”, pero si la dijese con un amigo cerca pensaría que ahora me gustan las películas de Meryl Streep.
No creo que folle mejor que nadie,…bueno sí, mejor que algún cadáver pasadas cuarenta y ocho horas tal vez sí, aunque habría que contar con la rigidez duradera. Total que no creo que ese sea el motivo de que Elena me haya follado un millar de veces desde la fiesta…bueno un millar, unas diez, pero añadir ceros se me da bien. Suelo añadir ceros a mi libreta de éxitos con Silvia, ya llevo como unos cincuenta ceros sin ningún numero previo.
Esperando a Elena veo que estoy empapando los bolsillos del pantalón, llevo las manos dentro para ir secándomelas para cuando llegue Elena. Las saco, intento airearlas y casi arreo un bofetón a una niña que pasa por mi lado, me disculpo ante el padre, el padre se disculpa porque la niña va a lo loco y yo me siento como un imbécil. No hace frío, más bien calor, unos veinticinco grados. Yo sudo y tengo frío. Quizás esté enfermo, debo estar lleno de ninococos. Me voy a un escaparate, miro el reloj, son las ocho y veintinueve, lo mismo la criatura ya tiene cuatro semanas, y yo sin cuidarla, ya me vale. Y encima voy dando bofetadas a los niños que pasean por la Puerta del Sol. No valgo para padre, perdóname Elena, soy lo peor. Rafa, soy lo peor de lo peor. Silvia, soy lo más horrendo. Triángulo con ojo, ¿puedo volver a las pajas?

-       Hola Nino, -aparece Elena, joder, que guapa está. Lleva una falda corta, top ajustado blanco con sujetador sin tirantes, tengo una erección y me digo que es preciosa para follármela ahora mismo y luego babear por Silvia, ¿estoy gilipollas?.
-       Hola, ¿qué pasa tía?, -si hubiera premios por los saludos estaría nominado año tras año a los premios Razzies.
-       Anda vamos a algún lado, tenemos que hablar.
¡¡¡Hostias!!!, “tenemos que hablar”, he logrado una auténtica proeza. Esa frase la dicen las chicas siempre, pero cuando son pareja. El hecho de que una chica que no sea mi pareja me diga que tenemos que hablar es algo extrañamente absurdo, paradójico y propio de una ecuación cuántica. Es algo muy de Heisenberg, no es posible saber la velocidad y la posición simultáneamente de una partícula, no es posible que una chica tenga que hablar contigo y que no sea tu pareja al mismo tiempo. He logrado una quiebra en el continuo espacio, tiempo, mujer, sexo.
Entonces pensé que si una tía te dice “tenemos que hablar” cuando eres su pareja es porque de una forma eufemística te está diciendo “quiero cortar contigo pero digo estas palabras para no sentirme mal, así solo te siente mal tú por quedarte más solo que la una, gilipollas”. Por tanto si solo hay una relación sexual es porque algo pasa que te va a impedir tener sexo con ella de nuevo “te digo esto porque quiero dejar de follar contigo pero no quiero sentirme mal por echar de menos tu florete, así que te haces unas pajas mientras yo incubo nuestro retoño”. Lo cual me llevaba de nuevo a que estaba embarazada…pero claro, si está embarazada el menor de los problemas sería acostarnos, no creo que pudiéramos fecundar de nuevo para tener embarazos sucesivos, sería un hito en el ser humano “pareja tiene 3 embarazos consecutivos en intervalos de seis semanas”. Si eso pasara posiblemente me haría rico dando conferencias acerca de nuestra habilidad natural, de mi florete y de los cuernos de Rafa. Pero no creí que no fuera el caso.


Caminamos hacia algún sitio donde tomar una cerveza, mi cabeza sigue dando vueltas al nudo de la cuestión, el desenlace lo veía lejos aún. Observaba que ella hablaba pero por sus gestos debía ser algo banal, yo asentía y perfectamente podía estar diciéndome que había inyectado una aguja con salfumán de efecto retardado en mis venas la última vez que me quedé dormido con ella para que mi muerte fuera digna de una novela pulp de los años treinta, que me había hecho fotos desnudo en posición fetal mientras babeaba y las publicaba en internet, y que había hecho una colecta para que me declararan lerdo mayor del reino…que ni me enteraba. Yo estaba con mis pensamientos y ella con su perorata, en la que de pronto escuche el nombre “Rafa” y puse atención…pero no, era que Rafa volvía al día siguiente de pasar unos días en Santander y que ella no había tenido ni dos días seguidos para salir de Madrid. Al oír esto pensé que a mí me había venido bien porque así había estado con ella, y luego sentí cargo de conciencia porque eso significaba que Rafa era un astado digno del siete de Julio por mi culpa.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Vuelta a escribir???

