miércoles, 2 de octubre de 2013

El trabajo diginfica...



El trabajo es algo que te sirve para vivir. O al menos debería, pero sin embargo a veces no está tan claro.
Hay gente que trabaja por un sueldo miserable que no le da para vivir. Con lo cual no funciona el trato.
Y otros trabajan una cantidad incesante de horas para no verse recompensados.

A mí de pequeño me enseñaron que las cosas tienes que hacerlas bien. Que si alguien te manda algo hay que obedecer. Y luego mi carácter me enseñó que aparte de obedecer es higiénico decir la opinión.

Bueno...pues no, no es así para triunfar.

Para triunfar la receta es otra...hay varias, esta es una:

- Escójase una familia con posición de alcurnia, y uno de los hijos de la misma.
- Si el hijo es inteligente, métalo en la cazuela de la universidad para que logre un título y posteriormente ser nombrado director general.
- Si el hijo tiene la inteligencia de una zanahoria, métalo en remojo de alcohol. Que tenga una década de veinteañero divertida, con alcohol. Posteriormente, una vez macerado, nómbrele miembro de un consejo de administración.
- Dejar cocinar a fuego lento, el inteligente será presidente y el tonto será miembro de varios consejos de administración en los que se inflará a croisants y cenas con secretarias despampanantes.
- De postre sírvase un cargo político para ambos.

Hay otras, una muy conocida es chupar la polla del jefe. Esos son muchos. Pero hay que saber hacerlo.

Hasta los cojones.

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