viernes, 30 de diciembre de 2016

Me jode la espera de la música...



Esto es una putada, otros lo verán como algo que no es para tanto…y bueno, con perspectiva adecuada es así, no es para tanto. Mi pedido de amazon con dos discos y una correa para guitarra se retrasa. Tenía que haber llegado ayer y resulta que me llegará la semana que viene. Amazon, como es costumbre, manda un correo avisando y disculpándose por las molestias. Me vale para no mosquearme con la gigantesca compañía, su trato al cliente es perfecto.

Pero me jode…llevo varios días esperando escuchar en mi equipo HiFi –¿se sigue diciendo así?- “El Último Hombre en la Tierra” y “La Peor Banda del Mundo” y tendré que seguir esperando.

Me hacen gracia los títulos, ambos son parecidos, uno es Coque Malla y otro Sidonie. Apuesta por la música de este país tan vilipendiado por los paisanos. Mientras la inmensa mayoría de la gente huye de comprar música, yo sigo gastando dinero en discos, estoy de la olla.

Ya he comentado otras veces cómo abandonamos la música según crecemos, nos deja de parecer algo interesante. Total, ya no estamos ligando porque o tenemos pareja o pasamos de la ceremonia del cortejo. Total ya no somos rebeldes porque o tenemos trabajo estable o tememos cualquier movimiento que nos perturbe. Y el sexo y la rebeldía son factores que te llevan a la música cuando tienes apenas veinte años.

Con esos veinte años la evasión mental rebelde la adornas con música, para enfrentarte armado con canciones a los que no entienden el porqué de tu odio al mundo. El guion de esa rebeldía puede ser El Lobo Estepario y la banda sonora The Doors. Eso si eres alguien que no se deja llevar por la radio fórmula. Si eres de radio fórmula, olvídate, no eres rebelde. Te gusta la música porque lo mismo follas a través de un concierto o una noche de baile.

Luego creces y lo olvidas…ya no sabes lo que se oye. Ni siquiera escuchas lo que escuchabas. Te dedicas a oír y ver tertulias de política o el programa de griterío  de Telecinco. O un masterchef que de pronto causa sensación entre personas que no sabían lo que era un fogón. La fórmula gran hermano aplicada a cualquier profesión o actividad. Y te acercas a la música si acaso por programas como operación triunfo o similares.

Pero yo sigo gastando dinero…vamos que soy un patán. Si además podría descargarla. Lo dicho, un tonto del haba.

Y más tonto aún cuando me quedo jodido porque mis discos no llegan a tiempo. Confirmado, estoy de la olla. Eso iba pensando cuando estaba tocando Take It Easy de los Eagles con mi guitarra acústica…perdiendo el tiempo. Porque… ¿A quién le interesa Take It Easy?

jueves, 29 de diciembre de 2016

...Pues George Michael...any problem???



No hay nada que entienda nada. Es el poder del sinsentido y el horror que nos empuja a no saber que hay que hacer. No hay nada.
Llegaba de una salida nocturna con amigos de los antiguos, de los de Fitzgerald, amigos que buscan flipar y se quedaron en el flipper, amigos que quieren saber lo que hay detrás del George Michael que ahora aprecian como yo. Amigos, unos de un color y otros verdes. Amigos al fin y al cabo.

Buscaba los que cantaran o los que callaran,
los que en su traje de remiendos buscaran un sentido
los que bailaran la mierda de baile desguarnecido,
buscaba los que solo en su instinto lagrimaran

Si apenas soy capaz de dormir en tu antesala
Qué cojones quieres que vista ropas de un ungido
Si no soy nadie, apenas un mendigo sin sentido
Un fulano, un donnadie, una espina de las malas.

Qué soy más que lo sincero del revés
Quien por estar sin bocado no te deja comer
Un saludo perdido en la nube de internet

Un conde, ministro, duque o un sumiller
Nadie ni nadie, que esta broma es un par diez
Y por mis plumas de Flandes, hora es de resolver.

Y ahora vas y que se quejen…

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Escribiendo con Miel de Tupelo...



Bueno, pues avanzan los días de las fiestas de otro año, milenio de 16 años de edad en occidente. No todos miden igual el tiempo.