Caminos varios te llevan a dejar de escribir, a dejar que todo vaya transcurriendo a mitad de camino entre la nada y lo imposible. En ese camino donde decides tumbarte y mirar hacia ningún lugar con los ojos abiertos y entretenido por la rutina incesante que huele a narcótico eterno.
He recuperado El libro de Rachel y me ha hecho recordar de dónde viene parte de mi antigua comedia en la escritura…creo que ese libro, el George Highway que se queja lastimosa e irónicamente de todo y de sí mismo, que emplea el sarcasmo como forma de expresar sus fobias y deseos, creo que mucho de Nino proviene de él.
Nino se encontraba perdido…pero quizás tenía vitalidad, cómo no iba a tenerla si navegaba entre dos puertos llenos de metales preciosos, entre Silvia y Elena…

Intento volver a su historia...qué podría ser…

Quedar con Elena una tarde de septiembre para que me contase algo me generaba una inquietud similar a la que un presidente americano debe tener cuando suena el teléfono rojo o cuando ha olvidado qué ha hecho con su llave del botón suicida nuclear. Elena no me llama para contarme algo, ella me llamaba para decirme a qué hora y dónde íbamos a follar y yo respondía con una afirmación que últimamente me resultaba complicada de aceptar. Saber que Silvia era el ser que se bebía todo mi pensamiento y follar con una amiga suya engañando a mi amigo era complejo…bueno, complejo es una forma de decirme que era un hijoputa. Un hijoputa complejo, uno de esos que mea en la herida de un perro después de haberle pateado. Aunque mi colega no era un perro, si bien a veces lo parecía observando lo que le hacía moverse, salir a la calle, comer, y ladrar. Pero era mi amigo…
Así que Elena me llamó para contarme algo y empecé a pensar las alternativas que se me planteaban, las puse en una lista:
1.       Que se había enamorado de mí
2.       Que no quería volver a verme
3.       Que se había quedado embarazada.
4.       Que se había enterado de que estaba enamorado de Silvia, se había puesto celosa y la había mandado amordazada en un cajón destino a Bejing (eso que conocíamos como Pekín…)

El que se hubiese quedado embarzada además tenía dos opciones rápidas:
1.       Que el padre fuera yo
2.       Que el padre fuera mi amigo
3.       Que fuera una morsa
La tercera la juzgué poco probable. En realidad la puse para poder balancear la primera con la misma posibilidad que la tercera…yo no tenía bigote pero había echado últimamente una tripa que podría evolucionar a sirena de los mares. Me puse a pensar en los preservativos y recordé que una de las veces no pude recordarlos, porque no los usamos, pero ella me dijo que se tomaba la píldora luego y que sin problemas. Ya lo había hecho con Ernesto algunas veces…
Pero ¿y si se había olvidado?, de pronto vi que mi lista pasaba a ser la siguiente
1.       Que se había enamorado de mí
2.       Que no quería volver a verme
3.                     Que se había quedado embarazada. DE MI
4.       Que se había enterado de que estaba enamorado de Silvia, se había puesto celosa y la había mandado amordazada en un cajón destino a Bejing (eso que conocíamos como Pekín…)
5.       Que mi amigo había adoptado una morsa como mascota.

Inmediatamente empecé a sudar, las manos se me empaparon hasta tal punto que comenzaron a arrugarse y en minutos un océano recorría los senderos de mi mano. De manera que con la vista nublada empecé a pensar que además había dedicido que iba a ser madre…y yo padre. Y que todo se iba a la mierda. Ni Silvia ni vida. El mundo se reía de mí, me veía al gran hacedor en su trono de artesano y con su ojo en el triángulo diciendo:
“Bien Nino, ahora después de follar a la novia de tu mejor amigo, de enamorarte de una chica que también tiene novio, y de olvidarte de lo feliz que te hacían las pajas, vas a tener que volver a ellas durante un buen periodo de tiempo. Eso y afrontar la realidad ante tu amigo, tu familia, Silvia y el tipo del kiosco de periódicos. Este no te dirá nada pero será un tipo sin ataduras y tu estarás bien jodido.
Por cierto, si sigues sudando así ni siquiera podrás hacerte pajas”


El resto de la tarde antes de quedar con Elena estuve intentando buscar una manera de cambiar mi identidad pero todas tenían que ver con la mafia o con testigos protegidos. En ninguno de ambos casos me daba tiempo a hacerlo para esa tarde.

viernes, 5 de agosto de 2016

De nuevo?


