lunes, 7 de junio de 2021

Conversaciones Imposibles (I)

Gari se encontró con Jana, después de tantos desencuentros, como pieza importante del caso que le ocupaba, un desprecio emocional.

  • Creo que tú me hacías escribir más...o quizás creo eso por edulcorar el pasado. O quizás simplemente no influías. Pero ahora creo que sí. Que me hacías escribir más.
  • Lo dices porque no me ves.
  • Te veo, entre las brumas de mi mente.
  • Eso es lo mismo que no verme.
  • Eso es lo que tú quieras pensar. Como siempre, en tu condición, es lo que tú quieras, la realidad es lo que decidas, lo que pienses. Independientemente de mi pensamiento, que nunca contó.
  • No es cierto, me engañabas con tus palabras.
  • ¿Acaso soy un mentiroso?
  • Sí, compulsivo.
  • Entonces... ¿miento siempre?
  • Mucho.
  • Mucho es demasiado, cuando te miraba ¿notabas mentira en el cruce de nuestras miradas? cuando te hablaba...¿nuestras palabras se revolvían en un pozo de falsedad? ¿las mías? ¿las tuyas?
  • No seas jugador.
  • Jugar es lo que hacemos y tus palabras jugaban también, juegan, conmigo, con la verdad, con tus compromisos de metal y con tus juergas monegascas. Todos jugamos, tú también. Quizás la pregunta es si te gustaba jugar conmigo en vez de contra mí.
  • Nunca jugué contra ti.
  • Lo hacías, lo haces, cada vez que me insultas con el desprecio de una canéfora ante un vil tipo mundano.

La tarde se pasó entre reproches y miradas de amor, entre caricias y desaires. Y al día siguiente el sol despertó arrullando unas palabras.


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