Leo cosas de política, mentiras de unos y otros, los puros mintiendo como los impuros, los cátaros pecando como los clericales. Si algo tiene la política es que es muy igualitaria. Todos, más tarde o más temprano, caen en los mismos vicios. Bueno, todos quizás no, simplemente la mayoría. Y, la verdad, casi prefiero un imperfecto que un perfecto, porque este último se vuelve radical y va quemando Migueles de Servet. El calvinismo es peligroso cuando lo ejerce Calvino.

El imperfecto que ve su imperfección, sus vicios, como algo a evitar, al menos es consciente de lo bueno y lo malo y puede investigar con cierta comprensión donde mejorar. Dudo que Stalin, Hitler, Lenin, Mussolini, Pol Pot, Franco, Fidel o Pinochet, se vieran con defectos. Todos ellos se creían puros o al menos por encima de la masa que tenían que gobernar, educar, dirigir, comandar, conducir, todo por el bien de la masa.

Dicho esto…prefiero escuchar a Van Morrison y su Tupelo Honey que tanta tontería teñida de comprensión o de buenismo o de abrumadora soberbia que yo me paso, la verdad, por el forro de los cojones. Esta expresión, la de “el forro de los cojones”, me hace gracia. Curioso eufemismo.

Sigo con Van Morrison, tengo el Moondance en vinilo, me parece a mí que lo voy a tener que pillar en CD, lo mismo que el Hotel California…son discos que se merecen los formatos que sean necesarios para poder oírlos cuando te salga del…¡forro de los cojones!

Mis discos de Navidad ya son dos…seguimos mirando el armario para ver cuál es el siguiente.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Y llega la Navidad.



Hoy es víspera de Navidad y en estas fechas la gente va escuchando villancicos, canciones de paz y amor. Canciones que no se escuchan nunca más hasta pasados los 365 días de rigor que nos traen de nuevo estas fechas. La gente se reúne, discute y ríe y manda mensajes de esperanza, cargados de palabras tan usadas que, para mí, dejaron de tener sentido. Es un caramelo tantas veces lamido que el azúcar del mismo ya despareció, el sabor dessabido de saborearlo, el olor inodoro de tanto olerlo. Palabras de un mundo que contemplo desde la colina del loco.

Yo me levanto hoy y con una taza caliente de infusión y me coloco el maravilloso The Trials of Van Occupanther, precioso disco de Midlake, del cual creo que ya he puesto algo por aquí pero no recuerdo. Una auténtica maravilla que todos los que no lo tengan se han perdido, y no sé por qué me parece que encaja perfecto para la Navidad. Cada uno de sus cortes son bellos y obedecen a una construcción perfecta. Un castillo con las piezas justas, adornos contenidos sin caer en un barroquismo pomposo, melodías perfectas, conjunto sin fisuras que te acaricia cuando lo escuchas. Tengo algún otro disco de Midlake pero no llega ni por asomo a esta obra maestra.

Y suena acorde tras acorde como un traje a medida para mi Navidad, que no es la de otros. Cada uno se toma estas fiestas como mejor –o peor- cree, y es decisión de uno mismo reír, llorar, gritar, sufrir, amar, perdonar, odiar, abrazar, dar la espalda, pensar, dormir o mirar el horizonte como si hubiera una playa invernal al otro lado del asfalto.

El lado amargo siempre puede caminar a nuestra espalda, por uno de los lados de la vereda que forman nuestros pasos. Puedes felicitar como antes o como ahora. Puedes copiar y pegar otros mensajes por sms, whatsapp, por email, twitter, Facebook, linkedin, Instagram, o puedes rememorar el pasado mandando “krismas” (curiosa acepción la del castellano para la tarjeta navideña). Puedes inflarte de abrazos con los cercanos y con algún lejano tipo cuñado “Fernando” que se acopla y que tienes que soportar porque es Navidad. O ser más liviano y persistente, o pesado y aséptico. Escoge la mejor aproximación…como la del Gordo.