El desierto del papel en blanco…o del Word en blanco. Esa estepa que cruzar sin alforjas nuevas, simplemente con tu legado y herencia de tiempos pasados, sin saber qué saldrá…el desierto que atenaza y aterra.  Y puestos a poner palabras que empiezan por ate…el desierto que atentamente ata tus atillos con ataduras atávicas.

Y bueno, puestos aquí se me ocurren reflexiones varias, políticas, musicales, deportivas, actualidad y pasado, viajes, tierras que pasan, auroras y anocheceres, crepúsculos y amaneceres, sonidos, poemas y letras en prosa, libros, películas, historias y recuerdos, cosas que poner, amistades, experiencias, acordes y melodías…

Pero poco a poco…poco a poco, veamos si insisto.  

De momento yo prefiero no quemar a la bruja…veamos cómo reacciona. En cualquier caso el inicio de A Moon Shaped Fool es maravilloso.



jueves, 16 de junio de 2016

Waiting in the sky

Creo que hay dos amigas esperando en el túnel, dos amigas que quieren que vaya y que no tiene el más mínimo respeto a la ambición. Solo quieren divertirse y yo no sé qué hacer, así que pongo música del uno al quince y no hay nadie… ¿para qué pongo algo de sentido?. Ellas me quitan la respiración y siguen esperando en el túnel. No hay transición en este orbe que alguien ha pergeñado a mi alrededor, oh cielos, no hay nada que me haga pensar, solo quiero estar con ellas. Y me cruzo con uno que pasea, va por el túnel de los straits sin saber que ellas esperan sus besos.
Uno que pasea cree que ha conocido a alguien…pero quizás no. Posiblemente no. No. Seguramente no.
Hoy hace el sol que desean los lunáticos.

Hoy veo que el mundo está por un lado y yo ando por el otro. Hay gente que me da mil vueltas.

Joder...qué asco es que esté starman looking in the sky mientas leemos un whatsapp.

domingo, 22 de mayo de 2016

Idea antigua...repetida?

Causalidad en el terreno de lo ambiguo. Dodge Juárez Short Stories

Dodge Juarez era un personaje singular, apenas tenía tiempo para escucharse a sí mismo pero, por el contrario, tenía una cantidad considerable de minutos para contemplar la belleza de una mujer. Si además la misma le acariciaba con los susurros de una brisa marina, con aromas de frescas esencias, entonces los minutos eran horas o sencillamente la eternidad se posaba en el regazo de sus urgencias haciéndolas dilatarse en una perspectiva incierta, en un futuro engañoso.
Pero Dodge no podía escucharse a sí mismo, no se soportaba. La mera idea de una tarde solo escuchando sus pensamientos le resultaba torturadora. Incapaz de asumirla, se dedicaba día tras día a buscar compañía de cualquiera que estuviera dispuesto a transcurrir una tarde entre conversaciones banales o simplemente saboreando cervezas en una terraza céntrica de MadTown.
Un teléfono lleno de números le permitía acompasar sus deseos de huida de la soledad con la posibilidad de que alguno de sus contactos tuviera ganas de salir. Y siempre tenía fortuna. El día que se le daba bien además terminaba en una cena con una agradable mujer con la posterior copa en su apartamento. Otros días terminaba en un bar de jazz con Pete Falseman, amigo de toda la vida, compañero de universidad., hablando sobre cómo sería un mundo sin reglas o bien sobre cómo sería el mundo si el otoño no te recordara el color gris.
Pete y Dodge tenían asignados colores a las estaciones, el otoño era gris, el invierno blanco, verde para la primavera y un amarillo intenso para el verano. Estos colores se les habrían ocurrido a cualquiera, pero ellos alardeaban en una complicidad, a veces estúpida, de su genialidad.
-          En Amarillo iré de vacaciones a Cancún, qué te parece Pete.
-          Bueno, yo me las cogeré en Gris, porque en Amarillo tengo líos de trabajo.

Estas conversaciones tenían un inmediato efecto de disolución de cualquier corrillo coloquial en el que ambos estaban intentando meter baza. De forma inmediata se quedaban solos. Lo más curioso es que llevaban años así y no lograban entender qué demonios ocurría para que se diera esa circunstancia.


Pero Dodge podía resultar encantador. Su tono para hablar y la mirada fija, atenta a las palabras de la otra persona, envolvía el ambiente de una atmósfera de comprensión íntima que lograba que cualquiera se sintiera bien confesándole toda su vida. Y realmente era así, Dodge lograba que los demás se sintieran bien hablando con él. Y eso le hacía feliz. Pero no había encontrado a nadie que le devolviera el dividendo que él arrojaba en cada relación que iniciaba. Toda su batería de empatía no lograba recargarse pues no aparecía nadie que fuera capaz de devolverle todo lo que él concedía fuera de sí de forma natural.

sábado, 21 de mayo de 2016

Nuevas ideas...




