martes, 3 de julio de 2012



Érase una vez una selección que siempre caía en cuartos, que hacía real la frase “jugar como nunca y perder como siempre”, que se encontraba con Tassotis, con Cardeñosas o con Al-Ghandoures, que tiraba penalties decisivos a las nube sin parar ninguno.

Erase una vez una selección que nos decepcionaba y no entendíamos porqué cuando había jugadores de clase y calidad.


Así iba a comenzar el texto de este blog, una nueva entrada con referencia a la selección nacional, esa que nos ha regalado unos cuantos momentos de alegría en el desierto rutinario de desazón. Unos instantes donde la sonrisa se instalaba como gorriones en el nido de un árbol seco y maltrecho por tanta soledad en el mundo del horror gris.
Pero así se quedó el texto…no me vinieron ganas de seguir escribiendo sobre fútbol. Sobre alegrías que duran dos días y el tercero volvemos a mudarnos al barrio del dilema, ese donde vamos eligiendo entre la tristeza y el aburrimiento.
Me dicen por ahí que no me valoro lo suficiente. No sé si es así, creo que tengo algún valor, quizás no especial, o quizás poco útil, o poco duradero en la admiración. Sé que mis luminosidades no suelen durar mucho, son fuegos de artificio que se desvanecen con el pasar liviano del tiempo.

Me dicen que vaya a saludar por tierras prohibidas. Allá, en las tierras del abismo habitan seres angelicales con espadas de fuego que te atraviesan sin darte cuenta. Maniobras oscuras que hacen que te quedes epatado por su belleza para luego sentir el cortante filo helador de la llama afilada. Son seres que establecen treguas de doble filo, con palabras ambiguas y contradicciones olvidadizas. Son dragones que rehacen un Ragnarok eterno cada vez que alguien cree ascender a Asgard, cada vez que alguien liba el néctar de cabellos dorados. Cada vez que te acercas a lo irreal.
Me dicen que vaya por esas tierras…me lo dicen seres tranquilos, con voces que suenan sinceras. Seres que no saben de todos los horrores de las tierras que habitan. Me cuentan que me protegerán de los horrores que ellos conocen…pero ignoran los otros…

Hoy iba a hablar de la selección…del combinado nacional. Pero me quedé pensando que el combinado nacional era un dyc con casera.

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...