lunes, 31 de diciembre de 2018

Poetisa desconocida -espero que nadie se moleste por lo de poetisa porque como andamos gilipollas ultimamente...-.

Joder, de vez en cuando te encuentras con poemas brutales...desconocía esta escritora.

Tentativa de celos

Marina Tsvetaeva

¿Cómo te va la vida con otra?
Más fácil, ¿verdad? Golpe de remo.
¿Cuándo -¿pronto?-
por un puente seguro
se alejó de ti el recuerdo
de mí, una isla que flota?
(En el cielo, no en el agua.)
Almas. No amantes,
sino hermanas son nuestras almas.
¿Cómo te va junto a una simple mujer?
¿Sin divinidad alguna?
Tras haber derrocado a tu reina
(tú mismo privado del trono),
¿cómo vives?, ¿te preocupas?,
¿te enfadas? ¿Cómo estás al levantarte?
Con ésa que te ha atado al cuello
su tributo inmortal, el tedio, ¿cómo te va,
pobrecito mío?
«-Estoy harto de convulsiones, de dolor:
voy a agenciarme un hogar.»
¿Cómo te va con cualquiera,
a ti, que fuiste elegido por mí?
¿Es la comida más comestible?
y si te cansa, mala suerte.
¿Cómo puedes vivir con un idolillo,
tú, digno antes del Sinaí?
¿Cómo vives con ésa, tan distinta a nosotros?
¿Una extranjera, costilla de tu pecho?
¿La vergüenza, ese azote de Zeus,
aún no te ha herido la frente?
¿Cómo te va la vida? ¿Estás sano?
Y las musas, ¿te llaman aún a veces?
Y la dicha, ¿se hace ver? ¿Alguna vez?
¿Y esa llaga inmortal -la conciencia-
qué, mi pobre?
¿Cómo vives con un producto
del mercado? ¿Pesa mucho?
Tras el mármol de Carrara,
¿cómo te va con una prótesis de yeso?
Del mismo bloque tallamos a Dios,
para romperlo acto seguido.
¿Va bien una cienmilésima,
para ti, que conociste a Lilit?
¿Estás ya harto de esa mercadería novedosa?
Cansado de mi magia,
¿cómo te va con una mujer terrestre
que carece de sextos sentidos?
Venga, con franqueza, ¿son felices? ¿No?
¿Cómo se vive en un abismo
sin profundidad amor mío?
Cuesta, ¿verdad?
¿Te cuesta tanto como a mí con otro?

Feliz nochevieja...

"Feliz nochevieja, Jana" dijo Gari...y el silencio inundó, como un huracán de fluido que aletargara cualquier sensación, el lugar. Como si fuera un grito en varias octavas más agudas de las que cualquier humano había logrado antes.

Un silencio que paralizó a Gari.

Feliz nochevieja, digo de nuevo Gari, mirándose al espejo. Feliz nochevieja...

¿Demasiado en mi cabeza? - La fiesta sobre la casa del océano



Voy navegando por música británica, como siempre cuando me encuentro perdido en un océano de confusión y necesito un asidero donde poder soportar las olas de mi mente que me empujan a extraños parajes, mares que no logro dominar, sin norte ni sur. Brújulas magnetizadas hacia lo ignoto, agujas que giran en una pesadilla interna que se aparece con forma amable y que desgarra cada remoto grano de sobriedad y conciencia.

Quizá haya demasiado en mi mente, y aparecen los Kinks que ahora están compitiendo por la banda sonora de estos días junto con Travis. La elegancia de The Kinks, las letras maravillosas de Ray Davies, el storyteller que vi una noche en un teatro ataviado únicamente con una guitarra acústica para contarnos su historia de éxito y fragilidad.

Mientras suenan los kinks veo que una casa se acerca empujada por la brisa hacia mí, flotando sobre el océano, se acerca lo suficiente para que suba a su porche. Parece una casa típica del sur americano, de esas sureñas, donde hay un señor de la plantación y miles de manos esclavas cultivan unas tierras que jamás vieron sus antepasados. Me aferro a las tablillas de madera para incorporarme y llamo a la puerta.

