miércoles, 30 de enero de 2019

El surco de mis lágrimas



Hoy un amigo, de esos en los que la palabra amigo se hace grande, me ha dicho "escucha The Track of my Tears, de Smokey Robinson", y como generalmente nos decimos cosas maravillosas me he puesto a escucharla.

Y aquí la tenéis...maravillosa.

domingo, 27 de enero de 2019

Pequeñas obras de arte

Observen una pequeña obra de arte...León Felipe

Colofón

Luz...
Cuando mis lágrimas te alcancen
la función de mis ojos
ya no será llorar,
sino ver.

Y así es cómo se me va la olla...




DOS SOLES


Los soles de dos galaxias se retaban cada mañana en un eterno juego de brisa universal con rayos incisivos. El caso es que las mañanas eran distintas para ambos soles pues gobernaban astros distintos y los días no eran marca de un único lugar pues Dios estaba esos días en otros asuntos de mayor calado. Afortunadamente ninguna de las galaxias tenían bondades significativas, una de ellas contenía un planeta habitado en exclusiva por seres del reproche cuya única actividad era reprocharse unos a otros, pateándose, sin parar, así día tras día. Otro de los planetas tenía solamente fauna vegetal, millones de especies de plantas tristes que lloraban sin cesar. Entre reproches y lágrimas no se podía vivir debió pensar Dios, y no se ocupó de las peleas de dichos soles.

No eran galaxias con dos soles, cada una de ellas tenía el suyo, bastante ególatra por otro lado. No soportaban tener una galaxia cerca con otro sol. Y así estuvieron eones, peleando con sus rayos intentando iluminar la galaxia del otro. Hasta que un día llegó un señor con zapatos verdes.

El ocaso de las galaxias venía marcado por este señor que llevaba un par de trajes en una maleta que no podía ver nadie y que llegaba temprano por las mañanas para interrumpir el sueño en el que nadie dormía, el letargo que nadie recordaba la noche anterior pues para un sol no había noche anterior, ni posterior. No había noches.

Los soles son duros de oído y no escucharon como el señor de zapatos verdes llegó y plantó su oficina de patentes en uno de los cinturones de asteroides que orbitaban entre ambos soles. “Una especie de tierra de nadie y de ambos” –pensó el hombrecillo-, y con la luz de ambos soles montó su escritorio de madera de un planeta donde la madera cantaba, preparó sus bolígrafos y esparció por la mesa todos los cuestionarios necesarios para acabar con la estúpida pelea de los soles. En el cajón guardó dos impresos especiales.

  •         ¿Vas a guardar los de destrucción de las galaxias? –entonó la madera del escritorio con una melodía que recordaba a un musical.
  •           Bueno, si hay que usarlos, que creo que será lo más probable, tampoco creo que sea necesario que lo sepan desde el principio.
  •           ¿Pero los planetas tienen culpa?
  •           Por supuesto que no. Aunque la verdad entre los reproches de uno y los llantos de otro no sé si puede vivir.
El escritorio asoció la frase del hombrecillo a una frase de Dios pero, en su condición de madera cantante, tampoco podía reflexionar mucho al respecto. Llevaba con el hombrecillo como unos doscientos mil años y lo máximo que había reflexionado había sido acerca del sentido de que los cajones no fueran del mismo árbol. Esta cuestión era incómoda porque cuando el hombrecillo no estaba presente siempre se llevaban la contraria escritorio y cajones, en una sinfonía cantada que solía resultar pesada. Demasiado recitativo.


Del pasado...

Recupero mis tontás...


Este día me pasa por delante
cual viajero en hostal de carretera
llega, pasa, y va con faz artera
y lo apunta el hostal cual otro errante.

Caballero, soy de esos paseantes
que llevando el viajar como  bandera
se libran sin pudor de su cartera
luciendo un torpe estilo de boyante

Así son estos días que discurren
ligeros según llega la mañana
hablando de alegría, tanto aburren

que al oír cada palabra suena anciana
Y adiós con lo nocturno, siempre ocurre,
mientras de nuevo espero otra mañana.

viernes, 25 de enero de 2019

Ovillándome



Hoy iba a ir a un concierto, de un amigo, de una banda que tuvo un éxito relativo o importante según se vea. En el panorama del power pop español estuvieron en la cresta de la ola y hoy, años después, se suben en plan revival para recrear sus canciones. Me apetecía mucho volver a verle aporrear una guitarra con su banda...pero se me han ido escurriendo las ganas entre los dedos, como si fueran granos de arena que no encuentran el pegamento para asirse unos a otros y formas una bola fácil de agarrar.

