Esa maldita manía de ver si apareces.
El loco encontró dos caminos, uno de ellos le llevaba de vuelta a casa, el otro le llevaba a una puerta azul.
Nunca pensé que te dejaría tirada, siempre pensé que era tú quien se olvidaría de mí. El tiempo da y quita razones, y a veces odio tener razón.
Cuando el amor está acostándose las balanzas aparecen.
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