Se abre sola y una melodía loca de fiesta y jolgorio llega a mis oídos. Pero lo que no veo por ningún lado de la casa es el libro de registro que nos indique la habitación donde podamos pasar el fin de semana de las leyendas urbanas, aquel donde las putas esperan para poder satisfacer las idas y venidas de nuestros vocablos malsonantes, bebiendo hasta bien entrada la madrugada y vestidos con colores imposibles y tomando miles de trozos de melocotón sumergidos en una sangría que apuramos en los huecos que los bailes eternos de la fiesta imposible va dejando para poder saciar nuestra sed. Y tú apareces allí, al otro lado de la casa de campo, más allá del salón, te veo salir de una puerta de un corredor y entrando en otra, con tu vestido de raso que deja entrever tus pechos mientras yo miro a mis amigos saltando y sin poder agarrar tu mano para atraerte hasta mis labios y besar tu cuerpo desnudo hasta erizar tu piel y endurecer tus pezones en un salto al vacío de sexo, amor y música.

Los dedales de chupitos corren por una barra imaginaria pero el que los sirve está tocando un acordeón comprado en los USA, con el dinero de una lotería que jamás le tocó porque estaba nadando y guardando la ropa para que nadie le pudiera recriminar nada. Le pedimos que vuelva a servir otra ronda pero no se despega de su acordeón porque quizá sea lo único que le devuelve un poco de lucidez a su cabeza perdida en la arena del desierto que le regalé la otra noche. Anda perdido y envuelto en la magia de esa arena, un saco de tu arena podría volver loco al más cuerdo de los mortales, porque es arena repleta de los deseos que no podemos confesar y eso, me dijeron, vuelve loco a cualquier humano.

Continúa la fiesta sobre la casa que navega por el océano. Y el baile se ha convertido en la única pasión que podemos disfrutar, bailando toda la noche mientras te busco para no encontrarte pues está prohibida la entrada al corredor, las habitaciones son de uso exclusivo de duquesas me dicen y "hasta donde yo veo, tú no eres una duquesa". Mis labios intentan argumentar algo pero me quedo a medias y mi cara sugiere una mueca de alguien que sabiendo lo que quiere no sabe qué hablar más que revolotear alrededor de una idea como una abeja alrededor de una flor de colores vivos y brillantes.

Algo salvaje debe andar por las habitaciones pues solamente oigo jadeos y risas por debajo del estruendo de la música que nos envuelve a todos. Y el hombre del acordeón la levanta por encima de sus hombros arrojándola contra el suelo y destrozándola en mil pedazos. Me imagino que Pete Townshend debe estar entre los invitados para reventar de semejante forma el instrumento.

Hay algo en mi mente...

Termina el año...este año...




"El espacio que queda entre dos personas es un pequeño lugar donde la confianza se entretiene jugando con la sonrisa y los deseos de ambos. Si la sonrisa es placentera y los deseos tranquilos la confianza salta de uno a otro dando paseos agradables donde la serenidad se aposenta de forma calmada."


Escribí esto hace años, era el principio de un cuento que, como tantos otros, no llegó a nada. Cuentos inacabados quizá con alguna idea interesante, alguna frase que guardar o...tal vez nada, tal vez todo es basura. Quizá no sé plasmar nada en un papel, quizá mi inconstancia me lleve a una pereza que se traduce en procrastinación, postergando cuentos, escritos, canciones, letras, melodías, ordenar mi habitación, ordenar mis libros, mis discos, terminar cuentos largos, ver películas, leer libros o, simplemente, ordenarme a mí.

Quizá el día a día se traduce en no hacer nada pues hacer implica esfuerzo, errores, toma de decisiones, y la única decisión que aparece en el panorama de la posibilidad es la de sentarme en un sofá. Por eso quizá la vía del soneto, quizá sea una forma de relativo esfuerzo para expresar mis ideas, mis torpes y fútiles ideas.

Escuchar música, en eso no tengo pereza. Y en algunas otras cosas.