Un planazo, podía serlo, y poco a poco me he ido haciendo una pequeña bola, un ovillo de desánimo que mira las calles como algo que le impone demasiado esfuerzo. Un planazo que poco a poco es una plancha que lamina el deseo de salir y escuchar unos acordes familiares y estar con amigos, salir solo, con el fresco de enero en la cara revitalizando el deseo de pasar una noche con música y amigos. Pero no...mi deseo tiene el aspecto de ese ovillo, de lana entumecida que no se deshila, de pelota cuyo lugar es un sillón y cuya actividad es el pensamiento en blanco.

Un planazo que se puede confundir al proponerlo como idea de pasar un rato espléndido. Y las confusiones confunden y abruman como si fueran un universo sobre el atlante. Pensé en gatas que deshilaran la madeja pero me equivoqué pues, al parecer, hay gatas invisibles que no conozco y que me llevan a quedarme en casa. Lo invisible no lo manejo bien. Y las madejas que no se deshacen son perfectas para estar en un sofá. La gata mira el ovillo y no le hace caso.

Poco a poco me he ido ovillando.

Ignoro...idea de letra...in progress

Ignoro cómo son los sueños rosas en la oscuridad.
Ignoro si un momento es el tiempo en realidad
ignoro si la brisa de tus besos fueron calma o tempestad
ignoro si quedaron dos burbujas bailando en carnaval

Ignoro los prejuicios de una fiesta en tu alcoba de cristal
Ignoro los silbatos del aquel tipo que no te dejo entrar

Y tu, susurrando que no tienes tantos
Y tu, con la bolsa de todos mis trastos

Ignoras si mis platos son de un gusto singular
Ignoras si las marquesinas protegieron de una lluvia de postal
Ignoras si mis discusiones son un puzzle sideral
Ignoras si tus edredones salen en otro canal

Y tu, sospechando que no tienes manos
Y tu, con el viento revoloteando
Y tu, repintando el techo de tu cuarto
Y tú, la que vuela bajo y piensa en alto.

domingo, 20 de enero de 2019

Cosas en verde...


Nadie pensó que el mar era verde, pero el verde llegó a las laderas de tu corazón y entonces pensaste que quizá el mar podría ser verde pese a que la gente no podía pensarlo. Pensaste que el mundo tenía varas de medir, unas largas y otras cortas. Varas en las que tú no podías medirte porque todas te superaban y no podías averiguar si te superaban por fe o simplemente porque las ramas tienden a crecer en el lodazal que drenaba lo puro y hermoso de nuestros cuerpos.
Y entonces llegó el mundo de las sensaciones.
Quizá deberían enseñárselos a más personas.

No...o pregunta al Señor Fantasía.


NO CREO EN TU MUNDO. (Reflexión en verso dedicada a este mundo del capital)

No soy de ese mundo.
De ese tan correcto,
sin risas, sin música,
sin acordes y sin cielo.
No soy de ese mundo.
Del que vive de lo recto,
del que odia las trifulcas
por temor a lo incorrecto.
No soy de ese mundo.
No soy el que lame un pirulo de sabores que no elevan,
no soy el que tiene las rodillas laceradas.
No soy el que fue a tu sitio, lengua y punto en boca.
No soy el que tiene las ideas a fuego grabadas.
No soy de ese mundo.
De ese que pertenece a una fantasía
que en virtud del egotismo
se muestra en el aire cada día
mientras otros se desprecian,
 puto abismo.
No soy yo quien irá a alabarte,
a regocijarme en tu lisonja.
No seré yo quien tiña esto de arte
cuando desde el templo parece trola.
Mi arte se parece a mil canciones
sin ningún espectáculo circense,
se parece más a una densidad de olores
que tiene las ganas de saberte
y menos las de loco volverte
por el día de los locos alzados en lo inerte.
Mantenido en tu mundo por tu ansia,
esa que repleta tu cuerpo del deseo de la fuerza 
para ser en el mundo que pergeñas
principio de todo
el alfa y el omega
el gestor de cataclismos
vendedor de lodo
lobo de día,
puto abismo,
no jugaré tus cartas,
que me suenan baldías.
De las vidas de miles,
del terror de cientos,
del sabor de decenas,
de su miedo te alimentas.
De quien no tiene el mundo por vivir pues vive de pena.
No soy de ese mundo…

domingo, 13 de enero de 2019

Poemas de Valente...

