miércoles, 10 de agosto de 2016

Vuelta a escribir???

Caminos varios te llevan a dejar de escribir, a dejar que todo vaya transcurriendo a mitad de camino entre la nada y lo imposible. En ese camino donde decides tumbarte y mirar hacia ningún lugar con los ojos abiertos y entretenido por la rutina incesante que huele a narcótico eterno.
He recuperado El libro de Rachel y me ha hecho recordar de dónde viene parte de mi antigua comedia en la escritura…creo que ese libro, el George Highway que se queja lastimosa e irónicamente de todo y de sí mismo, que emplea el sarcasmo como forma de expresar sus fobias y deseos, creo que mucho de Nino proviene de él.
Nino se encontraba perdido…pero quizás tenía vitalidad, cómo no iba a tenerla si navegaba entre dos puertos llenos de metales preciosos, entre Silvia y Elena…

Intento volver a su historia...qué podría ser…

Quedar con Elena una tarde de septiembre para que me contase algo me generaba una inquietud similar a la que un presidente americano debe tener cuando suena el teléfono rojo o cuando ha olvidado qué ha hecho con su llave del botón suicida nuclear. Elena no me llama para contarme algo, ella me llamaba para decirme a qué hora y dónde íbamos a follar y yo respondía con una afirmación que últimamente me resultaba complicada de aceptar. Saber que Silvia era el ser que se bebía todo mi pensamiento y follar con una amiga suya engañando a mi amigo era complejo…bueno, complejo es una forma de decirme que era un hijoputa. Un hijoputa complejo, uno de esos que mea en la herida de un perro después de haberle pateado. Aunque mi colega no era un perro, si bien a veces lo parecía observando lo que le hacía moverse, salir a la calle, comer, y ladrar. Pero era mi amigo…
Así que Elena me llamó para contarme algo y empecé a pensar las alternativas que se me planteaban, las puse en una lista:
1.       Que se había enamorado de mí
2.       Que no quería volver a verme
3.       Que se había quedado embarazada.
4.       Que se había enterado de que estaba enamorado de Silvia, se había puesto celosa y la había mandado amordazada en un cajón destino a Bejing (eso que conocíamos como Pekín…)

El que se hubiese quedado embarzada además tenía dos opciones rápidas:
1.       Que el padre fuera yo
2.       Que el padre fuera mi amigo
3.       Que fuera una morsa
La tercera la juzgué poco probable. En realidad la puse para poder balancear la primera con la misma posibilidad que la tercera…yo no tenía bigote pero había echado últimamente una tripa que podría evolucionar a sirena de los mares. Me puse a pensar en los preservativos y recordé que una de las veces no pude recordarlos, porque no los usamos, pero ella me dijo que se tomaba la píldora luego y que sin problemas. Ya lo había hecho con Ernesto algunas veces…
Pero ¿y si se había olvidado?, de pronto vi que mi lista pasaba a ser la siguiente
1.       Que se había enamorado de mí
2.       Que no quería volver a verme
3.                     Que se había quedado embarazada. DE MI
4.       Que se había enterado de que estaba enamorado de Silvia, se había puesto celosa y la había mandado amordazada en un cajón destino a Bejing (eso que conocíamos como Pekín…)
5.       Que mi amigo había adoptado una morsa como mascota.

Inmediatamente empecé a sudar, las manos se me empaparon hasta tal punto que comenzaron a arrugarse y en minutos un océano recorría los senderos de mi mano. De manera que con la vista nublada empecé a pensar que además había dedicido que iba a ser madre…y yo padre. Y que todo se iba a la mierda. Ni Silvia ni vida. El mundo se reía de mí, me veía al gran hacedor en su trono de artesano y con su ojo en el triángulo diciendo:
“Bien Nino, ahora después de follar a la novia de tu mejor amigo, de enamorarte de una chica que también tiene novio, y de olvidarte de lo feliz que te hacían las pajas, vas a tener que volver a ellas durante un buen periodo de tiempo. Eso y afrontar la realidad ante tu amigo, tu familia, Silvia y el tipo del kiosco de periódicos. Este no te dirá nada pero será un tipo sin ataduras y tu estarás bien jodido.
Por cierto, si sigues sudando así ni siquiera podrás hacerte pajas”


El resto de la tarde antes de quedar con Elena estuve intentando buscar una manera de cambiar mi identidad pero todas tenían que ver con la mafia o con testigos protegidos. En ninguno de ambos casos me daba tiempo a hacerlo para esa tarde.

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