Termina el año con la monstruosidad golpeando mi cabeza. Bipolares o ciclotímicos en un diván con la sonrisa de la emoción y el monstruo analizando su comportamiento. Sonrisa desértica que el deseo alimenta creciendo hasta tamaños inmanejables, repartiendo satisfacción para compartir una lectura, un beso, un desnudo y una mirada.

Empieza el año y llueve en algún lugar cubierto.

domingo, 30 de diciembre de 2018

Travis y el renacimiento...



No sé si esta es mi canción favorita de Travis, si que está entre las que elegiría para guardarlas en una cajita y que no desaparecieran jamás de mi memoria. Es preciosa. Lo que no entiendo es que la ilustren con vestidos del renacimiento tal y como dice el título del vídeo...no sé yo tampoco si todos son del renacimiento pues, no hay que olvidar, que pese a que fue una explosión de conciencia del hombre fuera del yugo de pensamiento estricto de la religión, tampoco fue la revolución sexual de los sesenta. Humanismos dentro de la religión y variantes del cristianismo que se volvieron incluso más radicales que el propio catolicismo (Servet fue quemado por los protestantes de Calvino). Y es que hay que tener cuidado con las revoluciones que gritan Libertad en forma de propaganda...

Volviendo a la canción, es sencilla, maravillosa, y el vídeo le da una atmósfera de calma que es la que sugieren sus acordes, no tanto su letra pues es desde el dolor del abandonado. El dolor de cuando te abandonan y no entiendes cuantas personas puedes contener dentro de ti y a cuantas de ella ha dejado en la cuneta el amor que desaparece en la distancia, entre la niebla de una mañana de invierno, mientras aterido y paralizado por el frío no tienes ni la mínima fuerza para decir "quédate". La fuerza surge cuando ya estás al lado de una hoguera y piensas que esa noche no estará tu lecho acompañado de unos brazos blancos y suaves, de un perfume al que te acostumbraste tanto que no lo percibías pero esa noche lo echas de menos. Ni todos los hombres del rey juntos podrán hacerte sentir bien esa noche.

La secuencia de la canción es la secuencia del desamparo, sentado y clamando el recuerdo de los días que fueron perfectos, y toda la canción se envuelve por el personaje del título, el dueño del significado de las palabras, lo cual la hace más enrevesada a la hora de interpretar cada imagen, LA, Mexico, la metáfora del pegamento. Simplemente maravillosa.

Y es invierno, después de un otoño real que no recordaré como uno de los mejores.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Enfrentamientos


En este mundo en el que nos levantamos día tras día veo que hay un par de tendencias, la de la gente que se enfrenta constantemente a nada y la de que nos enfrentamos constantemente a algo. Estas dos grandes tendencias se diferencian en muchas cosas y, en lo básico, se puede observar cómo la segunda opción es más compleja pues a su vez se divide en las distintas naturalezas de ese “algo” al que nos enfrentamos. La primera, sin embargo, no va más allá.

Por fortuna para la evolución loca en la que nos encontramos la primera de las tendencias es la más abundante. Tiene que ver con la ausencia de desasosiego. Con la tranquilidad de espíritu, la anestesia vital, el adormecimiento. Así se vive mejor y hasta se evoluciona mejor porque la gente mira para otro lado si hay algo que le intranquilice, “problemas los justos”, y así pasan los días, “preocupados” por el fútbol del domingo, por el próximo asunto de la prensa rosa, por las listas de espera o por el calentamiento global. Y parecerá frívolo juntar el fútbol con el calentamiento global…pues no lo es. No digo que sean igual de importantes, digo que a la gente les preocupa lo mismo. O sea una liviana preocupación, lo justo para poder disfrutar del solomillo y pensar que todo funciona medianamente bien.

Y sobre todo, esos “problemas” que la gente dice que le resultan preocupantes, esa lista de lo que “preocupa a los ciudadanos” tan bien elaborada por una empresa consultora cuya máxima es el beneficio basado en “vender la moto”, la cuenta de resultados o el que el becario haga horas extras para sacar adelante la encuesta, esa lista es ni más ni menos que respondida por ciudadanos que necesitan de los medios para tener problemas.

