COSAS DE VERANO
Oigo cosas feas en la radio, unos
que van de pulcros y tienen más suciedad en las espaldas que un camión de
basura sin vaciar y otros que van de limpios con un historial de vertederos
bastante interesante. Y me cansa, me cansa el “y tú más”. Y como me cansa hoy
no hablaré de ello, mejor me pongo a pensar en lo que significa el verano. Algo
que es distinto para cada uno, algo que tiene que ver con palabras como
desconectar, relajarte, leer, playa, montaña, arena, sol, moreno, restaurante,
o yo que sé.
Y todo está bien, Oasis nos decía
que puede que el verano esté en su mejor momento, y los zombies que los días de
verano después de la lluvia de verano podían ser frescos. Y eso puede llevarme
a otro estadio imaginativo. Pero si me quedo pensando enganchado en los coros
de los zombies dudo que pueda ir a otro lado…y eso es el verano. El no saber
cómo ir a otro lado, el amor que pasa, el terror a septiembre y el olor a una
tierra mojada por una tormenta estival que te empapa y que hace que puedas
mirar a una mujer preciosa con el pelo empapado sonriéndote. Tu amor de verano.
Yo no tuve un amor de verano, no
era de los que hacía bien las cosas en ese entorno…ni en otros. Yo nunca supe
desenvolverme, siempre tenía en mi cabeza canciones como “always something
there to remind me”. Y nadie conocía esa canción…y si una chica la conocía era
porque estaba enamorada de un fulano más alto que yo, más guapo que yo, más
fuerte que yo y con unos padres que le enseñaron esa canción. Y, cojones, así
no hay quien compita. Mis veranos eran de mirar chicas y de siestas
imaginándome protagonista de las pelis de Elvis cantando y con el amor de la
playa poniéndome ojitos…pero yo por esos años no sabía tocar la guitarra así
que me dio por escuchar a The Velvet Underground, lo cual es el pasaporte
perfecto para no ligar en tu puta vida o para enrollarte con una tía medio
loca…yo no ligué durante años. Eso sí, miraba las mujeres como el gran objeto
de deseo, en plan Buñuel, así de sucio. Que Buñuel sería muy intelectual pero
creo que debía ser un guarro de narices.
Pero si pienso en aquellos días y
sus podredumbres de gobierno, creo que eran más pulcras, dentro de la mierda,
de lo que hay ahora. Y, además, existían bandas de R&R y de R&B…me
encanta ponerlo con siglas. Ahora el magnífico regatón se está encargando de
laminar la cultura musical y los carcas tenemos que esforzarnos porque las
siguientes generaciones conozcan Hotel California…o Champagne Supernova.
Hablarles de Van Morrison ya es para nota y si aparece Dylan tendremos que
venir con la película bajo el brazo.
Y así vamos pasando el verano,
pensando si tiene sentido bañarse o caminar por un cerro sin dirección –como
decían los secretos-. ¿Qué podemos hacer en el día a día de un agosto
implacable?, bueno pues Van ya lo decía, que habrá días como estos, y que para
adelante.
En Madrid, imagino que en otras
ciudades será igual, el verano se llena de conciertos que se llenan de gente
que se saturan de su propia ignorancia ante el artista que se sube al escenario,
se empapan de una pedantería sin sentido y ante la cual quieren sentirse
intelectuales…qué tostón. Visto lo cual pienso que me da mucha pereza ir a un
lugar donde algún tipo listo quiera darme lecciones de lo que es Van Morrison
en el mundo de la música. Seguramente sepa más que yo el fulano de turno,
seguramente haya escuchado el Astral Weeks varias veces…pero a mí me da que no.
Me da que si le dices Astral Weeks piensa que es un canal de astronomía de
twetch o de tiktok. O no…yo qué sé.
El verano es tiempo de pensar en si
tenían sentido los meses anteriores…es el interludio de nuestro canto otoñal. Podemos
coger un libro o una imagen para dibujarla en nuestra cabeza cambiando los
matices, es un momento de calor para reflexionar en si tu mano entiende lo que
tu cabeza no controla. Es tiempo de pasear por un paraje ignoto o de andar por
los pensamientos que dejaste aparcados allá por enero…
Creo que habrá más textos del
verano, entre tanto preparo mis ropas y atuendos para afrontarlo. Preparo mis
canciones, libros y pelis, porque el verano es parte de la reflexión del tiempo
libre inexistente.
Pero hay gente que no lo entiende
y no lo ve y se dedica a bañarse en la playa…
Madrid 31/7/2025
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