domingo, 29 de diciembre de 2024

Idea de canción 1

 

Me llegan noticias horrorosas. Y el tiempo pasa,

No quedan manos para abrazarnos todos

ni brazos para manosear nuestros deseos

y llegan cosas que en nuestra mente abrasan

Me informan del terrible devenir que arrasa

el asunto del que huimos repletos de lodo

sin encontrar en el palacio la madeja de Teseo

sin saber cómo envolver las heridas en tu gasa

Me abrasan las palabras que no sientes

Me muelen pensamientos que no pensaste

Destrozas mi sonrisa por ganarme

Y no tengo ni ganas ni el tiempo de casarme

Me esperas en el antro donde vestiste a tu Diosa

Y yo me quedé agarrado al horror del principio

Lo injusto del mundo natural llega y me rebosa

Y no hay quien maneje este maldito municipio.

 

sábado, 28 de diciembre de 2024

Felicitaciones de Navidad

 

Tengo un amigo, o eso creo, que me ha respondido a mi felicitación de Navidad de una manera un tanto inesperada y, hasta diría yo, extraña. Un tranquilo y sincero mensaje deseando uan buena noche en compañía de los suyos me llega respondido con una alusión a Ayuso y a que si va diciendo que nos la roban… ¿alguien entiende algo? Yo personalmente no. Y me sorprende que entre amigos salga sin venir a cuento, de manera innecesaria, y con un afán extraño de protagonismo graciosete, el tema de la política. A mí ni la señora Ayuso ni el señor Sánchez se me cuelan en un mensaje deseando felicidad a un amigo. Me parecen unos intrusos, simplemente mentarlos ya sea para bien, o para mal, es algo que me suena a posible frentismo –nunca sabemos qué pensamientos tiene la otra persona- y a cuñadismo de manual. Claro que , qué mejor época que la Navidad para ejercer el cuñadismo, tal y como nos relata Balmes en su “Villancico para mi cuñado Fernando”.

No entiendo que se nos meta la política –por seguir usando ese vocablo, que a mí me parece denigrado a tenor de quienes se dice que la ejercen-, en todo lo que nos rodea. Y menos aún cuando el enfrentamiento y la fractura social empieza a ser tan evidente y provoca tanta discordia. Pues bien, el ciudadano en vez de “bajar el souflé” lo que hace es seguir los derroteros y la senda de borreguismo que le marcan desde el poder –uno u otro, rojos o azules- para reivindicar su equipo y desautorizar al rival. El rival…ese es el problema, estamos ya con la política igual que con los equipos de fútbol…y ni una cosa es política ni la otra deporte. La batalla constante en que nos desenvolvemos entre el ciudadano medio es provocada y alentada por unos señores que albergan la esperanza de que su futuro sea eterno en su poltrona de poder, rojos o azules.

Pero así estamos, viviendo entre tontos. Ya lo decía Pérez-Reverte, es más peligroso el tonto que el malvado. ¿Por qué?, simplemente porque hay más. Y cómo bien apuntaba, 100.000 tontos con un malvado se convierten en 100.001 malvados, porque se dejan llevar. Así estamos, con la tontería constante y dejándonos llevar. Si quiero hablar a un amigo de amistad antes cuelo un mensaje político no vaya a ser que pierda la oportunidad de mostrar mi intelectualidad perfectamente instruida, manejada y alienada por aquellos que en radios, prensa, televisión y redes sociales me van diciendo lo que es bueno, lo que es malo y a quien hay que denostar –o perseguir, depende de la pereza del tonto útil de turno-.

La literatura nos puede liberar de estos yugos, o la música. Pero no tanto porque dejemos de ser tontos –que algo también hace-, sino porque nos ocupa el tiempo y dedicamos menos a seguir las soflamas del político de turno y su propaganda. Goebbels sabía mucho de esto, puso una radio en cada hogar alemán para que se tragaran el mensaje del NSDAP…y vaya si se lo tragaron.

Me da pena, y cierta desazón, ver que entre mis amigos ha llegado también el forofismo político y, por tanto, se sienten cuñados de la razón. No me lo esperaba, me ha pillado fuera de juego. Supongo que es una muestra más de lo que ocurre a nuestro alrededor. Y no hablo de que piensen que tal o cual político no les gusta, eso me parece normal y hasta podría compartir sus filias o fobias. Hablo de que no pinta nada la señora Ayuso en una felicitación de Navidad entre amigos. Tampoco pinta nada que me pongan a Trump o a Obama. Y solamente a los del Aleti de verdad les aclamaría que mencionaran algo de mi equipo –nada peor que uno de otro equipo mencionándote el tuyo por hacerse el agradable-. Pero un político…por favor, ¿¿¿mencionar un político tiene cabida para desear una feliz Navidad???