Digo yo que si no hubiera noticias la gente entonces no tendría problemas. O al menos no sabría que los tenían. Porque el calentamiento global es un problema aunque no lo cuenten en el telediario…pero si lo cuentan entonces como que sí que me preocupa.

La gente del otro lado, los que nos levantamos enfrentados con algo, vivimos con la sensación de que esos “problemas” que salen en listas muy bien elaboradas y con un montón de porcentajes, gráficos de barras y anotaciones aclaratorias al margen, nos agotan poco…en realidad nos preocupan nuestro problemas. Los que surgen de nuestro enfrentamiento con ese “algo”. Y de ese enfrentamiento brotan problemas concretos, como podría ser ese calentamiento global, fruto del enfrentamiento contra la sociedad liberal consumista que tiene como consecuencia la producción masiva y por tanto la liberación excesiva de gases que contribuyen al efecto invernadero y por tanto al calentamiento global. Si no supiéramos que existe el calentamiento global tendríamos de todas formas un enfrentamiento, un problema, contra el origen de ese calentamiento, un problema fruto de nuestra observación de la realidad, sin necesidad de que nos lo diga la televisión o la radio…solo paseando y viendo como nos bombardean para comer, viajar, telefonear, regalar, gastar, gastar, gastar, consumir, consumir, consumir. Así de simple sentimos el enfrentamiento, así de simple para vivir intranquilos, la mera observación nos proporciona desazón. Así de simple.

Pero hay otros enfrentamiento más etéreos y no por ello menos dolorosos. Enfrentarse con uno mismo o con sus bosques de deseos, observar los pantanos y humedales de realidad, sufrir los desajustes de la discordancia entre la ensoñación y lo mundano. Luchas sin solución de discontinuidad que a veces parece se hayan ido, pero siempre están ahí. Esos anhelos de pensar que la felicidad está en otro lado y la certeza de que no sabes el trayecto para llegar a ese otro lado y de que nunca lo sabrás porque piensas que es un secreto el cual no estás autorizado a conocer. Y esa disfunción entre lo real y lo anhelado provoca que busques las incoherencias de lo real y apuestes por una sinceridad en lo humano, una búsqueda de verdades no contaminadas. Y es entonces cuando te das cuenta de que la mayoría de la gente son de los que se enfrentan a nada. Que es lo mismo que no enfrentarte, que viven sin fueros internos desquiciados, que pasean por el borde sin temor porque no ven el borde y así van día tras día… ”preocupados” por el tema del último debate de una zarrapastrosa tertulia mañanera.

…quizá es que algunos estamos enfrentados contra el mundo, y eso nos incluye a nosotros mismo. Y el enfrentamiento contra uno mismo es algo que te persigue todas las mañanas. Para estos días The Byrds vienen bien, más aún si versionan a Dylan.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Momentos de incomprensión

- Te odio, voy a bloquearte.
- ¿Por qué?
- Por decir hola
- ¿¿¿Por saludar???
- No tengas cara.
- ¿¿¿Entonces???
- No digas hola.
- ¿Que no salude?
- No
- ¿No debo saludar?
- No
- ¿Y soy yo el loco?
- Sí
- Joder.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

¿Dónde?


¿Dónde está el dolor que guardaste en la cocina?
¿Dónde el que alguna noche ya olvidada
susurraste en mis oídos y gritaste por tus playas?
¿Dónde está el aliento de tu habitación perdida?

¿Dónde el polvo del desierto, dónde tu alma de latina?
¿Dónde te escondiste? ¿eres alma escandinada?
Escandinada sin el norte de mis besos en tu cama
Escandinava o encandilada, comparación mohína.

