Me insultabas en los tiempos del descaro
en el bosque monegasco de tus fiestas
exponías el insulto como dardo sin reparo
apuntando cual Diana cazadora de mi testa
Y, ahora, en los tiempos de otro mayo
me desprecias, cada verso conjugado lo detestas.
Rodearías los recuerdos de un mamparo
sepultando mi miseria deshonesta
Olvidando lo que soy, solamente aquel mal bardo
Que alegraba cada tarde el desnudo de tus siestas
Deseando tu deseo con mil palabras mojado...
O aquel loco que te trajo del Gran Gatsby cada gesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario