viernes, 6 de julio de 2018

Los sueños de John




John Stuck perdió una apuesta olvidada con el señor del sueño, desde entonces cada noche no podía salir de un desierto eterno donde caminaba sin rumbo. Un desierto de hielo en el que aparecían personajes diversos, y todos le hablaban en verso, no sabía muy bien por qué.

Si el placer fuera mundano
El dolor que te rodea
No tendría tal descaro
Pa'joderte sin espera.

Soñar con personajes que te hablan en verso era algo que superaba las ideas de John Stuck acerca de perder o ganar apuestas. John no entendía nada. No sabía nada y, lo que es peor, no sabía quién era.
“Vivir sin saber quien eres es una putada” se dijo a sí mismo. Y comenzó una travesía que le llevó a lugares remotos, únicamente con el objeto de encontrarse.

De vez en cuando miraba el cielo buscando una blanca paloma que le indicase el camino, una paloma que recordaba que se posó en un ventana. Un paloma flamenca, con guitarras andaluzas.

Por fin encontró a alguien que no se comunicaba en verso, pero como contrapartida le habló del amor, “esto es parte de la apuesta” pensó John.

“El amor es algo que nadie puede definir, depende en primer lugar de la persona que sufre o ríe, que llora o disfruta, y esos sufrimientos, llantos, alegrías y risas son percibidos de manera diferente por cada persona. Hay una especie de verdad universal acerca del amor, pero si preguntas a cada persona al respecto de dicha verdad todos te dirán cosas distintas. Habrá lugares comunes, pero es como si para definir una ciudad alguien te describe Nueva York y otro te describe Albacete, ambas son ciudades y ambas entre sí muy diferentes. Ambas tienen edificios pero son distintos, en ambas viven personas pero son distintas.

El amor tiene además una calificación temporal en el entorno, está siempre marcado por el tiempo en el que ocurre. No son iguales una y otra época. No son iguales una u otra estación. Y cada persona a su vez percibe el entorno de manera distinta.

Y luego, claro, la sensibilidad de cada humano es clave. No todos se emocionan igual leyendo El Gran Gatsby o Hijos de la ira. O escuchando Hey Jude o Sortie du Port. Y en ese terreno también la intensidad explica las reacciones, motivaciones, manifestaciones, comportamientos.

De todas formas entre el amor y el enamoramiento hay muchas diferencias, básicamente son intensidad y longevidad, el amor tiene tendencia a largo plazo, más que el enamoramiento. Y el enamoramiento es más de ver y el amor más de pensar. El enamoramiento exige más el tacto y el amor exige más el oído. En cualquier caso un amor sin tacto está cojo.”

En ese instante John despertó. Estas reflexiones son generales, pensó, no deberían más que estar puestas en un libro que luego pudiéramos quemar en una puta plaza pública en un espectáculo grosero de orgía salvaje, con nuestros cuerpos embadurnados en el lodo que esputamos por nuestra boca cuando pensamos en el amor. Si manchas el amor es que el lobo gris de la manada está oliendo tu rastro de sangre perversa, te atrapará en la esquina donde doblaste tu corazón y esa esquina está al lado de la plaza de la hoguera.

Tras ello volvió a dormirse.

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