viernes, 21 de abril de 2023

No sé, volumen X

 

No había dos, el otro se quedó sin sus dados y había una chica que bizqueaba.

Dos eran más de lo que necesitábamos, y pusimos las monedas en  la mesa. Total, no había mucho más que poner. Dos individuos de mediana edad aparecieron cogiendo un bajo cada uno, las guitarras aparecían olvidadas como si no hubiera nada que tuviera que ver con ellas. Los bajos y las guitarras de la canción surgieron en una infinidad de coros, y alguien decía que cambiáramos la música…nos quedamos todos perplejos porque la música era nuestra música!!!

 Alguien peló la piel de un plátano y yo dije “me gusta tu marca”, él no tenía marca pero llevaba unas águilas en los hombros. Los demás pensaron en lo bien que hacía en pedir lo que otros le prometían que jamás podría aprender y, sin embargo, era nuestra oportunidad.

Miré al interior de la sala, observé unos personajes muy bien aderezados –aunque con apenas vinagre que es lo que me gustaría- junto a los que llevaban trombones. Uno de los que portaba trombón, que sabía todos los movimientos mirando las últimas páginas del AS, se recreaba maldiciendo con voz del medievo, sin que nadie pudiera entenderle en su complejidad. Podíamos ver como le espetaba a su gallina doméstica “no hagas eso”, mientras sus sistema nervioso quedaba con el que le abría el garaje todos los días. 

Yo pensé que si se iba a jugar a una tragaperras y otros, como  parte de mi espectro, jugaban de manera incesante a los dados erróneos, pues en ese caso el asunto quedaba solucionado...lo que desconocía era el asunto a solucionar. Dándole vueltas llegué a sacar tres ases pero el hijodeputa del trombón de varas me los anulo con cuatro damas. Y mira que me gustan las damas…, la estancia pareció quebrarse en sus ejes longitudinales, yo miré las paredes a la espalda y me dije que era el momento de sacar  una tarjeta de crédito para tirarla. Mientras, el sonido se iba volviendo más bajo, grueso, por el efecto del conjunto de trombones, todo iba fluyendo con algo de mermelada rosa y un tinte de bordones excesivos, teñido con enganches más psicopáticos aún..

Pero no había nada ya que reclamar. El humor estaba guardado y la alternativa disponible era hacerse el longui cuando todos buscasen el final de la noche en una bolsa de caramelos de plástico con gominolas bien construidas.

sábado, 15 de abril de 2023

Absurdo

 

No soy un cocodrilo pero tampoco soy un gilipollas ni el artista del rock and roll que iría  a la venta de tu hija. Pero sí que veo muchas mierdas, las de aquellos que no supieron entender una sola letra de los setenta…eso después de tanto tiempo depurando la de los setenta.

No sois nada, o quizás seáis un helado dejado en el asiento de atrás de un coche. Solamente el ladrido del perro que nunca quisisteis tener, sois el olor de aquellos detritus que no comisteis cuando el marqués os llamaba por teléfono, sois los que no sois, nunca fuisteis más de lo que quisimos que fuerais, pero no fue posible contemplar vuestras plumas de pavo real, tan maravillosas, tan fantásticas. tan dignas de admirar por un escriba ignorante, qué solamente busca de la pluma del manchador que dejamos ser…

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...