Fleish miraba con ojos inquisitivos a la androide, quería besarla en un arrebato de deseo sexual. No podía haber solo tuercas detrás de ese cuerpo absolutamente brutal, pechos con turgencia extrema y mirada sensual. Ahora triste y dolorida por la paliza que acababa de recibir en el recinto 233 de investigación de actividades robóticas ilegales. Y Flesh la deseaba, pero no podía dejar que su deseo cediera a su tarea, su intelecto estaba sometido, querida androide…

  • Así que dice que no ha vivido como debería vivir… ¿qué significa eso en un androide creado por humanos?
  • Significa lo mismo que en un humano creado por humanos…al fin y al cabo usted, como yo, no hemos elegido estar aquí.
  • Pero yo soy igual que mis padres –apuntó Flesh- tú…tú ¿a quién eres igual?
  • A mí…
  • ¿Cómo?
  • Usted no es igual a sus padres, tiene comunalidades, pero no es igual. Usted solo es un deshecho filtrado de la generación anterior.

Flesh se levantó de la silla y abofeteó a la androide, lo hizo con rabia, no sabía muy bien el hilo conductor pero no tenía dudas del estímulo. No podía dejar que un pedazo mecánico insultara a su familia…y un insulto a él era un insulto a su familia.
  •          Zorra, ¿cómo te atreves a hablar de mi familia?
  •          Si me llamas zorra admites que no soy una máquina, y hablo de tu familia porque la realidad te trasciende y no sabes lo que eso significa. Detrás de mis circuitos hay más realidad y más humanidad –como vosotros la llamáis- que la que tú tendrás en toda tu vida.
  •          Hijadeputa…
  •          De nuevo me concedes humanidad…


Fleish estaba jodido porque llevaba dos meses con problemas personales, trabajo, familia…y ahora le tocaba un interrogatorio a un androide femenino. No entendía porqué estaba en esa unidad, el comisario McLento decía que era el mejor para los casos difíciles, y no hay nada más difícil que un caso de androides. Y ahí estaba Fleish, intentando saber porqué la androide, Livias, había matado a dos personas y luego intentó arrancarse la batería. Con este panorama, sin ganas de nada, había recibido el ataque verbal de la androide y no sabía reaccionar más que de manera violenta. Volvió a abofetearla.

jueves, 12 de mayo de 2016

Sonidos...



I’m waiting,I’m waiting for you…lo va cantando Shirley Manson en una preciosa canción de la banda que pasea por la electrónica el rock y lo alternativo como si fuera su paraje natural de supervivencia. Me encanta la canción y la voz de Shirley, me encanta pensar en como llegan los acordes y te envuelven mientras te dicen que te esperan de una forma como nadie podría decirlo.

Yo ando sin saber qué espero, pero si te dicen que te esperan con esa canción no tienes más remedio que pensar que tienes que llegar para que te lo digan al oído, tienes que llegar para sentarte a su lado

En los momentos de estar perdido pregunta a tu mente, así confirmas lo perdido que estás. Los momentos del pasado te conducen a un presente, los momentos del presente te inquietan y los momentos del futuro juegan contigo.

Si puedes jugar juega, si puedes perder llora, si puedes poder baila.

La partida de ajedrez de la mesa de al lado es tan aburrida que deseas gemir en cada una de las piezas.

Las piedras del bolsillo pesan al de enfrente, le pesan tanto que ni se da cuenta que no son parte de él y piensa que es parte de su peso ancestral. A mí me pesa el vacío de los bolsillos.

Baila descalza con acordes extraños. Yo te miraré extasiado fumando tabaco en los tacones de tus zapatos.

No sé si el mundo está esperando algo, yo quizás espere que esperen, una y otra vez, que esperen por mí.

Posiblemente esté paranoico, pero ¿no es cierto que esa pared está curvándose hasta convertirse en parte de una carpeta de realidad con millones de números económicos manipulados?

Algunos van culpando a otros vestidos con uniformes más o menos ancestrales. El romano mola si vas a conquistar mientras estás en un orgía. Conquistar de orgía en orgía...creo que algunos llevan haciéndolo desde siempre. Y otros juegan al póquer sin dinero. Y, mientras, los días tornan de sol a lluvia y de lluvia a sol.

domingo, 17 de abril de 2016

Rutina y la mentira te parece que no es rutina...


