No tengo ganas de escribir, llevo mil años sin ganas de
escribir, solo quedan ganas de escuchar a Love of Lesbian, y, con suerte,
escribir alguna letra estúpida.
No tengo ganas de escribir pero, afortunadamente, veo alguna
que otra película. De esas de hace mucho, en blanco y negro, en versión
orginal. De Cary Grant que me encanta. Esta noche me vi The Awful Truth, o La
Pícara Puritana en español La Dunne invadiendo la pantalla con Cary en su papel
de marido distante, abandonado y enamorado. Esa ironía tan típica de Hawks,
Lubitsch y McCarey.
Hoy me vi la peli, después de una extraña final de Champions
donde la justicia pasada le dio al Chelsea lo que le quitó hace unos años. Eso
que nos debe a los colchoneros, pero que apenas reclamamos porque nadie
recuerda porqué nos lo debe. Eso queda para nosotros.
Hoy me vi una peli de antes de 1940 y lo pasé pipa,
recordando otra similar, recordando que el cine no son solo efectos especiales.
Y eso poca gente de ahora lo sabe.
Hoy dudé entre el Drácula de Stoker o una peli antigua y
ganó lo antiguo.
Hoy llevo obsesionado con Love of Lesbian como hace meses,
con un grupo hipnótico con trances multicolores que se convierten en cerraduras
de logros automáticos. Una banda de brumas espesas con aspersores subsónicos
que nos convierten en auditores de una realidad coloreada en conjuntos imposibles
de longitudes de onda.
Hoy tampoco tengo ganas de escribir pero puse unas letras…
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