jueves, 14 de febrero de 2019

Pedazos


No tengo un minuto para correr al revés, ni siquiera tengo un reverso para correr en un minuto, no tengo nada que entendamos desde el punto de vista natural, sin tener que recurrir a los gritos de  alguna gárgola que confíe en que jamás le cortaras la cabeza con un hacha a ritmo de bajo percusionado de manera incesante.
No, no hay nada más que una noche que ha invitado a diversas cantantes sin voz para que nos deleiten con  un extraño coro basado en un “lalalá” que soy incapaz de desentrañar. Esto es lo que tenemos, un buen atributo de nada y una buena función para fracasar una y otra vez, una y otra noche en una letanía de eterno fracaso, superando a Mike Scott porque, al fin y al cabo, el bueno de Mike no se merece que se le caiga encima una diatriba de coros erróneos provocados por una imaginación estúpida.
No soy rey de nada, soy un frívolo, al parecer soy una perfecta montaña de excremento, residuo del vómito de alguien.
Si me preguntarán a mí diría que soy lo que queda de unos pedazos rotos de melancolía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los asesinos de la inteligencia no llevan armas y son gente tranquila...

  Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...