Hoy es un mal día, me levante a las 5 y media de la mañana y
me fui a correr, a los 10 minutos me dolía la rodilla, forcé. Al terminar la
rodilla no me dolía pero después de dos semanas sin correr estaba agotado y me
mareé levemente. No pude estirar bien, vuelvo a casa andando y la rodilla
empieza a dolerme. Empieza mal el día.
Me ducho, lo mejor del día hasta ahora, el agua hace
milagros y me dan ganas de quedarme en remojo durante horas. Llego al trabajo
con The Hollies sonando en el coche y me entero de una noticia poco, muy poco
alentadora.
Me quedo pensando que he hecho mal durante tanto tiempo. Me
quedo pensando en si se puede desvincular una vida de otra dentro del mismo ser
humano. La dualidad o multiplicidad se me antoja complicada a día de hoy...y
sin embargo hace años me salía.
Pienso que me equivoco en demasía, me da la sensación de que
no hago lo correcto o si lo hago no sé valorarlo. Pienso que mis minutos son
demasiado eternos cuando alguien espera para tomar café. Pienso que la realidad
de color azulado ha cogido un apartamento con vistas al mar que no está dispuesta
a abandonar.
El momento del escarceo con el día a día no es válido, no
tienes espadas, yo no las tengo y el vecino de enfrente ha montado un aquelarre
con un gato montés como víctima. No entiendo nada.
No sé nada de nada.
No sé a qué se refería Lou Reed con su Perfect Day. Desde luego no a este día.
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