Personalmente no entiendo nada del silencio perpetuo salvo
si está acompañado de cierto odio perpetuo. Hasta la indiferencia no es
consuetudinaria con el silencio. No hay una costumbre habitual entre el dar
igual y el callar. Hasta la educación tendría que decir algo de eso.
No es normal nada de lo que ocurre en las bambalinas de la
monotonía silenciosa. Me afecta porque las bambalinas están repletas de una
historia que se empeñan en borrar. Pero la historia, en los países y en las
personas, la historia está ahí por mucho que quieras borrarla.
No me gustan las respuestas mentirosas. Son como una niña
que no sabe más que romper juguetes…
Quizás solo seas una niña caprichosa
Escondida tras los halos de un diván
Deslumbrada por tu noche luminosa
Escondida de la estúpida verdad.
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