Llevo días de entrañas
sin saberme y sin pensar
si el rumor de la mañana
se confunde en tus legañas.
Llevo días sin saberlo
como invierno sin castañas
llevo meses como un necio
sin tus besos de estraperlo.
Llevo un tiempo sin tus letras
sin tu verbo por no verlo
llevo noches en la tierra
sepultado, sin saber que se perpetra.
Llevo y llevo sin saber de tu rutina
ni de tu alma de morena beduina
ni de tu mundo, solo observo esta llovizna
sin saber encontrar mi gabardina.