El momento de leer está esperando a la vuelta de la esquina,
quizás escondido, disfrazado no vaya a ser que el amor sorprenda a la
melancolía y ésta desaparezca. El momento de leer con antiguos amantes
escritores, con nuevos capítulos desconocidos, con historias que hacen que tus
días busquen una interpretación en las manos de otros que nos precedieron. El
momento de leer me debe estar esperando en una esquina, en la misma que tú
estás sentada en un banco con tu traje de tafetán rosado, ese que nunca me gustó
y que ahora te pones para que huya de ti. El momento de leer se me escapa pero
debe andar por algún lado, si no estaba en la esquina que lo busqué podrá estar
en la parte de fuera de la ciudad, la parte donde el cariño se esconde entre
los bidones de basura porque es algo que no está de moda.
Y mientras tanto no sé si emborracharme. Y más si pienso en
las ganas que ahora tengo de follarte.
Y eso de que no puedo ser tu amigo...siempre he pensado que Lori Meyers podría hacer mejores letras...
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