Yo siempre me he tomado un poco mal lo de las felicitaciones. De pronto te llegaba una llamada de alguien para decirte Feliz Navidad, un alguien del que llevabas meses sin saber de él, del orden de 12 meses, y de pronto te asaltaba para decirte “te llamo para desearte unas felices fiestas”. Y yo me cagaba en su padre. "¿Qué pasa, que el resto del año no tienes que lavar tu conciencia y no necesitas hablarme?"...pues eso, a tomar por culo. Hoy estoy tan abrumado por tanto desconocido que me felicita que si tuviera que cagarme en todos debería dedicarme todo el mes de diciembre a inflarme con contundentes platos de fabada y posiblemente no daría abasto. Así que en un ejercicio deslumbrante de onanismo intelectual, tomo la decisión masturbatoria de ser exquisito y exigente a la hora de elegir en quien me cago. Todo porque hay un gran ganado dispuesto a recibir mis excrementos sintácticos y semánticos a tenor de la insistencia en felicitarme.

Entretanto, leo asuntos de coherencias, algo muy recomendable, la coherencia. Y las mujeres del desierto abandonan la arena por las aceras de la gran ciudad en estos tiempos de paz, amor y felicidad, buscando el motivo de la Navidad. Buscando unos magos que tornasen el blanco por el negro, magos que por Madrid te esconden el as de oros en la carta que menos esperas…brindo por ello.

Resumiendo, no me parece nada raro escuchar Midlake y que The Trials of Van Occupanther sea mi disco de la Navidad.

martes, 20 de diciembre de 2016

Small para una noche que espera el invierno...


Escuchar a los Small Faces es como sumergirte en lo que eran los sesenta con un grupo agresivo, tremandamente mod, con blues blanco, una maravilla con Mr. Marriott haciendo de las suyas. Poco hay como los Small...un prodigio de música directa que suplantaron a los Stones en su asalto británico al sonido negro americano. Los Stones luego lo volvieron a tomar con liderazgo comercial y compositivo pero, pese a todo, Mr. Jagger no gana a Marriott en la interpretación, con todo lo genio que es Jagger, Marriott era un dardo mientras que Jagger era un juguete inteligente. Formas distintas de llegar a lo sublime.
Los Small Faces no eran bellos, eran energía, música a flor de piel, un torrente de sonido vital, una ola de placer energético, píldoras de rythm & blues.

Brindo por ellos.

¿Pondrán a los small en Fuencarral?

jueves, 8 de diciembre de 2016

Un detalle


Perdido en mi habitación sin saber qué hacer, se me pasa el tiempo...

la verdad es que la letra me encanta...

The Reflectors sacan disco.



Sacamos disco, sí, sacamos disco. Concierto de inauguración en la boda del guitarrista. Ensayamos regular, pero tenemos disco. La hostia, hoy volvemos al ensayo, a ver qué sale, estamos con pocas ganas por el trabajo que nos machaca. Pero sacamos disco.
IT’S ALWAYS THE SAME WHEN WE PLAY IN A BOAT.


No será conocido pero es nuestro disco. El mejor.

Sin conteo sin pensarlo...




Pasando de contar sílabas...


Entre los lazos del satén que nunca olí
Camino por tu cuerpo sin pensar en mis manzanas
Sin pensar que no está tu cuerpo de marrana
Mientras amo tus desidias en burbuja de alhelí.

Mis manzanas me alimentan sin sentir
No les pido que me cuenten tu mañana
Solo muerdo a un buen ritmo de gimkana
Cada gajo que mis dientes desgajan hasta mil

Ni tu ni yo en compañía y en un juego de cien naipes
Ganariamos en la partida de los locos
Bailarías toda la noche cien mi bailes
Y podrían saberme a miel o quizás a poco
Que estarías enfadada y con desaire
Por mi devaneo con quien sabe de tu coco.



Amores, enamoramientos y locuras


El enamoramiento es muy falso, por lo inmediato. El querer satisfacer tu deseo te lleva a sublimar al mismo. Y una vez colmado, con el salón desnudo y el olor del sudor y los flujos del deseo expandidos por el ambiente, entra la razón a observar el desastre ocasionado. Y entonces va y llega y dice…”pues no sé si merece la pena”

Y entonces hay un abandono, y el que tanto quería ya no quiere tanto y resulta que todo es otra escena más del teatro de las vanidades.

Dicho esto, el enamoramiento te vuelve loco, dejas de percibir lo real y solo percibes lo que alimenta tu deseo. Es algo tremendamente especial, puede que tomar decisiones en este estado sea un error, pero creo que la humanidad ha tomado muchas bajo el influjo de la sinrazón del enamorado o enamorada. No sé lo que es bueno o malo. Sé lo que me gusta.

Bienvenidos chicos.

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...