Hoy...
Caminas, llegas, te vas, sudas y te cambias.
Paisajes, rostros que se cruzan, paseos,
parques por visitar o lluvia en el diván.
Los días que te pasan y los que pasan por demás.
Trazos, recursos en la arena, una pluma ligera,
un vaso con hielo, tus manos invisibles te rodean.
Noches de calor o solo el recuerdo de lo que era,
o tal vez la nevera abierta con esa luz tan fea.
No tengo nada que recuerde o que me diga
el lugar donde perdí los pasos, la ruta de mi esfera.
Y aun así el mapa se me fue en un momento antiguo.
No tengo nada para que mis manos lo persiga,
tan sólo el deseo de todo aquello que me espera.
Y aun así el camino no resulta tan exiguo.