viernes, 30 de julio de 2021

Machismo

Los pechos de las mujeres,
esos versos sin enseres
perdiciones con reveses
y unos besos por quehaceres.
Qué asco de versos, 
qué horror, qué exceso 
qué maldito el hecho 
de no saber sin vernos

martes, 27 de julio de 2021

domingo, 25 de julio de 2021

Ni estás

Si no escribo es por tu destierro,
por tu muro de vocablos helados.
Prueba a enseñarme tu jardín sin hielo,
ese sin delicias burdas, ese sin fados
ese sin palabras de estraperlo.
Enséñame tu jardín de versos rafaelistas
aquel de pinturas lorquianas
el de luces de Caravaggio
y sombras de Maquiavelo
Prueba a ver si te escribo,
que el duende de la noche espera
y descubrirá nuestras ansias
de sexo inextricable
en la noche de tus juncos,
en mis noches de desvelo.

sábado, 17 de julio de 2021

Esta tierra

Esta tierra huele a tu perfume
de albahaca beduina aprisionada
y los campos llevan tu deseo que ruge
por volver a la tierra tanto tiempo anhelada 
Esta tierra andaluza de la que presumes 
vuelve a enseñorearse con sus galas
por volver a sentir como tu sonrisa luce
por los ríos, las playas, las riberas y ensenadas.
Esta tierra de carmines y calores 
de poetas y pintores,
de aceituna y cantaores
de tableta con miles de colores.
Esta tierra te recibe embelesada
tras el tiempo de un exilio silencioso 
en las tierras del norte de penumbra
esta tierra… extiende el aroma de tu gozo.

viernes, 9 de julio de 2021

Días jodidos


Beduina...

Deberíamos volver a conocernos

Olvidarnos de nuestros gestos

Pensar en el tiempo de no sabernos

Lamentar la soledad sin el sol del otro

Deberíamos volver a conocernos

En la sala de un palacio desierto

Plagado por conocidos sin vernos

Hasta toparnos sin querer y sin decoro

Deberíamos volver a conocernos

Siendo libres para decirnos adiós

Amando descubrir lo que no entendemos

En sueños distintos, rodeados y solos.

Deberíamos volver a conocernos

Sin saber de mis palabras en versos

Descúbrelos comenzando de nuevo

En una partida donde ganar los dos.

Deberíamos estar en una colcha de raso donde nadie descubriera que veníamos de mundos diferentes en geografía sentimental, que no habíamos pisado en nuestra pequeña imaginación los mismos caminos pero, que , realmente caminábamos todos los días en la rutina que nos obligaba a no pensar. Todos los días amanecía la estación de la amnesia pues la alternativa nos destrozaría y romperíamos todo el universo conocido a nuestro alrededor. No disponíamos del tiempo que podríamos tener para leer, si lo tuviéramos desperdiciaríamos nuestros minutos en odiar…y no nos gusta odiar. Cualquiera que se cruzara con nosotros en una nueva aventura giraría para mirarnos sin darnos el beneplácito del dolor que produce una canícula constante, una fiebre meridiana que imbuía nuestras mentes de lo dolor por ausencia de la felicidad que tanto habíamos dibujado en cuadernillos de adolescente y que tirábamos al cauce de un río que no llegamos a disfrutar juntos bañándonos desnudos.

Buenas noches. Días jodidos...

sábado, 3 de julio de 2021

Recién levantado

 Hoy he tenido uno de los sueños que te dejan colgado al despertar. Y tú tenías un papel principal.

Tengo que escribir una entrada con "word on a wing" de banda sonora. 

viernes, 2 de julio de 2021

Idea...ampliada



No vi las lágrimas que se vertían desde lo alto de la ensenada que eran tus pechos, no las vi porque no miraba el torrente que grababa un cauce para tanta sal húmeda. Solamente me entretuve en el suave canal donde aterrizaba mi frente para colmar tus senos con la miel de mis labios. No miré arriba porque pensé que no había cielo donde mirar, y resultó que el Edén se volvió infierno porque tu dolor arrastraba en torbellinos de locura, en huracanes de gemidos, cada uno de los besos que te di, cada uno de los mordiscos de realidad, cada uno de los ósculos sobre tus pezones, esos que endurecían tu piel mientras mi deseo caminaba por tu cabeza olvidando tus lágrimas.

No me di cuenta...de que la carpa se levantaba en un escenario inverosímil, preparando todos los artificios para que el público se levantara aplaudiendo, miles de personas en una orgía espectacular de gruñidos y gemidos, mientras contemplaban la pirueta de nuestro amor de socavón, nuestros besos de callejón oscuro teñidos de suciedad imposible. No fuimos testigos de lo que todo el mundo miraba en nuestras escenas, escenas que se repetían, empezando una y otra vez, sin reparar en el magnífico desfile de la exhibición indecente que nuestras almas iban brindando a un foro absolutamente desquiciado.  Una audiencia plagada de libélulas de planetas creados por tu mente y de asesinos a sueldo de sonrisas, sicarios autónomos de brisas suaves y malversadores de la felicidad de los demás, surgidas del más tenebroso de mis pensamientos.

La carpa una vez completada y con sus atuendos para ser inaugurada volvió a plegarse porque la función había sido el propio montaje y nosotros las estrellas principales en esa calamidad de guion que ni tú ni yo escribimos en una noche otoñal contemplándonos las comisuras de los labios levantadas, mirándonos a los ojos y felices por la sonrisa que se atisbaba en nuestras bocas deseadas. Jamás pasamos por ello, ni siquiera en 1979 cuando éramos los que no quisimos ser en un mundo a mitad de camino de ninguna parte y el el tiempo donde escribía versos en alejandrinos renacentistas y tú bailabas para mí en un teatro londinense en el justo momento del cambio de siglo.

Al caer la noche, con la esplanada desolada y solitaria, intenté cogerte la mano y solamente agarré un trozo de rama desvencijada de algún árbol que alguna vez estuvo allí plantado, intentando cubrir nuestros placeres con sus hojas, ocultándonos de un sol caluroso. Y no estabas,... pero en la lengua tenía un sabor salado, el rastro de tus lágrimas. Tu esbelta figura se perdió en el pasado de mis recuerdos y no negaste la existencia de aquellos besos.

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...