jueves, 5 de enero de 2017

Semáforos



Saliendo del local de ensayos me encontré con una imagen, 3 semáforos en rojo. Luego cambiaron, y me dije que algo tenía esa imagen, así que esperé, un rato, vamos, cambia...y volvieron a ponerse en rojo.

Salía del local y el resumen era que nos habíamos alegrado de vernos después de dos semanas, darnos abrazos y felicitarnos el año nuevo y tal. Tocar siempre viene bien, te desconecta de todo lo que resulta rutina, el día a día se desvanece en cada acorde. Sólo estás en el local.

Tocar, ensayar, mirar cosas, pasando el tiempo sin notarlo. Y mientras tanto alguien decide si Estocolmo es mejor que Madrid, o si cantar en español es mejor que en inglés, mientras tanto pueden pasar mil cosas y, por pasar, pasan los minutos con el goteo de canciones, el desgrane de acordes.

Pero hoy uno estaba callado, uno de la banda no estaba en el local, yo le veía pero no estaba allí. Le miraba y él no me miraba. Tocaba y no era él, era una sombra muy bien perfilada, con sus trazos, con alguna de sus muecas, con alguno de sus comentarios...pero no era él.

No me ha gustado, no me sentí bien, algo pasaba...luego nos despedimos. Abrazos y algo flotando.

Y vi los semáforos...y pensé que así vamos, mirando lo que está bien o mal, sin observar la belleza de la situación. A veces tres semáforos en rojo pueden resultar bellos...o al menos lo suficientemente interesantes como para hacerles una foto.

No entiendo esta entrada...pero tenía que escribirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...