¿Dónde jugamos mañana si cerraron el parque?
¿Dónde quedaron los columpios de tu sonrisa?
¿Dónde buscar nuestro desierto sin nombrarte?
Si ansiaba mojarme con tu llanto, ser tu vasija
Tanto tristes como alegres, quizá ser tu desastre
Y no me queda otra que llorar por la mañana…deprisa.

martes, 18 de diciembre de 2018

Una mañana cualquiera


El mundo parecía demasiado pesado aquella mañana. Marcos Banalhombre creía que las nubes que divisaba desde la ventana eran un cuadro expresionista de su alma, nubes de formas retorcidas y a punto de descargar una tonelada de agua sobre la ciudad. Así sentía los minutos que se sucedían al despertar de aquella mañana, simplemente por el recuerdo que Eva Tiernaniña había dejado en su espíritu, como una alcayata clavada en la pared que sostenía el llavero de un amor extraño. Las llaves no colgaban del llavero, alguien las sacó y las escondió en un lugar donde el alma no podía llegar.

Marcos no entendía muy bien el goteo constante de imágenes de Eva que se le pasaban desde que se puso en pie esa mañana. Su mente parecía una sala de cine proyectando de manera sistemática el rostro de Eva, sus manos, su cuerpo con la banda sonora de su voz, con ese timbre tan peculiar, ese acento del sur. Una banda sonora con música variada, generalmente de piano, y ese acento que le traía a la memoria tierras baldías que imaginó vergeles en su momento.

Hacía una semana que Marcos no sabía nada de Eva, el mismo tiempo que llevaba pensando dónde quedaban los pasadizos del amor, esos que no había sido capaz de recorrer. ¿Acaso se ocultaban por no haberte sentido con las fuerzas de penetrar en su penumbra? Penumbra, eso le parecían los días en que Eva le forzó a declarar si realmente la quería y Marcos valoró la respuesta desde un púlpito dorado, con un cetro de marfil y respondió que no sabía qué quería averiguar.

-          ¿A qué viene esa pregunta Eva?
-          ¿A qué viene que no respondas Marcos?, yo sé lo que siento, pero no sé si tú me quieres o si soy un juguete mono para entretenerte.
-          No digas tonterías, no eres ningún juguete..
-          … o un capricho -interrumpió
-          No, joder, no, ¿cómo puedes pensar eso?
-          No es que lo piense es que de pronto te alejas y no sé lo que eso significa. Y, ¿sabes qué?, lo mismo haces bien, tienes razón. Es mejor alejarse, no tener vinculaciones que puedan llevarnos al llanto, porque yo lloro cada vez que tu mirada anda perdida en vez de ilusionada por estar juntos.
-          Yo no me siento lejos de ti, simplemente creo que debemos ir despacio.
-          Vete a la mierda Marcos, no es una cuestión de velocidades sino de sentimientos.

Eva estaba segura de que podía ir a la velocidad de un caracol siempre que supiese que iba por el camino correcto. Necesitaba esa seguridad, simplemente la certeza de que cada paso que daba era por algo que, de momento, valía la pena. No necesitaba el convencimiento de que sería el amor de su vida, ni de que en una semana todo seguiría igual. Sabía que los amores pueden ser como un yogurt, puedes comértelo hoy y mañana, pero puede que tengan caducidad. Pero al menos quería comérselo hoy y no dudar de que mañana seguiría ahí.

Aquella conversación terminó en casa de Eva, follando sobre su cama, disfrutando de sus cuerpos, entre sudores que empapaban sábanas, con The Strokes de fondo. Con The Strokes no podían hace otra cosa que follar, no eran una banda para hacer el amor, era más salvaje y sucio que si hubieran decidido acompañarse de Radiohead o de Sinatra. Y esa noche Marcos prefería que todo fuera sucio y, tras un momento de duda, Eva pensó que era lo más adecuado, no quería contemplar el rostro de Marcos para sentir que merecía la pena tenerle allí a su lado, para sentir una excitación de deseo mezclada con la idea de que ese hombre era parte de lo que siempre había buscado. Eso haría que al día siguiente llorara y, teniendo en cuenta que quería follar, no era plan de dejar pasar la oportunidad de un buen polvo y mejor con Barely Legal que con In the Wee Small Hours. Pensó que quería sentirse sucia sin ver la cara de Marcos, así que follaron sin mirarse, el la poseyó como si fueran dos perros en celo, ansiosos de expulsar fuera de sí todos los demonios de aquel día.

