miércoles, 22 de diciembre de 2021

Idea para cuento

"Es curioso que los caminos por tierras desérticas trazados por la beduina imposible no se borren y aparezcan en recuerdos enrocados de manera recurrente."

Este pensamiento arrasaba la mente de Will Nosense en su habitación destartalada del centro de Albacete. Un emigrante británico, del norte de Londres, que trabajaba como agente libre ofreciendo sus fotografías al mejor postor. La última venta de interés fue hace antes del verano, una fotografía de una actuación de la guardia civil en un camión repleto de gente que intentaba entrar en Europa por la frontera sur de España. La policía desarmó el camión y se vio un doble suelo donde amontonados estaban esas personas, sufriendo por la promesa de una vida mejor. "Menuda mentira" pensó Will tras contemplar la miseria de la humanidad y haberla retratado lo mejor que pudo dentro de los límites que la autoridad le permitió. Eso fue hace seis meses. Le proporcionó suficientes ingresos para abandonar la cámara en el armario y dedicarse a recorrer el Levante español.

Ahora andaba ubicado en La Mancha, Albacete, ciudad que no tiene identidad. Albacete...El LLano, nombre dado por los andalusíes, ciudad sin apenas historia. Sin apenas pasado y con un presente ausente de personalidad. Manchega y anodina.

"El Llano..." pensaba Will, así es la ciudad, una llanura de sensaciones. Esa fue la principal razón de llevar allí los dos últimos meses, no quería hacer nada. "El Llano...Al-Basit, la llanura en árabe, me pregunto si una beduina espiritual sabría esto. Pero Sarah no sabe árabe, es beduina de vocación, una beduina de ciudad que pasea descalza por las alcobas, su aliento en los desiertos del amor se transforman en simunes que no se pueden prever."

Encerrado en su habitación Will se dedicaba a recrear una realidad imposible en la que se encontraba en una apartamento en la Riviera francesa con Sarah Knives, una mujer italiana, de padre inglés, madre andaluza y de aspiraciones cosmopólitas. Se conocieron en el momento en que el tiempo no era importante y se separaron cuando les pesaba el paso del mismo. Y apenas fue un instante de un momento a otro. Estuvieron juntos seis meses, en Málaga, en uno de los reportajes que le encargaban a Will. En aquella ocasión el reportaje que le pusieron entre las manos se titulaba "La Málaga de Pablo, cuando no era Picasso". Con ese título Will tenía que recrear con imágenes como era la Málaga de finales del siglo XIX. Fotos de la Plaza de la Merced en el lugar de la botica donde el padre del pintor pasaba las horas de tertulia, del museo, de la calle Granada, de la parroquia de Santiago y de alguna playa donde la arena sería testigo de la infancia del artista. Will intentaba escenificar la vida malacitana en los tiempos de la infancia de Picasso pero no encontraba sentido a aquello. Picasso desapareció de Málaga en 1901 y no volvió a ella. Tendría más sentido hacer fotos a libros de Tzara para entender a Picasso que ir a Málaga. 

Pero el ayuntamiento de Málaga pagaba por hacer creer al mundo que Picasso pasó en Málaga toda su vida y que fue esencial en su rumbo vital y ¿quién era Will para desmentirlo si además su cuenta corriente engordaba?

Y en uno de los paseos por la ciudad andaluza se topó con Sarah, fue un encuentro casual, mientras intentaba fotografiar el mercadillo de El Ferial escuchó hablar en inglés a alguien con acento andaluz. "No es de Oxford" se dijo a sí mismo y buscando el origen vio a una mujer morena con un estilo a medio camino entre la elegancia y un bautismo en el Ganges, explicando qué melón quería de un puesto de frutas.

- No, that's too small, I mean, we are eight for dinner.

Will pensó, ese acento y esa melena no son tampoco de Escocia. Y le dijo en español, alzando la voz.

- Los melones no son para cenar

con un marcado acento británico.


jueves, 16 de diciembre de 2021

Hoy

Hoy al levantarme me ha golpeado el sueño nocturno que he tenido.

 Hoy he soñado con una sensación, la sensación de estar a tu lado, hoy... cuando los olvidos son los que soplan la arena del desierto que cubre los caminos donde nos encontrábamos, cuando tus pies de beduina descalza no deslumbran la mañana, hoy... te he soñado.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Recuerdos

Sí me acuerdo,

claro que sí,

me acuerdo de palabras encendidas

y de frases descosidas.

Sí me acuerdo,

claro que sí,

me acuerdo de deseos encontrados

en el fondo del rellano.

Si me acuerdo,

claro que sí,

de tus duchas solitarias, imposibles, olvidadas

de tu olvido yo me acuerdo, sinsabores con legañas,

desvelos de siestas largas,

con besos en la almohada.

Sí me acuerdo,

claro que sí,

de cada día que no pasamos, 

de cada abrazo que no abrazamos.

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...