El reloj no es amarillo, pero tiene agujas con puntas de pedernal.
El mundo se encuentra perdido y yo juego a las cartas con un peluche que se oculta detrás de la puerta.
El extraño que me habla por la espalda no está cuando me doy la vuelta.
El amor es algo que apuesta entre bambalinas sin que se le vea la cara.
El extranjero que llegó a la ciudad salta de cama en cama dejando astas por las casas más decentes.
La virtud se ha vestido de puta y la puta se viste de zorro y el zorro decide buscar a Alicia.
El conejo toca arrebato y el demiurgo de lo que ocurre no sabe si está ocurriendo o si debe quedarse quieto.
El suceso de todo lo que se sucede baila y baila sin parar en una orgía constante...y los días sin embargo son siempre iguales.

viernes, 8 de abril de 2016

No...

No hay verdades en el infinito, tan solo más camino.
No es cierto que tengas que ser feliz, solo que es la mejor forma de caminar.
No creo que mañana arribe a mejor puerto, los puertos suelen ser los mismos de un día para otro.
No hay días o noches, solo tardes con más o menos luz.
No pretendo ser ingenioso, probablemente me quede en menos letras, ingenuo.
No tengo ánimos especiales, no estoy in the mood, no sé si llueve pero hay luz de sol iluminando las calles.
No sé cómo ando, apenas que la posición es eréctil.

No hay extrañeza lo cual produce rutina horrorosa.

No hay imagen en esta entrada...no sé si se la merece.

No es lo que no aparece en la conciencia de alguien.

domingo, 3 de abril de 2016

Viviendo...


Vivo con el terror de temer a todo el mundo, siento miedo cada vez que paseo por mis senderos, plenos de sonidos, vacíos del todo, con personas que se juntan a mi lado y conversan de otros universos.
Vivo temiendo el siguiente paso, el plan que no hice o el que hicieron otros por mí. Vivo con el miedo de mis propios miedos, con el rasgar de una cuerda en un La Menor esperando un Mi Mayor.
Vivo con los pasos borrados y reescritos en la arena de una playa que no pisé. ¿De quién son esos pasos?
Vivo entre las cenizas de la hoguera que quemó nuestros deseos y observo su carbonilla como restos de los anhelos que recordamos cada tarde.
Vivo en Ohio pensando que Alabama no es lugar para mí.
Vivo en la ciudad de tu amor mientras mi aire huele a mercancía robada.
Vivo pensando que nunca supe lo que sería para ti tenerme entre tus brazos, pensando en lo equivocado de mis rodillas al rascar tanto tiempo el suelo.
Vivo cogiendo mi guitarra del rincón y acariciándola…y the national habla de Ohio.
Los sonidos que van y vienen y yo aquí mirando. Y sigo preocupado por el dinero de la sal que no vendí en la última remesa. Y vuelvo a mi hogar sin las manos que tenían que recoger todo el amor que sembramos hace un par de estaciones.
Todo nuestro amor está guardado en cajas que tenemos que encontrar y abrir cada día. Descubrirlas es el reto…hace tiempo nos encantaba buscarlas.

Vivo escuchando sonidos.

sábado, 5 de marzo de 2016

Ahí están...




Suenan The Beatles una vez más, mi asidero eterno. No soy nada sin ellos, apenas una bruma, un tío que curra y se sumerge en la rueda inmemorial. No soy nada sin aquellos que me hacen ser. Sé donde andan quienes me hacen ser lo que quiero o deseo. Luego hay otros que me hacen ser lo que vanitas vanitatum et avida dollars para mala conciencia.
Suenan y suenan allá donde viajes en mi cabeza, cada esquina tiene un poco de John, Paul, George y Ringo. Todos los rincones que escondo tienen acordes de los 4 fab. Solo que a veces me olvido. Y luego me acuerdo de Bowie o de Yorke o de Jagger o de Sting…o de Coltrane o de Baker o de Holiday, o de Sinatra, Fitzgerald y ese apellido me vale pa dos.
Soy lo que era o quería ser o lo que imaginé que podía construir o lo que soñaba por las noches con la mente despierta. Soy trozos compuestos de muchos que no son yo.
Y siempre llegan, cuando uno anda por desiertos remotos sin caravanas de nómadas que le asistan aparecen ellos. Con cara de broma, soltando risas, tendiendo su mano aparecen los cuatro de Liverpool para decirme “hey, estamos aquí, vamos tío, vamos!”
Están siempre, me sueltan un “don’t let me down!” y me quedo pensando qué hacen en una azotea. Allí, con abrigos tocando para mí.

Gracias…

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...