Aquel día despertó con una tranquilidad teñida de desidia, la cual se vio de nuevo tintada de deseo. Tanto Marcos como Eva eran partidarios de tener despertares tranquilos, daba igual el mañana, o el resto de la mañana, lo importante era, en cada instante después del despertar, que ambos sintiesen sus cuerpos. Y esto, verdaderamente, era importante.

Así que tras irse despertando uno tras otra de manera paulatina, terminaron en la ducha para saborear cada centímetro de piel olvidado o recordado de la última de las duchas que habían disfrutado juntos.
-          No quiero mirar cada gesto que haces, ¿puedes entender esto?

Esta petición de Eva le pareció muy, bastante, absolutamente razonable a Marcos. La realidad era más compleja, Eva sentía que había estado entregada a varias perversiones humillantes en el plano amoroso, y ahora se sometía al papel de víctima extraña. Una Juana de Arco que no tenía un Gilles de Rais que la defendiera. Daba igual que esa sensación respondiera a una realidad o a una percepción producto de la imaginación, el caso es que ella se sentía así.




lunes, 10 de diciembre de 2018

Una de estas noches


Una de estas noches dejarás mi cama y mirarás la ventana buscando la cuna en el hueco de los cráteres que esconden tus demonios.
Una de estas noches susurrarás coros que no conocías, a mi oído, con el olor a sexo sucio impregnando tus labios.
Una de estas noches esperarás la sensación de unas alas batiendo en tu espalda para poder volar más allá de mis abrazos.
Una de estas noches te sentarás al borde de mi amor para decidir si quieres saltar al vacío de tus deseos.
Una de estas noches gritaras con la pasión de todos tus músculos en tensión mientras un orgasmo deja tu mente sin un solo pensamiento y solamente gimes el amor que sientes por mí.
Una de estas noches la locura se aposentará en la silla que contempla nuestra habitación para inundarlo todo del aire que el placer expulsa por todos sus agujeros de puta babilónica.
Una de estas noches me acariciarás mientras beso las uñas de tus dedos en una ceremonia sin sentido y absolutamente genial.
Una de estas noches nos aclamarán en el pasillo de la felicidad mientras vemos como las puertas del ático se van abriendo.
Una de estas noches los rumores de la calle ascenderán por las escaleras y nos saludarán sorprendidos por el amor que se encontrarán.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Idea


