![](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4d/El_oso_y_el_madro%C3%B1o_-_02.jpg/250px-El_oso_y_el_madro%C3%B1o_-_02.jpg)
No creo que folle mejor que nadie,…bueno sí, mejor que algún
cadáver pasadas cuarenta y ocho horas tal vez sí, aunque habría que contar con
la rigidez duradera. Total que no creo que ese sea el motivo de que Elena me
haya follado un millar de veces desde la fiesta…bueno un millar, unas diez,
pero añadir ceros se me da bien. Suelo añadir ceros a mi libreta de éxitos con
Silvia, ya llevo como unos cincuenta ceros sin ningún numero previo.
Esperando a Elena veo que estoy empapando los bolsillos del
pantalón, llevo las manos dentro para ir secándomelas para cuando llegue Elena.
Las saco, intento airearlas y casi arreo un bofetón a una niña que pasa por mi
lado, me disculpo ante el padre, el padre se disculpa porque la niña va a lo
loco y yo me siento como un imbécil. No hace frío, más bien calor, unos
veinticinco grados. Yo sudo y tengo frío. Quizás esté enfermo, debo estar lleno
de ninococos. Me voy a un escaparate, miro el reloj, son las ocho y
veintinueve, lo mismo la criatura ya tiene cuatro semanas, y yo sin cuidarla,
ya me vale. Y encima voy dando bofetadas a los niños que pasean por la Puerta
del Sol. No valgo para padre, perdóname Elena, soy lo peor. Rafa, soy lo peor
de lo peor. Silvia, soy lo más horrendo. Triángulo con ojo, ¿puedo volver a las
pajas?
- Hola
Nino, -aparece Elena, joder, que guapa está. Lleva una falda corta, top
ajustado blanco con sujetador sin tirantes, tengo una erección y me digo que es
preciosa para follármela ahora mismo y luego babear por Silvia, ¿estoy
gilipollas?.
- Hola,
¿qué pasa tía?, -si hubiera premios por los saludos estaría nominado año tras
año a los premios Razzies.
- Anda
vamos a algún lado, tenemos que hablar.
¡¡¡Hostias!!!, “tenemos que hablar”, he logrado una auténtica
proeza. Esa frase la dicen las chicas siempre, pero cuando son pareja. El hecho
de que una chica que no sea mi pareja me diga que tenemos que hablar es algo
extrañamente absurdo, paradójico y propio de una ecuación cuántica. Es algo muy
de Heisenberg, no es posible saber la velocidad y la posición simultáneamente de
una partícula, no es posible que una chica tenga que hablar contigo y que no
sea tu pareja al mismo tiempo. He logrado una quiebra en el continuo espacio,
tiempo, mujer, sexo.
Entonces pensé que si una tía te dice “tenemos que hablar”
cuando eres su pareja es porque de una forma eufemística te está diciendo “quiero
cortar contigo pero digo estas palabras para no sentirme mal, así solo te
siente mal tú por quedarte más solo que la una, gilipollas”. Por tanto si solo
hay una relación sexual es porque algo pasa que te va a impedir tener sexo con
ella de nuevo “te digo esto porque quiero dejar de follar contigo pero no
quiero sentirme mal por echar de menos tu florete, así que te haces unas pajas
mientras yo incubo nuestro retoño”. Lo cual me llevaba de nuevo a que estaba
embarazada…pero claro, si está embarazada el menor de los problemas sería acostarnos,
no creo que pudiéramos fecundar de nuevo para tener embarazos sucesivos, sería un
hito en el ser humano “pareja tiene 3 embarazos consecutivos en intervalos de
seis semanas”. Si eso pasara posiblemente me haría rico dando conferencias
acerca de nuestra habilidad natural, de mi florete y de los cuernos de Rafa.
Pero no creí que no fuera el caso.
Caminamos hacia algún sitio donde tomar una cerveza, mi
cabeza sigue dando vueltas al nudo de la cuestión, el desenlace lo veía lejos
aún. Observaba que ella hablaba pero por sus gestos debía ser algo banal, yo
asentía y perfectamente podía estar diciéndome que había inyectado una aguja
con salfumán de efecto retardado en mis venas la última vez que me quedé dormido
con ella para que mi muerte fuera digna de una novela pulp de los años treinta,
que me había hecho fotos desnudo en posición fetal mientras babeaba y las publicaba
en internet, y que había hecho una colecta para que me declararan lerdo mayor
del reino…que ni me enteraba. Yo estaba con mis pensamientos y ella con su
perorata, en la que de pronto escuche el nombre “Rafa” y puse atención…pero no,
era que Rafa volvía al día siguiente de pasar unos días en Santander y que ella
no había tenido ni dos días seguidos para salir de Madrid. Al oír esto pensé
que a mí me había venido bien porque así había estado con ella, y luego sentí
cargo de conciencia porque eso significaba que Rafa era un astado digno del
siete de Julio por mi culpa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario