Me engancha…tras un primer impacto de algo más de cincuenta
minutos en la primera entrega, con una sensación agridulce entre perdido y con
la sensación de que esconde más de lo que se ve, me puse el segundo una semana
después.
Sencillamente maravilloso, me ha dejado pillado, enganchado
a la birra como Rusty Cohle a la birra o a saber qué. Me deja enganchado, la construcción
de personajes se asienta en el segundo episodio, se muestra como una de las
piezas sólidas, Marty y Cohle, antagonistas y unidos por el servicio a la
comunidad o quizás por la vanidad de resolver el caso. Ambos navegando en sus infiernos particulares,
tan distintos entre sí que no se acaban de entender el uno al otro pero les
hace necesitarse y, hasta cierto punto, respetarse.
Maravillosa segunda entrega…seguiremos en ello.
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