El rescoldo ardía, siempre ardía, tiene la apariencia de una llama normal pero sin embargo se comportaba como una llama perpetua.
Y no sé si eso era en todos los barrios. En el barrio en que lo vi me quedé maravillado, era tal el resplandor tranquilo, pausada, suave, parecía que su calor te acariciara. Si te acercabas no sentías un aumento de intensidad, la calidez te inundaba, sin quemarte. El rescoldo maravilloso lo llamaban, y así era. Ese rescoldo se mantenía ardiendo con cambios intermitentes pero siempre ardiendo, rescoldo sin tiempo, sin pasado, sin presente ni futuro, rescoldo por el que el tiempo solo pasaba para aumentar su fama. Algunos dicen que era el amor...
viernes, 15 de junio de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los años
Los años Nos caen los años… y que nos caigan pues duele más el hecho de que no caigan pese a nuestra impostura de viejo huraño. Du...
-
Se me ha ocurrido hoy algo rápido, por la mañana, nada más levantarme, acompañado por la lluvia que cae en Madrid estos días... Lluvia Llu...
-
No son horas de estar despierto, Ni e escribir nada de nada. No son horas, al fin y al cabo. Y aquí me ando escribiendo lo estúpido que e...
-
Ciertamente es un horror caminar con arañas entre los deseos. Arañas que van capturando en sus redes cada anhelo y lo envuelven en te...
No hay comentarios:
Publicar un comentario