Hoy un amigo, de esos en los que la palabra amigo se hace grande, me ha dicho "escucha The Track of my Tears, de Smokey Robinson", y como generalmente nos decimos cosas maravillosas me he puesto a escucharla.
Y aquí la tenéis...maravillosa.
Y cuando el mundo aparece resulta que tu amigo estaba durmiendo. Nadie quería despertarse con ese sonido. Pero a ti la música te martillea...
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