viernes, 24 de septiembre de 2021

No es cierto...mientras lapidas.

 Me han fustigado como si fuera un perro andrajoso, patadas duras.

No quieren entenderme y pintan una realidad falsa.

No es así, no soy así, no es amor lo que engendra odio...no puede ser. O de ser, será lo que no puedo entender pues no hay universo que albergue las enseñanzas para entenderlo. No es verdad que sea ese monstruo cuya descripción me hace sentir un ser inmundo, que se alimenta del horror, que duerme de día y engulle de noche las almas de los seres de terciopelo. Niego la mayor, niego tal cúmulo de maldades, no atesoro tamaña montaña de mentiras.

Pero así me pintas, como Goya a Saturno, devorándote como si fueras alimento para la abyección de mi ser. Así me describes. Así dices que destrozo el espíritu. Así logro el deterioro de la humanidad, así golpeo y descoyunto la bondad de cada ser. Así...así no es.

Cada vez que hay una huida me tiñes de una putrefacción que podría ser calculada pero que surge de lo más hondo del odio que se genera en tu mente. La misma que me odia...la misma que me...

No puede ser, el parnaso donde dejamos nuestras ropas esperando que las retomaramos después de saborear nuestros sexos ha puesto el cartel de cerrado. No podemos vestirnos y me ves como la peor de las criaturas. Y sin besarnos me golpeas cada minuto con la intención de acorralarme para que entre en una celda con un suelo de brasas donde arden las plantas de mis pies, donde no tengas la tentación de bailar.

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...