Me gusta Valente...es descarnado, complejo y profundo a veces, y de un verso que parece una prosa plagada de referencias que uno no alcanza a abarcar. Me dejan dudas sus poemas, me dejan pensando e intentando asir el sentido para exponerlo a la luz de los días que vivimos. Me gusta Valente.

 MATERIA

Convertir la palabra en la materia
donde lo que quisiéramos decir no pueda
penetrar más allá
de lo que la materia nos diría
si a ella, como un vientre,
delicado aplicásemos,
desnudo, blanco vientre,
delicado el oído para oír
el mar, el indistinto
rumor del mar, que más allá de ti,
el no nombrado amor, te engendra siempre.

sábado, 12 de enero de 2019

El sur

Del gran poeta José Ángel Valente




El sur como una larga,

lenta demolición.


El naufragio solar de las cornisas

bajo la putrefacta sombra del jazmín.


Rigor oscuro de la luz.


Se desmorona el aire desde el aire

que disuelve la piedra en polvo al fin.


Sombra de quién, preguntas,

en las callejas húmedas de sal.


No hay nadie.


La noche guarda ciegas,

apagadas ruinas, mohos

de sumergida luz lunar.

La noche.

El sur.



Me pierdo en qué será ese sur que aparece sin mayúsculas, el sur andaluz? el sur de tu cuerpo? el sur de tu alma? el sur de la ciudad? el sur del día? ...simplemente el sur.

lunes, 7 de enero de 2019

Gran poeta...

Imsonio 10
Marina Tsvetaeva


Otra vez una ventana
donde otra vez no se duerme.
A lo mejor beben vino,
a lo mejor no hacen nada.
O tal vez, manos unidas,
no separan esas manos.
En cada casa, mi amigo,
hay así una ventana.
Separaciones y encuentros:
gritas, nocturna ventana,
quizás hay cientos de velas,
o quizás sólo tres velas.
Sin reposo
mi cabeza.
En mi casa
ha entrado eso.
¡Hay que rezar por la casa sin sueño!
¡Y rezar por el fuego en la ventana!

Covers iguales...the great Gig in the Sky


Para los que conocemos la original este cover es clavado a la canción del disco de Pink Floyd. Es maravilloso, que pedazo de canción, no sé si llorar cuando la escucho o simplemente quedarme extasiado por la belleza.

¿Un simple juego?



Solo me apetecen canciones tranquilas...y eso que he estado escuchando a The Jam.

sábado, 5 de enero de 2019

Horas...

Hora de siesta...pensando si dormir. Horas de siesta en España. Cuando me desentiendo es cuando no acabo de entender lo que, quizá, es sencillo.

jueves, 3 de enero de 2019

La Duquesa del Guadiana



Fragmento de un cuento encontrado entre los restos de la muralla de Córdoba por un soldado de las huestes de Fernando III.

"En el muro del dolor hay una capa que esconde todos los animales en los que nos habíamos convertido en el pasado y en los que serán nuestra compañía en el futuro. En ese muro puedes pasear por su filo como si tuvieras una almohada que cuidase de tu caída, como si una ventana fuera tu vía de escape, como si estuviera a tu lado, pero yo estoy abajo contemplándote, como uno de los animales que fuiste a buscar en el muro. Soy un animal de tu granja, uno más que quieres domesticar y que echas a patadas a veces y otras simplemente desapareces para que busque tu mano en pos de un alimento que le tiras de vez en cuando, sin más interés que el que salte para ti. Soy tu animal de granja mientras que la granja comienza a incendiarse sin ningún sentido más que los estallidos de incomprensión.

Pero tú no miras las llamas, solamente te acuestas en el sofá que fotografié en una tarde de verano con la canícula fuera y el carro del deseo esperando para salvarte de las garras del sexo desordenado. Viviendo una vida de lujuria que no habrías imaginado pero que anhelas cada noche de verano, el resto de las estaciones simplemente tocas tu cuerpo pensando en las manos que podrían deslizarse sobre él y eso te lleva a otro libro de poesías no escritas, perezosas hasta que llegue el domingo para pasear por la ciudad. Y yo ando sentado en el patio de butacas amando vivir una vida placentera y viendo tu función de cada tarde de domingo veraniego e imaginando lo húmedas que pueden aparecer tus sábanas cada mañana. Y el visir, mientras tanto, aplaude con las palmas de las manos enrojecidas de una emoción que él mismo desconoce, y yo miro al visir y tus pies descalzos sobre el escenario sin entender por qué la luna de agosto sigue apareciendo cada mes.