Las maniobras de la desolación surgían en la vista de Calloway. Calloway en realidad se llamaba Fernando pero siempre le había gustado lo de Calloway. A sus amigos les decía que le llamaran Calloway pero todos le llamaban “Fer”, otro fracaso en su cadena de intentos de reivindicarse como distinto.
Ahora Calloway estaba contemplando a su novia, bueno, más bien, su ex novia. Ella estaba separándose de él, estaba rompiendo, humo, fuera, eres un recuerdo, adiós. Isabel había elegido una fiesta familiar para decirle adiós, y él no entendía nada. Según ella le decía que no tenía sentido seguir juntos, los hermanos de Isabel pasaban a su lado, Rodrigo, el ingeniero de talento y educación exquisita le acababa de servir un bourbon solo “toma Fer, que sé que con coca cola no te gustan estas cosas” y Antonio, el mayor, le acababa de regalar unas entradas para ir al Bernabeu, donde la empresa de Antonio tenía un palco.
Todo era extraño, Fer “Calloway” tenía una copa de McCallan 18 años, sentado en el porche junto al jardín de la casa de los padres de Isabel, con toda su presunta familia política saltando ufana a su alrededor, e Isabel acababa de dejarle. Un ciclón de ideas le pasaban por la cabeza tan rápidas que no podía atrapar tan sólo una que le permitiese pensar cómo reaccionar.
-          Fer, esto es lo mejor, yo creo que no estamos a gusto ninguno de los dos.
Eso de romper repartiendo las culpas era algo que le jodía sobremanera. Era ella la que quería romper, ¿por qué tenía que decir que eran los dos los que no querían continuar con la relación? Puede que la situación fuera un poco tensa en los últimos meses, el cambio de trabajo de Calloway y la presión por tener un hijo por parte de la familia de Isabel estaba desquiciando las cosas. Llevaban 3 años viviendo juntos, una pareja estable a vista de todos. Calloway era un poco raro, costó que la familia de Isabel le aceptara, pero pasado el tiempo hasa le vieron como el ingrediente peculiar en la familia lo cual, desde un punto de vista esnob, se había convertido en algo de lo que presumir por parte de los padres de Isabel “nuestro yerno es muy raro, escritor o algo así, pero encantador y además Isabel está estable, tranquila, hasta feliz diría yo, así que no podemos pedir más”. Eso es lo que José Antonio, el padre de Isabel, solía decir…porque Isabel había dado muchos problemas.
Hija de familia adinerada, creció con todos los caprichos de la única hija, caprichos y fiestas, cuando cumplió dieciséis años en su puesta de largo dedicó unos treinta minutos de la fiesta que le organizaron sus padres para inaugurar su nueva etapa con una felación a un primo casado de más de treinta años. Sus padres no lo supieron y, se podría decir, que a ella no le dejó mal sabor de boca ya que fue convirtiéndose en una auténtica artista del sexo prematuro el cual combinó con cocaína, anfetaminas y desapariciones de fin de semana. Así hasta las veintidós años, edad en la que sus padres la internaron en una clínica de desintoxicación en la que estuvo cerca de un año para salir limpia. Limpia por dentro y por fuera, se quedó sin alma pero, en realidad, el alma la había hipotecado hacía seis años cuando comenzó esa carrera de excesos sin meta.
Por otro lado Calloway había sido el lado opuesto de las opciones que se le pueden plantear a un adolescente. Sus dieciséis años los celebró en su casas escuchando el disco “What’s the story morning glory” de Oasis, solo. Y podría jurar allá donde le preguntaran que había sido uno de sus mejores cumpleaños, tarde de música y cena con sus padres en casa tomando hamburguesas caseras preparadas por mamá. Había invitado a su amigo Esteban pero solamente pudieron estar un rato juntos porque era viernes y había quedado con otros compañeros del instituto para dar una vuelta. Calloway no salía, apenas, era un poco marginado o un poco pasota. Pero eso no duraría mucho, poco a poco su cultura musical comenzó a provocar el interés de su clase, sabía todo lo último que se publicaba y además tenía un criterio excelente. En unos meses empezó a escribir una especie de fanzine que se inventó para el instituto y al final de aquel curso era una de las personas más populares.
Isabel y Calloway venían de mundos distintos, mundos distintos no solamente en lo tangible sino en lo que sus almas habían anhelado y aprendido desde que nacieron. Isabel nació siendo una joya con el futuro de un juguete roto y Calloway era una joya sin pulir con las trazas de un palacio por construir.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Sin formación, sin cultura,...sin opinión.

