Tener amigos mola, si además están en una banda de rock,
mola más, si además tú formas parte de esa banda ya es la hostia.
Después de 7 años nos volvimos a subir a un escenario. Con
una semana de preparar y ultimar detalles, con peleas y tensiones de última
hora. Con risas e ilusión. Con un poco
de evasión rutinaria por el quehacer de todos los días en el trabajo y en casa
llegó el viernes donde The Reflectors presentaban “It’s always the same when we play on a boat”
en la Sala El Perro.
Tickets agotados, sold out…increíble. Se acercaba la hora y
empecé a estar nervioso sin saber muy bien por qué no lo había estado apenas en
los días anteriores. Nos subimos y comenzó todo. El local tiene una estética
envidiable, recordando a la mítica Cavern de Liverpool…ni una baldosa libre, la
gente volcada.
Ahora queda la sensación de que lo hicimos y las ganas de
repetir.
The Reflectors…we
are on the road again!
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