jueves, 2 de abril de 2015

Paranoiando la primavera...



Buen viaje, intento tenerlo, intento tener el mejor. Cada minuto debe ser el mejor, el que siempre deseaste tener y disfrutar.

Un poema en cada segundo, un verso con música desconocida, ignota en la cabeza y con sabor a mieles de Samarcanda, verdades o mentiras y trozos de universo que navegan en un vaso de porcelana transparente creada por magos del sur del Líbano. 

Un beso tuyo y una canción, pensar que sé o que no sé, que las dos verdades son posibles. 

No soy yo quien escribe, el mundo es una pieza de un rompecabezas que olvidaste de completar. 

La pereza es una razón más para vivir mientras que el mundo me pasa como el deseo que pienso.

Pensar que Alicia no tenía espejo y sí un hoyo, que la realidad del acorde es menor y que la séptima se añade para pensar que eres un canalla. Creer que los caballos del rey se han ido a empujar mi corazón a ser feliz. Quizás la hora del día es simplemente una referencia para contar los minutos que necesito para necesitar de tu sonrisa.

Por cada libra de metal que sintetizas soy capaz de pensar un sentimiento nuevo y distinto, no descubierto, no es amor ni odio ni melancolía. Es algo nuevo que atraviesa el universo buscando tu sonrisa.

Realidad o complejos vertidos en un ríuo de colores marcianos que sse disfrazan en temores.

Grita. ¿Tienen alas los besos?

Yo no tengo ni barba ni atractivo...pasearé por el recodo de la playa que esconde mi grito extraño.




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