domingo, 30 de diciembre de 2018

Travis y el renacimiento...



No sé si esta es mi canción favorita de Travis, si que está entre las que elegiría para guardarlas en una cajita y que no desaparecieran jamás de mi memoria. Es preciosa. Lo que no entiendo es que la ilustren con vestidos del renacimiento tal y como dice el título del vídeo...no sé yo tampoco si todos son del renacimiento pues, no hay que olvidar, que pese a que fue una explosión de conciencia del hombre fuera del yugo de pensamiento estricto de la religión, tampoco fue la revolución sexual de los sesenta. Humanismos dentro de la religión y variantes del cristianismo que se volvieron incluso más radicales que el propio catolicismo (Servet fue quemado por los protestantes de Calvino). Y es que hay que tener cuidado con las revoluciones que gritan Libertad en forma de propaganda...

Volviendo a la canción, es sencilla, maravillosa, y el vídeo le da una atmósfera de calma que es la que sugieren sus acordes, no tanto su letra pues es desde el dolor del abandonado. El dolor de cuando te abandonan y no entiendes cuantas personas puedes contener dentro de ti y a cuantas de ella ha dejado en la cuneta el amor que desaparece en la distancia, entre la niebla de una mañana de invierno, mientras aterido y paralizado por el frío no tienes ni la mínima fuerza para decir "quédate". La fuerza surge cuando ya estás al lado de una hoguera y piensas que esa noche no estará tu lecho acompañado de unos brazos blancos y suaves, de un perfume al que te acostumbraste tanto que no lo percibías pero esa noche lo echas de menos. Ni todos los hombres del rey juntos podrán hacerte sentir bien esa noche.

La secuencia de la canción es la secuencia del desamparo, sentado y clamando el recuerdo de los días que fueron perfectos, y toda la canción se envuelve por el personaje del título, el dueño del significado de las palabras, lo cual la hace más enrevesada a la hora de interpretar cada imagen, LA, Mexico, la metáfora del pegamento. Simplemente maravillosa.

Y es invierno, después de un otoño real que no recordaré como uno de los mejores.

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