Días o gusanos, nervios en el corredor que espera un momento
de tu tiempo para liquidarte. No queda nada de lo que eras, no queda nada
porque la dictadura te arrebató de ti mismo, eliminó tu ser, prescindió de lo
que eras porque no valías para nada.
Cambios insistentes que te favorecen cuando tienes dolor de
alma al llorar por lo que valorabas que te abandonó. Porque quieres volver con
él cuando nunca te dio un beso, cuando nunca te regaló una lágrima de
felicidad, nunca se enamoró de las caricias de tuas manos, nunca pensó que tus
palabras eran especiales, nunca supo contemplar tu cabello y quedar rendido,
nunca escuchó tus esdrújulas en modo amor, nunca te buscó por las noches al
otro lado de un teléfono mientras estabas tumbada en tu cama, nunca buscó el
número de una habitación para llamarte, nunca rompió el hielo de un maldito
enero, nunca habló contigo deseándote de un modo prohibido, nunca esperó por ti
un nuevo asalto, nunca te buscó en un concierto mientras su novio iba de su
mano, nunca te sacó del hoyo d ela tristeza sin querer, nunca te pidió que la
acompañaras a una isla desierta, nunca sentiste que sus brazos se movieran para
impactarte en un golpe invernal, nunca pensaste que su regalo era falso, nunca,
nunca, nunca...
Nunca pensaste lo que podrías llegar a quererla.
No sé de dónde viene la imagen, pero siendo una isla me recordó una frase...
El hielo durará mil años y dudo que alguien nos encuentre
querida dama.
Hoy lloro, querido Aloysius.
Brideshead Revisited
Gari Sandance
No hay comentarios:
Publicar un comentario