Escucho Morning Phase y por fin veo que he vuelto a
encontrar algo. Llevaba mucho tiempo sin agarrarme a un disco y este me parece
fantástico. Es un Astral Weeks del 2014. Es algo que te pasa por encima
lentamente, que te susurra mientras arrasa tu pensamiento. Por fin he vuelto a
encontrar algo maravilloso. Un Beck en plena madurez que nos enseña parámetros
de belleza sin formas predeterminadas, nada de figuras o fórmulas, simple y
llanamente sonidos de alguien que apuesta por lo que sale de su alma.
Morning Phase es una alegoría a la tranquilidad y al no
dejarse fascinar por la velocidad de los tiempos que pasan. Un canto a la mano
que te ayuda desde el café de la mañana.
Beck es uno de esos genios que van y vienen de puntillas en
un mundo demasiado repleto de información y de personajes.
Gracias por el álbum Beck…algunos necesitábamos algo así.