Pero si piensas que sí, pues vamos por mal camino. Entonces Goebbels ha vuelto. Y es terrorífico. Esperemos que haya menos tontos o que, simplemente, hayan tenido un momento de enajenación transitoria. Si no es así,… me viene a la cabeza que entonces tendrá más sentido que nunca la canción de Golpes Bajos “Malos tiempos para la lírica”, será momento de quemar libros. Savonarola y Goebbels van de la mano y son una pareja temible.

Canciones de Navidad

 

Se acerca la Navidad, está aquí al lado. Me pongo a mirar canciones antiguas, villancicos, y me quedo asombrado por el éxito del villancico de Mariah Carey, ese All I want For Christmas Is You. Siempre pensé que era un versión y resulta que no. Me maravilla. Me parece una canción de Navidad de tomo y lomo, de las de siempre, de las que al escucharla sabes que ya está aquí, al otro lado de la puerta, la Navidad.

Una canción de Navidad debe sonar a Navidad, pero parece que tenemos que hacer lo contrario para parecer interesantes o rebeldes. Hace años yo era un rebelde con la Navidad, no la entendía, pero poco a poco he ido apreciando lo valioso que es hacer un interludio, un parón de tu día a día y dedicarte a abrazar, a sonreír y a intentar entender al de al lado. Solamente por unos días al año podemos hacer ese cambio, si total ya tenemos el resto del año para odiar todo, rebelarnos contra todo y estar enfadados. Y así entiendo yo que deben ser los villancicos…hace poco unos amigos me decían que si hicieran una canción de Navidad sería en plan punk y yo, en mi estupidez tradicional, les decía que para eso mejor no hacer la canción, que una canción de Navidad tiene que sonar a eso, a nieve, a campanitas, a alegría y a ganas de abrazar a tu amigo porque llega una época donde nos damos un respiro.

A mí el punk me encanta, me lo paso bomba escuchando a los Ramones o a The Clash, a Intenational Noise Conspiracy o a Greenday, es una forma de descargar mala hostia y liberar cierta energía que viene muy bien de vez en cuando y, además, puedes encontrar canciones maravillosas tanto en la letra como musicalmente, pero para Navidad…para Navidad dame a la Carey.

Y puestos a hablar de la diva americana hay otra cosa que me encanta de ella, su imperfección. No es un cuerpo como el de una modelo, no es una artista de calificación sobresaliente como Taylor Swift, físicamente –¿está mal mencionar esto?- tiene un cuerpo rotundo de esos que si te olvidas de ir al gimnasio dos meses comienza a deambular de manera autónoma. No es especialmente guapa. No es nada perfecto en lo físico y tiene una voz maravillosa. Esa ausencia del culto al modelaje –que luego a saber cómo lo lleva ella-, me fascina, sus movimientos sosos –diría yo- en el video de All I Want For Chistmas… son hasta casi torpes. Y otra cosa, la canción suena muy a Navidad…pero lo que cuenta es muy poco navideño, solamente le interesa que en las fiestas esté su maromo, que todo le da igual…hasta el bueno de Santa le parece prescindible si no está su chico para compartir cena, sofá, cama y fluidos. Solamente quiero que estés tú conmigo en Navidad, que el resto ya, como que me da igual.

Y, pese a todo, la canción de la buena de Mariah se ha convertido ya en un clásico de estas fechas. Y eso, eso tiene mucho mérito, Hay pocos clásicos recientes de Navidad, el de Wham, el de Frankie Goes To Hollywood (que creo que está olvidado) y no muchos más. Y la señora de Huntington tiene las santas narices de componerla junto con Walter Afanasieff y situarla como clásica. ¡Qué grande!

Para mí, el disco de Navidad redondo es el de Phil Spector, A Christmas Gift For You, con esos sonidos clásicos de principios de los sesenta producidos por el loco de Phil y su muro de sonido para no dejar pasar un microsegundo de silencio entre nota y nota. No veo muchos discos que compitan al nivel, aunque ahí entra el concurso de los gustos y yo soy muy de Spector aunque no me guste,…o me gusta mucho Spector aunque no soy de sus producciones. Dicho lo que sea, que uno empieza a perderse en las divagaciones, creo que el mundo de los discos navideños puede resultarme una vía de escapa para reivindicar a un artista, pero si eso sirve para regalarnos algunas píldoras maravillosas musicales, ¡bienvenidos sean!

Los años

  Los años Nos caen los años… y que nos caigan pues duele más el hecho de que no caigan pese a nuestra impostura de viejo huraño. Du...