martes, 28 de mayo de 2013

Tiempo de nubes con sombras de algodón



Qué es el tiempo más que un modificador. ¿O quizás no?
A veces el tiempo hace que lo que era bueno pase a ser malo, o viceversa. A veces hace que lo que antes te parecía un tostón ahora te parezca apetecible y lo que antes era una pasada de emoción ahora te resulte cuesta arriba con la pereza que eso lleva de equipaje.
El equipaje...eso es sí que varía, a veces una mochila está repleta de sensaciones y otras un baul de dimensiones siderales no lleva dentro más que una mínima carga de alegría. Los equipajes son curiosos, inmedibles porque lo que va dentro del alma no se puede medir con metros al uso, tiene que ver con lo que puedes sentir y las mediciones de lo que sientes son complicadas. Apenas perceptibles y tremendamente subjetivas.
¿Qué es el tiempo cuando no sabes lo que es un momento?, los momentos son poco medibles, no tienen nada que ver unos con otros, siendo todos momentos distintos. Y si los momentos son distintos ¿cómo vamos a entender el tiempo sin ser señores del mismo?
Y los días van y vienen.
La relación entre las sombras y el tiempo es más sutil de lo que podemos imaginar. No hay sombras en el día a día porque no te fijas, la verdad es que las sombras están permanentemente porque posiblemente son la proyección de los momentos sobre el reloj de lo que pasa. Pero esto no lo entiendo yo, posiblemente solo sea una manera de hablar que no significa nada.
Recuerdo que una vez lloraste de emoción leyéndome.

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