El día de los abrazos terminó como empezó, con un astro iluminando lo que pisamos.
Nunca quisiste saber de mi, solamente saber de lo que te gustaría oír.
Cuando quieras saber de mi déjame saber de ti.
Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...
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