martes, 23 de mayo de 2017

Más de Nino

Habréis observado que tengo recurrencia a mencionar mis incorrectas prácticas onanistas, y podréis preguntaros, sobre todo si estáis en público comentando la mierda de escrito que es esto que tienes entre las manos, el motivo de tanta paja aquí o allá. Pues bien, es fácil, si sois tíos lo entenderéis a la primera, si sois tías no tengo ni puta idea porque no sé cómo piensan las tías. Es una cuestión animal, así de burda, resulta que los machos necesitan fisiológicamente esparcir su simiente, ser los putos sementales de la manada, dejar una estirpe con su ADN por cada lugar recóndito que hayan pasado, multiplicarse allende los mares, dejar constancia de sí mismo por toda la faz de la tierra. Así de fácil. Algunos llaman a esto “ser trascendente” por aquello de que es como si te eternizaras en tus hijos y los hijos de tus hijos…mierdas. Eso sí que es una paja, una paja mental de gente que escribe libros de autoayuda por no mirar la realidad tal cual es. Te pajeas porque te gusta, porque te tiemblan las piernas cuando te corres, porque sientes que no hay ni presente ni pasado ni mañana cuando tienes un orgasmo. Punto…y follar, pues lo mismo. Lo de la trascendencia lo debió escribir un tío al que su pareja le espiaba lo que escribía. Y claro, ante la amenaza de no follar por la noche declaraba que si follaba era por ser “trascendente”. Y una mierda tío…tú lo que tienes es una erección de caballo que quieres satisfacer y la trascendencia esa te la has inventado para culminar con tu chica. Tu trascendencia es el playboy del que no tiene pareja.

Ahora si tenéis a vuestra pareja al lado mientras leéis esto soltaréis un “este tío es un enfermo”, y ella asentirá sin dudarlo. Eso sí, al rato, cuando ella no esté delante, te vas a tu cuartito de baña y …zumba zumba. Esa es la realidad hipócrita que nos rodea. Así que no pongáis tanta cara de sorpresa cuando hablo de pajas o masturbaciones. El sexo dirige parte de nuestras vidas simplemente porque somos animales y así nos lo dicta la naturaleza. Y si no puedes follar…pues te pajeas. Fin del asunto. Siguiente pregunta al confesor de vuestra iglesia más cercana o al psiquiatra que tiene que darme electroshocks para “curarme”…eso sí, luego ya sabéis…zumba zumba.

Dicho esto, claro que creo que hay más que el sexo con una mujer. Eso me pasaba con Silvia, de hecho estaba enamorado de ella y follaba con Elena. Y la realidad es que Elena follaba como una diosa y eso no lo sabía de Silvia y sin embargo estaba enamorado de ella. Conclusión, sí, sí que pienso en más cosas que el sexo…pero lo que no hago es teñir el sexo de filosofía barata para justificarlo. El sexo está de puta madre y nos gusta. Punto. Y el amor también mola si es correspondido. Si no lo es…pues entonces es un asco, pero hay que reconocer que los momentos en que juegas sin saber si ganas o no son excitantes. Jugar una final sin saber qué resultado tendrás la hace maravillosa...aunque pierdas y por un instante pienses que sería mejor no haberla jugado.

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