Ayer te compré en el bazar dos conjuntos de ropa interior que harían la delicia de cualquiera pero que finalmente tiré por un hueco de la muralla que daba al contrapeso que acciona el mecanismo de bajada y subida de la puerta norte de la muralla. Mientras miraba como lentamente caían sobre el techo de los mismos pensé que era el mejor sitio para la seda que iba a acariciara tu cuerpo, sobre el contrapeso vivirían una vida de subidas y bajadas, como las que das a cada uno de tus animales de granja.

Y a la salida del rellano al que da lugar nuestra habitación imposible veo la calle muerta que nos enseña como van las vidas por estos barrios donde tú eres la reina y todos trabajamos para ti, nuestra querida duquesa que emulas a un Guadiana, apareciendo y desapareciendo. Tu Guadalquivir es demasiado sencillo, es navegable, mientras que el Guadiana es impredecible."

martes, 1 de enero de 2019

Tremendo descubrir a Marina Tsvetaeva

Joder qué descubrimiento esta poetisa...

Entre nosotros, los diez mandamientos…

Marina Tsvetaeva


Entre nosotros, los diez mandamientos,
el calor de las diez hogueras.
La sangre hermana causa rechazo,
pero eres de sangre ajena.

En los tiempos evangélicos
yo sería una de aquéllas…
(¡La sangre ajena es la más deseada,
y entre todas, la más ajena!)

Con todas mis desazones, preclaro,
arrastrándome, te seguiría.
Oculta la mirada demoníaca,
Perfumes en ti vertería:

sobre tus pies, bajo tus pies,
o derramándolos a tu paso…
¡Fluye, pasión envilecida,
empeñada a los parroquianos!

Fluye con la espuma de la boca,
con el fervor de la mirada.
Fluye en el sudor del lecho. Tus pies
en mi cabellera calzo
como en una piel.

A tus pies, como seda, me extiendo.
¡No serás aquél (¡soy aquélla!)
que dijo a la bestia de la melena
ígnea: “¡Levántate, hermana!”

2

Por tus derroteros no pregunto,
porque, amada, todo se cumplió.
Tú me has calzado a mí, descalzo,
en el torrente
de tu cabello
y de tu dolor.

No pregunto cuánto han costado
estos perfumes. Al desnudo,
a mí,
con la ola de tu cuerpo
me has vestido,
como con un muro
o una vid.

Dócil y dulce, como nunca antes,
manso tocaré tu desnudez.
A mí, tan recto, me has enseñado
el declive de la ternura
al caer a mis pies.

Me harás una fosa entre tu pelo,
y sin lienzos me envolverás.
¿Para qué me has de traer la mirra?
Como ola,
tú me lavarás.


Sin rumbo



Camino sin saber si hay un camino
herrado como un asno equivocado
errado  como un jumento perdido
zopenco transparente a tu buen hado.

Y sin saber de la verdad, camino
ignorando el sentido de los pasos
sabiendo por saber que ando torcido
sin el mapa del tesoro de tus manos

Camino en la vereda del destino
cual jamelgo ignorante de entresijos
pecados y algún otro desatino
atisbando un sendero ya prolijo
extendido sobre el desierto mohíno
sin fronteras... ni del presente vestigio

He leido cada palabra y sigo sin entender nada...



Creo que Travis me entiende...belleza para conjugar tristeza con palabras.

Mierda...

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda...

sin copy paste.

Prohibir...




Cuando te prohíben hablar te quedas pensando si tiene sentido y lo siguiente es si el objeto último de la prohibición es la prohibición del pensamiento. Pero el pensamiento creo que va por su lado.

Feliz año...

"- Yo no te pido nada -dijo él- salvo una cosa. Poder tener un minuto todos los días en que el cielo nos sonría.
- Pero ya no estoy enamorada -respondió ella.
- Pero no es eso lo que te pido -respondió él.
- Mira, el cielo no está para sonreírnos.
- ¿Estás segura?
Y el año comenzó..."

¿Dónde…

…quedaron tus pies descalzos caminando?