Hoy un amigo me ha bloqueado en Facebook por decirle que para mí Podemos y Vox son lo mismo, la misma piel ensangrentada por el odio, el mismo ánimo de poder, la misma ansia de aniquilación de lo diferente. Odio más o menos manifestado bien con vehemencia, bien con mensajes sutiles.
Y me ha bloqueado. Me ha dejado de hablar…ahora la pregunta es ¿era realmente un amigo? o simplemente un nuevo engranaje más en la cadena de deshumanización que suelen llevar a cuestas los extremismos populistas. El individuo desaparecen en el nacionalsocialismo en virtud del bien del pueblo alemán, en el comunismo en virtud del pueblo ruso. Los extremismos deshumanizan, te convierten en un ser extraño, un alien, un depredador de la libertad. Hasta tal punto que olvidas al ser humano, de ahí que la amistad sea algo, para ellos, de poca importancia, de tan poca importancia y despreciable como la libertad de pensamiento.
Tengo amigos, o eso creo, votantes de Podemos, de Vox, de PSOE de PP y de Ciudadanos…y abstencionistas. Pero jamás hasta ahora nadie me había bloqueado, negado la amistad, censurado o intentado poner una mordaza, porque yo tuviera una opinión distinta. Nadie. Pero resulta que es lo que está pasando en este país, que se llena de odio. Se llena de voluntad de poder, de arrasar y de eliminar al que no piensa como uno mismo. “¿Piensas como yo o eres fascista?”·es la frase que se extiende por cada centímetro cuadrado de la piel de toro.
Y la gran mayoría de los que enarbolan la palabra fascista no tienen mucha idea de donde surge la misma ni de lo que significa realmente, eso hasta que la RAE la reacondicione para doblegarse ante lo que un sector quiere que el lenguaje signifique en una nueva maniobra carrolliana en honor a Humptie Dumptie.
Yo les pediría a todos los que hablan de fascismo que piensen o investiguen de dónde viene. Termino creado por Mussolini y sus camisas negras, sustentado por una ideología con el ánimo de una economía intervencionista por parte del estado y de un totalitarismo regido desde el gobierno, evolución de la izquierda de Mussolini hacia posturas similares al comunismo pero impregnadas por un concepto de patria, de la Gran Italia. Concepto similar al de la Madre Rusia esgrimido por Stalin durante décadas. Si desgranas a Mussolini y su partido te encuentras con el hecho de que el fascismo crece desde un sentimiento popular, se identifica con el pueblo insatisfecho y, dentro del mismo, surge un conductor, unel que se erige en líder, un timonel -como Mao- el que debe dirigir y tomar las decisiones de toda la sociedad. Es decir, nace desde un concepto popular –y populista- similar al del comunismo del siglo XX. En perspectiva y con pensamiento objetiva, entre Mussolini y Lenin no había muchas diferencias a la hora de definir el poder y establecer las reglas del juego del nuevo estado.
En los años treinta en Europa se establecieron dos voluntades absolutas de poder, el fascismo y el comunismo. Que son, en su parte de voluntad de poder, absolutamente equivalentes. No hablo de aspectos como el partido o la religión, los dos grandes tótems en España del enfrentamiento, las semillas que en este país pueden llevar al odio. Pero en cuanto a la forma de imponer la voluntad…iguales. Aniquilación del contrario.
Pasados 80 años desde los años treinta me encuentro que en una sociedad española, con un grado de estabilidad impensable hace años, surgen dos partidos radicales con ánimo de reventar dicha estabilidad cordial de la sociedad española.
Este año la Navidad puede ser terrible. Me da la impresión de que hace diez años las cenas de nochebuena tenían sus enfrentamientos PP-PSOE entre hermanos, primos y cuñados, enfrentamientos que se solventaban con el cava del postre, con risas tras alguna mala cara "joder Venancio, anda dame un abrazo que el Aznar es un capullo pero González también y no nos vamos a enfadar por eso"…pero me temo que este año esos enfrentamientos puedan sacar a relucir cuchillos o que terminen con familias fracturadas.
Y, mientras, a mí me bloquean por decir que Podemos y Vox son iguales. Me bloquean siguiendo lemas populistas, propaganda, consignas, sin tener formación porque eso no les importa, sin cultura para poder tener un mínimo de criterio.
Y al final, sin opinión. Porque votar sin tener una opinión propia no es un acto de libertad si no de esclavitud complaciente, no es un ejercicio libre de voluntad porque tu voluntad le pertenece al que te dicta las consignas. Si tu voto lo han elegido por ti, si no has analizado, si no has intentado entender al de enfrente, si no has leído acerca de cómo somos los humanos, si no has comparado lo que tu líder te cuenta con la realidad sino que simplemente te lo crees, entonces... no tienes opinión, entonces no eres tú el que vota...está votando otro por ti y tú pones tu DNI a su servicio, entonces, simplemente, no eres libre. 
Hoy por decir mi opinión me han bloqueado. Esa es la libertad de expresión que te permiten algunos que creía que eran amigos. Lo grave no es que VOX o Podemos saquen votos, lo grave es que nos creamos a pies juntillas lo que dicen. En cuanto tengamos formación y cultura sus votos bajarán y, posiblemente, subiría de un modo sorprendente, la abstención.
La situación es de miedo...no a VOX, sino a la sociedad que VOX y Podemos están creando a medias.
Con todo esto no puedo manifestar más que mi pasión, devoción y admiración por Faemino y Cansado, solamente ellos pueden salvarnos.

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...