Gari pensaba que le encantaría oír su voz en una mañana de lunes.
- Despierta Gari.
Sonó una voz, era el aire el que susurraba a lomos de un rinoceronte, el sonido retumbaba mientras que el animal rasgaba los deseos de Gari.
Gari despreció a la criatura mientras miraba el teléfono mudo.
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