Nada hay parecido al asalto que me acomete. Nada. Y me muevo
por terrenos sólidos, Por arenas cimentadas en años de hormigón. Las mismas que
a veces son movedizas.
Soy un loco y son más de las tres...
Pero el hielo de enero me golpea con ariete de hierro, con
inusitada fuerza de manera aleatoria. Hoy me di cuenta a las 15.00 que todo era
un juego de muecas. Que lo que niego no es falso y lo que afirmo es una verdad
a medias. Porque hay algo más que es extraño. Y sin embargo pocos entenderían
de qué va este segundo asalto porque, de hecho, para mí no es el segundo, puede
que sea el enésimo y que será eterno.
Soy un gallo que siempre tendrá una pelea enfrente para que la gente suelte su dinero. Alguien habrá para que insistentemente, de manera eterna, en una pelea
inútil, suelte su dinero apostando al contrario. Apostar por mí es perder el dinero. No lo hago bien, no muevo mis brazos porque ya los moví muchas veces,
de manera esdrújula una y otra vez, sin sumar cien sin hacerlo bien, pero
moviéndolos.
Letras en el baúl de Pergúmeno, encontradas diciendo...
"Yo llamé muchas veces a las ventanas de bomberos sordos. Y no eran bomberos quienes estaban al otro lado sino que se trataba de ti. Me contaste sueños imposibles en los cuales yo llegaba en helicóptero tan sólo para hablar contigo. Eso es el pasado y mi disfraz de héroe lo guardé en el armario de tus recuerdos. Mis mallas de invencible se quedaron como retazos de palabras olvidadas. Esa palabra, retazo, que quisiste ocultar.
"Yo llamé muchas veces a las ventanas de bomberos sordos. Y no eran bomberos quienes estaban al otro lado sino que se trataba de ti. Me contaste sueños imposibles en los cuales yo llegaba en helicóptero tan sólo para hablar contigo. Eso es el pasado y mi disfraz de héroe lo guardé en el armario de tus recuerdos. Mis mallas de invencible se quedaron como retazos de palabras olvidadas. Esa palabra, retazo, que quisiste ocultar.
No hay nada que me suponga un asidero al pasado que pasó. Y
lo que hago es fabricar unas manijas cada día para no desprenderme de lo que me
supuso tanta emoción. Manijas de relojes olvidados, de cuerda ancestral. De
silbidos y de reyes de león, porque el neón nunca alumbró nuestros paseos. De fiestas con futbolín y copas hasta el amanecer.
No son mentiras, sino que fueron lo que fueron.
Supera esto...¿serás capaz?, creo que no. La putada es que yo voy por encima de vez en cuando."
A veces te pasas…siempre…incendios de nieve y calor. Me cago
en la hostia puta.
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