No hay segundos, ni minutos. Ni terceros…ni una hora para
pensar. No hay, solo un momento de color, extraño, el que viene con el soplo
del desierto.
No hay balanzas, las perdimos en el camino. Ese que dicen
que nos hace grandes pero que consume nuestros yoes. Porque no es el rumor del
polvo el que oímos cada mañana.
El momento del hoy es el pasado que nos atenaza para no
sentirnos libres. Hay demasiada gente mirándonos.
El extraño sopor del rumor nos adormece mientras paseamos en
playas plagadas de arena con lluvia otoñal pensando en la manta que nos acune
mientras vemos por televisión figuras girando, figuras que nos encantan.
La salida a tu sueño está bajo llave. Yo tenía una muesca,
la horma en plastilina la hicieron por ahí, en un bazar de ensueño. Déjame
escuchar el rabab de out of time.
Dale a la locura de tus pensamientos y salta de manera
extraña, nada detiene tu tortura de pensamientos mientras desangras tus
realidades por el pulgar del ok de tu mano, mientras señalas con tu índice
plagado de grupos sanguíneos, mientras no sabes si vienes o vas porque te tiene
atrapada la mierda que no entiendes. Ama a tu hermano, a tu hermana, y quizás a la caja de zapatos que
ayer te compraste. Grita yeah yeah yeah. Oh…la canción va terminando…
Después de una decena de universos, he vuelto a ver Chasing
Amy. He vuelto a sentir que esta película me parece una fantástica película de
amor real. Me parece subile. He vuelto a ver Chasing Amy.
La banda sonora independiente suena a Kevin Smith y eso me
lleva a la intervención que hace Bob el
Silencioso. La historia que cuenta, Chasing Amy, persíguela sin los miedos que
atenazan tu espíritu.
Escucho ahora Beck, Morning Phase. Maravila del 2014, me
encanta.
Dicho esto…dejo de escribir porque no sé cómo hacerlo.
Una vez más llevo mil años sin escribir…y ahora lo hago
posiblemente por la canícula, esa que nos azota cuando llega el verano, ese
sopor tremendo en el que a mí, por llevar la contraria, me da por ejercitar mis
más que perezosos dedos, mi más que maltrecha imaginación, mi poderosa
verborrea estúpida en papeles en blanco. Poderosa por echarme algo de flores,
en realidad no es poderosa, más bien un saco de podredumbre.
Termino de ver BB, Breaking Bad, Arsénico, Hierro, Cobre,
Nitrógeno, Calcio, Berilio, Niobio, Molibdeno…baby blue, sonrisa final de
Walter. Breaking Bad ha sido un cataclismo como lo fue Los Soprano…Breaking Bad…termino
de verla y se me queda la sensación de que algo se ha ido…pero me la he
comprado…todos los DVD, con comentarios. A tomar por culo…
Igual con True Detective, espero ávido la segunda temporada,
la primera me la compré también, por supuesto. Y fue fantástico verla.
Y ahora estoy con Penny Dreadfull, que me la compraré…pero
en pack, esta primera temporada la estoy viendo con bajadas de torrent
esperando a comprármela cuando salgan la primera y la segunda. Soy comprador,
sí…de esos que les gusta poseer. Así es…los demás que pirateen a saco…yo lo
hago para poseer lo que me da buenos ratos. Soy un perfecto gilipollas como diría
cualquier tío tuerto y con patapalo. Y además soy del Aleti.
Y no sé muy bien porqué digo que me compro series, no viene a cuento de nada. Pero lo suelto sin más, con una censura inútil en el mundo que invento en cada sílaba. Un mundo sin pies ni cabeza. Total, no es plan de ordenar lo que a uno se le ocurre no vaya a ser que saque un código de conducta de palabras o de pensamientos...ese ya existe, y está fuera de uno.
Ahora que ando retomando sonidos de finales de los ochenta,
ahora que creo que todo está tomando el cariz de la distnaica, ahora que ando
con prismáticos, ahora creo que soy la mayor mierda del mundo y es mejor
simplemente ver series de televisión. No tengo la realidad de mi lado a la hora
del deseo de hace años, así que vuelvo a mi clásica estupidez de refugiarme en
la música y en el cine, un cine teñido de televisión e inmediatez. Los guionistas
ahora hacen cosas para pantallas de led y los empresarios para pantallas de
miles de pulgadas. Ahora tiene más sentido Elephant Stone. Quiero tocar
Elephant Stone…parece que hay un puto agujero en mis sueños, un agujero que va
dejando escapar lo que creo que debería esconder.
Si no sabes lo que es Elephant Stone, bienvenido, yo lo
descubrí hace dos semanas, después de que llevara veinte años ahí…esperándome
mientras yo la despreciaba.
Debe estar ahí el Elefante, esperando que alguien se le acerque, bailando a ritmo de rave, en un desierto, en las miles de las mentes que no saben si el sol va o viene por el oeste de sus mentes, entre todos a los que la canícula les vuelve del revés y con ganas de echarse agua por la espalda.
Walter White y Jay Gatsby…pues no sé yo quién es más jovial.