domingo, 20 de enero de 2019

Cosas en verde...


Nadie pensó que el mar era verde, pero el verde llegó a las laderas de tu corazón y entonces pensaste que quizá el mar podría ser verde pese a que la gente no podía pensarlo. Pensaste que el mundo tenía varas de medir, unas largas y otras cortas. Varas en las que tú no podías medirte porque todas te superaban y no podías averiguar si te superaban por fe o simplemente porque las ramas tienden a crecer en el lodazal que drenaba lo puro y hermoso de nuestros cuerpos.
Y entonces llegó el mundo de las sensaciones.
Quizá deberían enseñárselos a más personas.

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