¿Son ayeres olvidados de tus ojos azabache?
¿Es la noche la desidia tan cansina del azar?
¿Es buscarte trasnochado tresmil vueltas hacia atrás?
¿Son calendas esperadas? ¿o es acaso solo un bache?
¿Son tus ojos, mi beduina, esos que hacen que me agache
esperando un nuevo impacto contra el hielo del glaciar?
¿Son las gracias? ¿son las risas? ¿sinsabores por llegar?
¿O tan solo una merienda empachada de guirlache?
No lo sé, y te busco y no te encuentro
y me buscas sin rumbo ni destino
poseyendo un dedál en nuestras yemas
y nos falta del círculo otro centro
ecuación de rodaja en desatino
preguntas de un examen de mil temas.
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